Palermo, capital de la región de Sicilia, cumple con todos los tópicos atribuibles a las ciudades del Sur de Italia: ruidosa, caótica, decadente… pero con una personalidad arrolladora y una apasionante historia que se deja sentir en cada esquina. La vibrante Palermo cuenta con muchas cosas en común con Nápoles, que tan buenos recuerdos nos trae, una ciudad que no deja indiferente a ningún viajero en la que, detrás de cada edificio que parece en ruinas, se esconden auténticas obras de arte, y que supuso el colofón perfecto a nuestra ruta por Sicilia por libre.
Palermo fue fundada sobre el Sg III a.C. por los fenicios como un puerto conocido con el nombre de Ziz (que significa flor). Desde entonces sus calles han visto pasar cartaginenses, griegos, romanos, bizantinos, árabes, normandos y españoles, que han ido dejando su impronta en la ciudad, huellas que se hacen más palpables en la arquitectura y en la gastronomía siciliana.
Qué ver y hacer en Palermo en uno ó dos días
A la hora de visitar Palermo no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones, lejos de lo que puede parecer es una ciudad amigable, llena de vida, que merece ser disfrutada con los cinco sentidos. Los lugares más importantes de la ciudad pueden visitarse tranquilamente andando ya que las distancias no son muy grandes. Ubicarse en Palermo es sencillo, ya que existen dos calles principales: Via Vittorio Enmanuele y Via Maqueda, y entorno a ellas encontraremos los principales atractivos.
Los imprescindibles de Palermo
Catedral de Palermo
El monumento más representativo de Palermo es, sin duda, su espectacular Catedral, la cual fue mandada construir en el año 1185 por el arzobispo Gualtiero que quería levantar un monumento que compitiera con la Catedral de Monreale que estaba realizando el Rey Guillermo II. Su exterior, de estilo árabe normando es, simplemente, espectacular, posiblemente se trate de la Catedral más original que hayamos visitado y junto a otros monumentos del “Circuito árabe-normado de Sicilia” ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La Catedral de Palermo está consagrada a la Asunción de la Virgen y la lo largo de los siglos ha sufrido varias modificaciones, la más importante en 1781 cuando se añadió la cúpula y las capillas laterales. Se ubica en la Via Vittorio Emmanuele, frente al Palacio Arzobispal. Está separada de la calle por el llamado piano della cattedrale en el que podemos encontrar varias estatuas de santos destacando la de Santa Rosalía, patrona de Palermo y cuyos restos descansan en su interior.
La visita al interior de la Catedral es gratuita y aunque no es tan espectacular como el exterior sin duda lo recomendamos. Para visitar el Tesoro, las Tumbas Reales, la Cripta y el tejado, desde el que se tiene unas bonitas vistas, si es necesario sacar un ticket, podéis consultar los precios y horarios visitando la web oficial de la Catedral de Palermo.
Palacio de los Normandos y la Capilla Palatina
Otra de la visitas imprescindibles en la ciudad de Palermo es el llamado Palazzo dei Normandi, fue construido en 1130 por orden de Ruggero II y en la actualidad es la Sede de la Asamblea Regional de Sicilia. En su construcción intervinieron artistas árabes, bizantinos y normandos lo que se deja ver en los detalles de su arquitectura.
Pero lo verdaderamente impactante del Palazzo estas en su interior, la llamada Capilla Palatina. Dedicada a San Pedro, esta espectacular sala está decorada con magníficos mosaicos dorados que narran escenas del Antiguo Testamento y un impresionante Cristo Pantocrator.
Algunos días es posible visitar también otras estancias del palacio, por lo que el precio varía, lo mejor es consultar la web oficial.
I quattro Canti
El cruce entre la Via Maqueda y Corso Vittorio Emmanuele conocido como I Quattro Canti o Piazza Vigliena es uno de los lugares más bellos de Palermo. De estilo barroco fue construida en el Sg. XVII por el arquitecto Giulio Lasso. Las cuatro fachadas cóncavas que dan a la plaza están formadas por tres órdenes o alturas.
El primero orden está formado por cuatro fuentes que representan las cuatro estaciones del año. En el segundo de ellos, encontramos las estatuas de cuatro Reyes españoles: Calos V, Felipe II, Felipe III y Felipe IV. En último orden es que corresponde a las cuatro santas protectoras de la ciudad de Palermo: Santa Olivia, Santa Ágata, santa Ninfa y Santa Cristina. A lo largo del día el Sol se mueve por las fachadas de los cuatro palacios, por lo que también es conocida como Il Treato del Sole.
Piazza Pretoria y la Fontana della Vergogna
A escasos metros de I quattro Canti encontramos la Piazza Pretoria, en ella podemos visitar el Palazzo Pretorio, sede del actual Ayuntamiento de Palermo, la Iglesia de Santa Caterina y el Palazzo Bonocore y Bordonaro. Pero si por algo es conocida esta plaza es por su impresionante fuente instalada en la parte central de la misma y que ha pasado a la historia la Fontona della vergogna (fuente de la vergüenza).
