Daroca, guía para visitar uno de los pueblos más bonitos de Aragón

La localidad de Daroca, en la provincia de Zaragoza, fue declarada Conjunto histórico Artístico en 1931 y pasa por ser uno de los municipios monumentales más bonitos de todo Aragón.

Sus callejuelas dan muestra de un esplendoroso pasado gracias entre otras cosas a su ubicación, cruce de caminos y frontera entre reinos y regiones, y en la que han dejado su impronta árabes, judíos y cristianos. De entre los tesoros con los que cuenta Daroca destacan sus más de 4 kilómetros de murallas y sus iglesias, que a comienzos del siglo XII eran diez parroquias de las que siete permanecen en pie a día de hoy.

También debemos destacar que cada año tiene lugar el conocido Festival Internacional de Música Antigua, que se realiza en homenaje al organista del sg. XVI Pablo Bruño.

Cómo llegar a Daroca desde Zaragoza y Teruel

Daroca se encuentra en la depresión del rio Jiloca y prácticamente hace de frontera entre las provincias de Zaragoza y Teruel, por lo que es una escapada ideal de un día desde cualquiera de estas capitales y, porque no, de fin de semana combinándolo con otros lugares de gran belleza natural como las Lagunas de Gallocanta, el precioso pueblo de San Martín del Rio o Anento, una de las joyas más desconocidas de Aragón.

Desde Zaragoza a Daroca hay unos 88 kilómetros de distancia que se recorren en menos de 45 minutos. Basta con tomar la A-23 hasta la salida de la A-1506. Por el contrario desde Teruel tenemos unos 100 kilómetros de distancia también por la Autovía Mudéjar (A-23)

Qué ver y visitar en Daroca

Daroca pasa por ser “una de las más sufridas y hermosas ciudades de Aragón” como así la catalogó el historiador José Luis Corral, nacido allí en 1957. Como ciudad defensiva que es cuenta con importantes estructuras que la hacían inexpugnable, además de destacadas casas señoriales y, como hemos mencionado, significativas iglesias.

Lo mejor para conocer la ciudad es pasear con tranquilidad por sus adoquinadas calles, dejándose llevar por la influencia que cristianos, árabes y judíos han dejado en Daroca durante siglos. Completar la llamada Ruta Monumental no nos llevara más de dos horas y media y es ideal para conocer los rincones más destacados. La ciudad está delimitada por dos puertas, ambas construidas en el Sg. XVI.

La conocida como Puerta Alta del Sg XVI, donde podemos ver el escudo de la ciudad y la espectacular Puerta Baja, flanqueada por dos torres con almenas unidas por un arco. Esta puerta además de su función defensiva servía también para canalizar y evacuar las aguas torrenciales. Junto a esta encontramos otro símbolo de la ciudad, la Fuente de los veinte caños.

Como ya hemos comentado, Daroca cuenta con un gran número de Iglesias, de entre ellas destaca la Basílica Parroquial de Santa María de los Sagrados Corporales, nombre que recibe desde 1377, y que ha sido declarada Monumento Nacional.

Aunque de origen románico, su aspecto actual data de una reconstrucción llevada a cabo entre 1585 y 1592 por Juan Marrón en estilo gótico-renacentista. En su interior se suceden varias capillas y destacan el coro y, especialmente el baldaquino, imitación del que se encuentra en el Vaticano.

En la Iglesia de Santo Domingo destaca su torre, considerada la primera construcción de arte Mudéjar de todo Aragón, mientras que la Iglesia de San Miguel cuenta con un impresionante ábside.

De entre sus casas señoriales encontramos la Casa de los Lunas, de decoración mudéjar, la conocida como Casa del Diablo, por su famoso y anticlerical inquilino del Sg. XIX conocio como el «Diablo Rojo«.

Otros palacios y casas señorales son la Casa Palaciega o la Casa de los Soportales así como los Palacios del Marqués de Montezumo o Gil Bernardo.

Fuera de ciudad, cabe mencionar la Mina (que no es tal) sino una impresionante obra pública del Sg XVI que atraviesa el cerro de San Jorge por un túnel de 600 metros de longitud. Su finalidad era dar salida a las aguas de las tormentas que hasta su construcción creaban importantes problemas a los habitantes de la ciudad.

Pero sin duda el elemento más representativo de la ciudad son sus murallas, de casi 4 kilómetros de longitud, que se levantaron a lo largo de varios siglos para rodear y proteger la ciudad y aunque parezca increíble llego a contar con 114 torreones. Por ello una de las mejores cosas que hacer en Daroca es seguir la conocida como Ruta de las Murallas.

La primera parte comienza en la Puerta Baja y continua hasta el Cerro de San Cristóbal, unos 45 minutos andando, pasando por el torreón de los Tres Guijarros, los restos de la antigua iglesia de San Valero y la Torre del Águila, desde donde se tienen las mejores vistas de la ciudad y sus tejados de color ocre. Si queremos completar la ruta, lo que nos llevara una dos horas, basta con continuar por el Muro de la Pólvora, una de las zonas mejor conservadas de la muralla hasta llegar al Castillo Mayor, asentado sobre la antigua alcazaba musulmana para luego descender hasta la Puerta Alta.

Desde la oficina de turismo se ofrecen mapas e itinerarios perfectamente señalizados que nos permitirán disfrutar de sus monumentos y rutas sin perdernos nada. Para más información podéis visitar la página oficial de Daroca o contactar directamente por mail con ellos a «oficinaturismo@daroca.es»