Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Maranola y Riomaggiore son los nombres de cinco pequeños pueblos que se conocen como Cinque Terre, para muchos uno de los lugares más bellos no solo de Italia sino de todo el Mediterráneo.
Colgados en lo alto de los acantilados que dan al mar de la Liguria, estos pequeños pueblos con casas de color pastel son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997, y junto a su entorno natural único se encuentran también protegidos como Parque Nacional por el gobierno Italiano.
Cinque Terre, cómo llegar y organizar la visita
Las conocidas como Cinque Terre se encuentran en la costa del mar de Liguria, a una hora de la ciudad de Pisa y a dos de Florencia. Por ello se trata de un complemento fantástico para hacer durante una ruta por la región de la Toscana.
Una de las primeras preguntas que nos plantearemos al pensar en visitar Cinque Terre es ¿podemos visitar todos los pueblos en un solo día? y la respuesta es que si es posible, aunque lógicamente si tenemos más tiempo podremos disfrutar mucho más de estos preciosos pueblos.
CONSEJO: Aunque se puede visitar la zona en coche no lo recomendamos ya que se perderá mucho tiempo en los desplazamientos entre pueblos, además, el aparcamiento es de pago y en temporada alta encontrar un sitio puede ser misión imposible. Por ello, recomendamos visitar las Cinque Terre en tren. Para ello lo ideal es llegar a la localidad de la Spezia (en coche o en tren desde cualquier ciudad italiana) y una vez allí hacerse con el billete llamado “Cinque Terre Express”, válido por un día (no por 24h) y que permite subir y bajar tantas veces como se desee en las estaciones de tren de cada uno de los pueblos. Incluye además el autobús desde la estación de Corniglia al centro del pueblo, la entrada a todos los baños públicos y al Parque Nacional. Si se prefiere comprar los billetes de forma individual el precio de cada trayecto es de 4€. Las distancias entre los pueblos son muy cortas, de la Spezia a Monterosso del Mare, el más alejado, son unos 20 minutos, y los trenes pasan con mucha frecuencia. Otra buena opción para visitar Cinque Terre es hacerlo contratando alguna de las excursiones o tours organizados que se ofrecen tanto desde Pisa como desde Florencia.Durante los meses de verano es posible moverse también con barco por los diferentes pueblos, existen varios tipos de barcas y los precios varían mucho en función de lo que se ofrezca en ellos y el trayecto seleccionado. El orden en el que visitar los pueblos depende de las preferencias de cada uno, pero nosotros recomendamos hacerlo desde el más alejado a la Spezia, Monterosso del Mare al más cercano, Riomaggiore.
Cinque Terre, qué ver en un día
Cómo ya hemos comentado es posible visitar las Cinque Terre en el mismo día pero, como es lógico, hay que dejar para otro día alguna de las actividades que se pueden realizar en esta zona, como por ejemplo trekkings y preciosas rutas de senderismo por los acantilados que rodean el mar de la Liguria. Nosotros decidimos “saltarnos” el pueblo de Monterrosso al Mare ya que su mayor atractivo es la playa “semi-privada” cercana a su casco urbano pero el día no acompañaba para el baño así que decidimos dar más tiempo a los otros pueblos. Empezamos el recorrido por el pueblo más alejado a la Spezia y luego nos fuimos acercando en tren, por lo que a la hora de hablar de ellos seguiremos el mismo orden.
La Via Alta delle Cinque Terre: Seguir el sendero Azul, de 12 kilómetros de longitud, es la forma más fácil de recorrer y visitar andando todos los pueblos que componen la Cinque Terre, pero existe otro camino más autentico y menos transitado, pero también más difícil, la conocida como Via Alta, de 40 kilómetros, que comienza en el pueblo de Portovenere, al Sur de Cinque Terre y recorre todo el litoral hasta Levanto, pasando por todos los pueblos. Desde Punta Mesco podremos ver los 5 pueblos al mismo tiempo, una foto privilegiada.Vernazza
Fue el primero de los pueblos que conforman las Cinque Terre que visitamos y también en el único en el que no nos llovió, así que lo disfrutamos un poquito más que el resto.
