Si hay una ciudad que nos ha enamorado durante nuestra ruta por Bulgaria y Macedonia, sin duda, ha sido Plovdiv, que además de todos sus “imprescindibles qué ver» de los que hablaremos en este post, fue nombrada Capital Europea de la Cultura en 2019 (junto con la italiana Matera) lo que le ayudo a modernizar sus calles, restaurar muchos de sus edificios… realmente no nos extraña que Plovdiv sea la ciudad de moda de Bulgaria.
Plovdiv cómo llegar desde Sofía, capital de Bulgaria
Para llegar a Plovdiv, segunda ciudad más grande Bulgaria, la mejor forma desde Sofía, la capital, es alquilando un coche. Ambas están separadas por unos 150 kilómetros y basta con seguir la A-1, posiblemente la mejor carretera que nos encontramos en el país y que nos permitirá hacer el recorrido en una hora y media.
También es posible llegar en transporte público, tanto en autobús, con salidas cada hora desde la estación central de Sofía (unas dos horas de viaje), como en tren, aunque tarda algo más.
Por último, se puede optar por contratar alguno de los múltiples tours organizados y que nos acercaran a Plovdiv en un viaje de un día, que en ocasiones combinan con alguna otra parada interesante, como la bonita ciudad de Koprivshtista.Qué ver y hacer en Plovdiv
Levantada sobre siete colinas, Plovdiv es considerada la ciudad habitada de forma continua más antigua de Europa, cuenta con restos que se remontan al año 7000 a.C. Desde entonces tracios, griegos, romanos y otomanos han pasado por Plovdiv dejando su impronta.
Aunque un día puede ser suficiente para conocer los puntos más destacados de la ciudad recomendamos, si es posible, pasar al menos una noche para conocer su ambiente nocturno.
Ciudad alta de Plovdiv
Lo mejor para descubrir la ciudad alta de Plovdiv es pasear por sus empinadas y empedradas calles, entre tiendas de segunda mano, de recuerdos, coquetos bares y restaurantes y dejarse sorprender.
En lo más alto de la ciudad encontramos el Complejo arqueológico de Nebet Tepet, aquí tracios y, posteriormente romanos, se instalaron construyendo estos últimos la muralla cuyos restos aun se pueden ver. El recinto es pequeño y la entrada gratuita pero merece la pena, especialmente, por las vistas que desde aquí se tienen de Plovdiv.
Otro punto destacado es el Teatro Romano de Plovdiv, uno de los mejores conservados del mundo y que data del Sg. II. Fue redescubierto en 1978 y de el destacan sus gradas y parte del escenario y, aunque en gran parte ha sido reconstruido, se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad.
Desde fuera se puede ver perfectamente, pero también es posible pagar la entrada y pasear por sus grandes gradas (durante la época de Trajano ya contaba con una capacidad de 5000-7000 personas.) Durante el verano se celebran en él multitud de festivales.
Pero sin duda lo que más destaca de esta zona de Plovdiv son sus preciosas Casas del Renacimiento Búlgaro, muchas de ellas convertidas en casas-museo que se pueden visitar de forma libre. Entre ellas destaca la Casa Balabanovd, perteneciente a un rico comerciante de la época; la Casa Ned Kovich y la Casa Hindliyan.
Otro punto imprescindible es el edificio que acoge el Museo Etnográfico de la ciudad en el que, además de su interior, podemos disfrutar de su precioso patio exterior, ejemplo destacado de este movimiento cultural.
La época del llamado Renacimiento Búlgaro, que tiene en la ciudad de Plovdiv uno de sus mayores representantes, tuvo lugar a finales del Sg. XIX, cuando aun bajo el imperio otomano, se desarrollo un estilo propio tanto en la arquitectura como en otras artes y que es, hoy en día, una seña de identidad del pueblo búlgaro.
Uno de los puntos más fotografiados de la ciudad es la llamada Puerta Hisar Kapia, “la puerta de la fortaleza”. Este rincón de gran belleza es además el comienzo de la llamada calle de los artesanos y de la Tsanko Lavrenov, que sale hacia el exterior de la ciudad y es una de las más bonitas de Plovdiv.
Encontramos también en la zona alta de la ciudad varias iglesias, como la de los Santos Constantino y Elena, la más antigua de Plovdiv o la Iglesia de Sveta Marina en la que destaca su campanario de madera de 1561.
Ciudad baja de Plovdiv
La ciudad baja de Plovdiv cuenta igualmente con innumerables atractivos. Podemos pasear por los restos del antiguo Estadio romano, un lugar ideal para descansar. Fue construido durante la época de Adriano, y aunque hoy en día solo se puede ver una pequeña parte, contaba con unas dimensiones espectaculares. Otros restos romanos que podemos visitar son el odeón y el foro.
La Mezquita Dzhumaya, es la primera que se levanto en Bulgaria. El exterior data de 1364 pero su decoración es posterior. En ella destaca su minarete de casi 23 metros de altura. Muy cerca de la mezquita no podemos perdernos una visita a la pastelería Dzhumaya, para muchos una de las mejores y del país, y tomar una baklava.
La Baklava es un pastel de origen turco aunque muchos lo sitúan ya en la Antigua Mesopotamia. Aunque existen muchas variedades, en su mayoría está elaborado con pasta de pistachos o nueces y bañado en almíbar de miel. Durante la época del Imperio Otomano se extendió su consumo desde Oriente Próximo a la zona de Grecia y los Balcanes, convirtiéndose en el dulce más famoso.
La calle Alejandro I es la principal arteria comercial de Plovdiv, en la que podemos encontrar tanto tiendas de pequeños comerciantes, como de las marcas internacionales más conocidas.
Se trata de la zona más moderna de la ciudad al final de la cual encontramos una de sus plazas más animadas, la Stefan Stambolov. Aquí se ubica el edificio del Ayuntamiento, la oficina de Turismo de Plovdiv, una preciosa fuente que se ilumina durante la noche y una gran cantidad de terrazas donde tomar algo o probar los famosos helados.
Paseando por la calle de Alejandro I encontramos la famosa estatua de Milo “el loco” uno de los personajes más queridos de Plovdiv. Según se cuenta, Milo era un vecino sordo que actuaba como cómico. Se dice que si le rozas las rodillas tendrás suerte en el amor y que si le pides un deseo al oído, este se te cumplirá.
Barrio de Kapana de Plovdiv
Como ya hemos comentado, Plovdiv destaca por su animada vida y uno de los sitios donde más se puede disfrutar de ella es el barrio de Kapana. Su nombre significa “trampa” y proviene del irregular entramado de sus calles ocupadas por los diferentes gremios de artesanos de la ciudad.
Tras su rehabilitación, se ha peatonalizado y cuenta con un gran número de bares y restaurantes muy bohemios, galerías de arte, grafitis, arte urbano… en resumen uno de los barrios más de moda de la ciudad ideal para pasear al atardecer
Booking.com