En 1573 el Senado de Palermo compro esta fuente que en un principio estaba destina a decorar el Palazzo di San Clemente en Florencia y que fue construida por Francesco Camilliani. Fue trasladada en barco y para poder ubicarla en la plaza fue necesario realizar alguna remodelación y derruir parte de los edificios existentes. La fuente, de grandes dimensiones, cuenta con numerosas estatuas de deidades, ninfas, tritones y otras Figueras mitológicas y podemos ver pequeñas fuentes dentro de ella.
La Martorana o Iglesia de Santa María del Almirante
Ubicada en la Piazza Bellini, se trata de uno de los tesoros escondidos de Palermo. Fue mandada construir a mediados del Sg. XII por el Almirante Jorge de Antioquia junto a su palacio, en agradecimiento a la Virgen María por la protección en las batallas en las que había participado. De estilo bizantino, en su interior se pueden ver algunos de los más bellos mosaicos de la ciudad.
El nombre de Martorana, le viene de Eloisa Martonara, que fundo en el Sg. XV una orden de monjas que, con la excusa de darle a la iglesia un aire más moderno y barroco, destruyeron gran parte de su interior.
Iglesia de San Cataldo
Situada frente a la anterior, la Iglesia de San Cataldo destaca por sus cúpulas de color rosado. Levantada en el Sg. XII y forma parte de los edificios de Palermo de estilo árabe-normandos que han sido catalogados Patrimonio de la Humanidad. En la actualidad no se utiliza para el culto y tan solo se abre al público con fines turísticos.
Teatro Massimo, el orgullo de Palermo
Situado en la Piazza Giuseppe Verdi, el Teatro Massimo cuenta con el privilegio de ser el más grande de Italia y el tercero de Europa. Fue construido a finales del Sg. XIX por el arquitecto Giambattista Filippo Basile y tiene cinco pisos de palcos y capacidad para 3200 espectadores.
Tras varios años de abandono, en 1997 reabrió sus puertas y en la actualidad se representan grandes obras de ballet y opera. Los más cinéfilos también reconocerán su fachada exterior pues es aquí donde se grabaron las últimas escenas de “El Padrino III” de Coppola, más concretamente, donde (OJO SPOLIER) asesinan a la hija de Michael Coerlone.
Galleria della Victtoria
Situada en plena Via Maqueda, encontramos la Galleria della Victoria, reflejo de la historia pasada y actual de la ciudad de Palermo. Se trata de una galería comercial inaugurada en 1935, en plena época fascista. Su construcción quería emular otras galerías italianas como la de Milán o Nápoles, y estaba dedicada a las victorias de Italia durante la Primera Guerra Mundial. Cuenta con cinco alturas y en ella destaca su techo de vigas de metal y vidrio y parte de las pinturas fascistas que lo adornaban. Después de la Segunda Guerra Mundial quedo abandona hasta que hace apenas unos años, Filippo Genovese, trabajo para reabrirla y convertirla en un referente para los artistas y el ocio de Palermo.
Mercados de Palermo, los imprescindibles qué ver
Palermo se vive en la calle y sobre todo en sus mercados, para nosotros una de las mejores formas de tomarle el pulso a la ciudad, por lo que no lo dudamos y visitamos tres de ellos, estos son los 3 mercados que más nos gustaron en Palermo.
Il Mercato di Ballaro
El Mercado di Ballaro es uno de los más famosos. Ruidoso, bullicioso, desordenado… toda una explosión de colores y sabores que trasmiten parte de la personalidad de la ciudad. En él podemos encontrar todo tipo de productos, desde verduras, pescado fresco, carnes, menaje para el hogar, ropa e incluso recuerdos y suvenires se mezclan en sus cientos de puestos. También es un lugar ideal para sentarse, tomar una cerveza fría y degustar alguna de sus especialidades locales mientras observamos el ambiente.
Il Mercato dei Capo
El Mercato dei Capo se encuentra en pleno centro histórico de la ciudad. Para muchos es el más auténtico y caótico, se extiende a lo largo de varios callejones entre desvencijadas casas. Conviene visitarlo a primera hora ya que a partir del mediodía sus puestos suelen cerrar.
Il Mercato della Vucciria
El Tercero de los mercados de Palermo que visitamos fue el Mercato della Vucciria y, en contra del anterior, os recomendamos acercaros a él a última hora de la tarde y si es en fin de semana mejor aún para conocer uno de los lugares más de moda de Palermo para salir a cenar y tomar algo. Además de los puestos tradicionales, en la Vucciria encontraremos gran cantidad de bares y restaurantes que sacan sus terrazas a la calle. Os aconsejamos acercaros a la Taverna Azurrra, uno de los más míticos, para disfrutar de una cerveza y una rica porción de pizza “per portare via”.
Vistas desde los almacenes Rinascente
A pocos metros de una de las entradas del Mercato della Vucciria encontramos los almacenes Rinascente, merece la pena subir hasta la última planta para disfrutar de unas bonitas vistas de Palermo además de forma gratuita.
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