Vernazza cuenta con poco de más de una calle, que lleva desde la estación del tren hasta un pequeño muelle, pero este minúsculo recorrido es más que suficiente para enamorar al viajero. Junto al mar, al lado de una pequeña playa de guijarros, encontramos su plaza principal, centro neurálgico de Vernazza, rodeada de casas de color pastel y cafés donde poder tomar algo.
En esta misma plaza encontramos la Iglesia de Santa María de Antioquía, construida en 1318, con el estilo arquitectónico habitual de la zona conocido como gotico-ligure. Cuenta la leyenda que la Iglesia se levantó en ese punto exacto porque se encontró una cajita de madera con un dedo de la Santa.
En Vernazza se conservan los restos del bastión del Castillo de los Doria, levantado con fines defensivos. Es posible subir hasta su torre principal conocida como “Belforte” para tener una de las mejores vistas del pueblo.
Corniglia
Continuamos recorriendo las Cinque Terre hasta llegar a Corniglia. Es el más tranquilo y pequeño de los pueblos y cuenta con la particularidad de ser el único que no tiene acceso al mar, ya que está situado en lo alto de una colina.
Llegar hasta su centro histórico no es fácil, ya que hay que subir por una escalinata “la lardina” con 33 rampas y 377 escalones o bien tomar un bus desde la estación de tren, por ello son muchos los turistas que pasan por alto Corniglia, pero creemos que merece la pena dedicarle un par de horas para disfrutar de unas vistas increíbles sobre el mar de Liguria y de Maranola, el siguiente de los pueblos.
La plaza Largo Taraggio, rodeada de restaurantes es un lugar ideal para reponer fuerzas además de contemplar la Iglesia de Santa Caterina y la parroquia de San Pedro.
Maranola
Para muchos, Maranola, es el pueblo más bonito de las Cinque Terre. Colgado sobre un acantilado, la mejor forma de disfrutar de esta joya italiana es paseando con calma por sus callejuelas empedradas, rodeadas de casas de colores.
La conocida como Via di Mezzo, es su arteria principal y tiene con gran número de restaurantes y heladerías, según dicen de las mejores del país.
La Iglesia de la Natividad de la Virgen, también llamada de San Lorenzo, fue levantada en 1338 en el estilo gotico-ligura habitual de la zona. Como en el resto de los pueblos de las Cinque Terre, Maranola, contaba con un castillo del que hoy en día solo se conservan algunas de sus murallas y los restos de un Bastión. Se puede pasear hasta la zona más alta para tener unas maravillosas vistas de Maranola y sus casas colgando sobre el mar, estampa que será familiar para los amantes de los puzles.
La pequeña playa de piedras de Maranola, conocida como “Marina de Maranola” es uno de los puntos más concurridos durante el verano.
Riomaggiore
El último de los pueblos de las Cinque Terre, y el más cercano a La Spezia, es Riomaggiore. Sus calles empinadas guardan entre sus encantos la Iglesia de San Giovanni Battista de 1340, situado en la parte alta del pueblo así como los restos del Castillo de Riomaggiore o Castelazzo di Cerrico, una fortificación del Sg. XIII. Pero el lugar que nos encandilo fue su pequeño embarcadero, al que se accede a través de un túnel y desde donde se tienen una de las mejores vistas de las Cinque Terre en especial al atardecer.
Como hemos comentado, existen numerosas rutas que unen los diferentes pueblos que conforman las Cinque Terre atravesando el Parque Nacional del mismo nombre, la más famosa y transitada es la conocida como la Via dell´Amore, que precisamente parte de Riomaggiore. Pero desde los desprendimientos de 2012 permanece cerrada, solo es posible recorrer unos pocos metros, y por el momento, no cuenta con fecha de apertura.
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Que belleza de recorrido, lo hemos hecho hace unos años y nos ha encantado. También lo hemos hecho en tren, aunque estuvimos tentados a hacerlo en coche, pero por lo que todos dicen es casi imposible. Ya tenemos muchas ganas de volver. Saludos