Nara está situada a solo 50 km al sur de Osaka y a unos 42 km de Kioto, fue la primera capital del Japón unificado entre 710-784 d.c., conocido como periodo NARA y es uno de los lugares turísticos más importantes y atractivos de Japón ya que cuenta con ocho lugares declarados Patrimonio de la Humanidad.
CÓMO LLEGAR A NARA DESDE OSAKA
Nuestra base para recorrer esta zona del país fue Osaka y desde allí es muy sencillo llegar. Podemos utilizar el JR Pass desde la estación de Shin Osaka con la línea JR Yamatoji Rapid Service y en 55 minutos estaremos en Nara. Una vez en Nara una linea de autobus une la estación ferroviaria con el Palacio Heijo y el templo Horyuji.
QUÉ VER EN NARA. CAMINANDO ENTRE TEMPLOS Y CIERVOS
Justo en la misma estación de trenes encontramos la oficina de turismo donde podemos comprar un mapa de la ciudad y de la zona. Los puntos más importantes son accesibles andando, pero recomendamos alquilar una bicicleta, nada más salir de la estación, a mano derecha, hay un local donde por 500 yenes se pueden alquilar las bicis para todo el día.
Tomando la calle Sanjodori, que sale de la misma estación, repleta de tiendas y restaurantes, llegamos al Parque de Nara, un precioso espacio lleno de arboles y lagos artificiales donde se encuentran la mayoría de los templos y santuarios de la ciudad. Pero si por algo destaca es por la cantidad de venados que hay por todo el parque y que se han convertido en el símbolo de Nara. Para los sintoístas estos animales son mensajeros de los dioses, de ahí que se les trate como a ellos. Al principio son muy graciosos, pero llega un momento que resultan algo agobiantes, se lo comen todo ya sean las galletas que venden por todo el parque o tu mapa… cualquier cosa que quede en la cesta de la bici desaparecerá.
El templo más cercano a la entrada del parque es el Kofukuji, de origen budista, fue traslado desde Kioto en el año 700 d.c. y destaca por sus dos preciosas pagodas de 3 y 5 pisos respectivamente, que es lo único que queda en pie del original. También se puede visitar por 500 yenes la Sala del Tesoro, con objetos de valor e imágenes de Buda.
Volvimos a nuestras bicis adentrándonos por el Nara Koen hasta llegar a Kasuga Taisha, santuario sintoísta que se sitúa al pie de las montañas sagradas de Kasugatama y Mikasayama. Para llegar hasta él se asciende por un camino de piedra flanqueado por unas 2000 lámparas de piedra que nos llevan al conjunto de edificios que forman el santuario y que, a su vez, está rodeado por otras mil lámparas de bronce.
Fue uno de los sitios que más nos gusto en Nara, ya que además pudimos disfrutar de la presencia de varias familias ataviadas con trajes típicos nipones que se acercaban al templo para hacer sus ofrendas.
Cruzamos de nuevo el parque y aprovechamos los escasos rayos de sol del día para sentarnos y comer algo frente a uno de sus lagos y entre los jardines tradicionales que lo rodean, para luego continuar hasta el templo más famoso y visitado de Nara: Todaiji.
El templo Todaiji fue un santuario sintoísta que data del año 762 d.c. y, aunque ha sido reconstruido en dos ocasiones por sendos incendios, la ultima en 1692, y aun así sigue siendo la estructura de madera más grande del mundo. La entrada al recinto, por 500 yenes, se hace a través de la Puerta Naridaimon de madera y 20 metros de alto, defendida por dos guardianes de también de madera.
Ya en el interior encontramos a Daibutsu, una enorme estatua de Buda de 16 metros realizada en bronce. A los lados de la imagen se encuentran dos divinidades Bodddhisatuas. Una de las columnas de madera que sustenta el edificio tiene con un agujero del tamaño del orificio de la nariz de Buda, según cuenta la leyenda para conseguir la iluminación hay que pasar por el (una iluminación solo al alcance de los delgados).
Salimos del complejo no sin antes visitar la Torre de la Campana, el Shoro, y que alberga la campana más grande de todo Japón, con 3.87 metros de alto. De nuevo en las bicis, sorteando los ciervos que se amontonan en la entrada, ponemos rumbo a la estación, con una parada en una de las calles más bonitas de Nara: Naramachi, con edificios y tiendas tradicionales. La tarde la dedicaríamos a Osaka.
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Seguimos vuestra recomendación y alquilamos cuatro bicis eléctricas con un solo usuario en Hello Cycling. Ha sido perfecto, andando hubiera sido mucha paliza. Muchas gracias ☺️
Nos alegramos que os haya servido Post!! Esperamos que hayáis disfrutado a tope de Japón!
Un saludo!!