Tras pasar unos días recorriendo el Norte de la Isla de Santo Tomé pusimos rumbo al este, entre la capital Sao Tome y Playa Inhame. Continuamos descubriendo antiguas Roças, pueblos pesqueros, playas de infarto y bellas cascadas, una zona donde la vegetación se vuelve más exuberante y el paisaje más indómito y solitario. En este Post os contamos cual fue nuestro recorrido y cuáles son los imprescindibles qué ver en el este de la Isla, incluyendo el símbolo más importante y representativo del país, el imponente Cao Grande.
Santo Tomé y Príncipe es uno de los países menos visitados de África y del mundo, con escasos 20.000 turistas al año (antes de la pandemia), realmente un auténtico paraíso por descubrir. Si estas leyendo este Post es porque quieres ser uno de esos pocos viajeros afortunados por ello te recomendamos que visites estos dos artículos que hemos escrito: Consejos para viajar por libre Santo Tomé y Príncipe y 10 Imprescindibles qué hacer y ver en Santo Tomé y PríncipeIMPRESCINDIBLES EN EL ESTE DE SANTO TOMÉ. ROÇAS, PLAYAS Y NATURALEZA
ROÇAS DEL ESTE DE SANTO TOMÉ
Roça Agua Ize, entre cacao y café
La Roça de Agua Izé se disputa el honor junto con la de Agostinho Neto de ser la más grande de la isla. A diferencia de otras antiguas plantaciones, Agua Izé permanece en funcionamiento en la actualidad. Se trata de una comunidad muy viva en la que la mayoría de sus habitantes aún se dedican al cultivo, la producción y la exportación del cacao y del café, cuyo trabajo tuvimos la suerte de poder ver in situ. En la parte baja de la Roça encontramos una maraña de casas, entre las que aún pueden verse algunos almacenes y edificios originales. Uno de ellos se ha reconvertido en una Sala de exposición y Educación Ambiental llamada FACA, (fabrica das artes, ambiente y ciudadania activa) donde niños y jóvenes fabrican piezas a partir de materiales reciclados muchos de los cuales están a la venta. En esta zona también veremos el colegio y parte de la infraestructura (ya abandonada) que se usaba para llevar el cacao al puerto.
En la parte alta de la Roça encontramos una de las imágenes más icónicas de Santo Tomé, el antiguo Hospital de Agua Ize, hoy en estado ruinoso y que sirve de vivienda para varias familias. Rodeado de una algarabía de niños subimos por sus famosas escaleras hasta la parte alta del edificio desde donde las vistas son simplemente espectaculares tanto a la Roça, desde donde se aprecian sus dimensiones, como el paisaje que le rodea.
A escasos metros del hospital, recientemente se ha creado un pequeño restaurante de gestión local, con un cuidado jardín y unas vistas de infarto a Praia Ize. Allí disfrutamos de una merecidas cervezas aunque también es posible comer, siempre y cuando se avise con al menos un día de antelación.
Roça San Joao dos Angolares y su famoso restaurante
Si queréis disfrutar de una comida o cena diferente y alojaros en un antiguo edificio colonial totalmente restaurado, os recomendamos hacer una parada en la Roça San Joao dos Angolares. Posiblemente la mejor oferta gastronómica de la isla donde el famoso chef portugués Joao Carlos Silva, que contó en el país galo con su propio programa de televisión, ofrece un menú degustación por 30€ elaborado con alimentos frescos de la isla combinado con sabores vanguardistas.
Muy cerca de la Roça San Joao dos Angolares encontramos el Restaurante Mionga (en la misma carretera, a pocos kilómetros al sur de la Roça.) y, sin duda, es otro de los lugares en los que recomendamos comer al visitar el este de Santo Tomé. La comida, de carácter local con un menú cerrado a base de pollo, pescado, fruta del pan y plátano frito está muy bien elaborada, es muy sabrosa y nos sorprendió. Además el local cuenta con un entorno privilegiado y con unas vistas hacia una bonita playa desierta y los manglares que la rodean. Os recomendamos reservar ya que la primera vez que pasamos por él estaba cerrado.
LAS MEJORES PLAYAS DEL ESTE DE SANTO TOMÉ
Praia das Setes Ondas, la mejor playa para hacer Surf
La Praia das Setes Ondas fue un lugar que descubrimos por casualidad y rápidamente se convirtió en una de nuestras playas favoritas de esta zona de Santo Tomé. Una de las correas del 4×4 se rompió justo a la altura de esta playa y rápidamente los locales que estaban cerca se ofrecieron desinteresadamente a ayudarnos (la amabilidad y disponibilidad de los habitantes de Santo Tomé merece un Post aparte). Una vez solucionado el tema de la correa nos acercamos a la playa donde hay un pequeño chiringuito (Coconut´s Bar) que es también escuela de surf (Surf Club Sete Ondas), no en vano nos comentaron que la Praia das Setes Ondas es una de las más famosas para la práctica de este deporte. Uno de los locales que nos ayudó con el 4×4 era el dueño del local y su hermano de la escuela de Surf así que decidimos comer allí. Menú a la brasa de pollo y pescado con buena cerveza local bien fría (algo que suele escasear), sin duda lo recomendamos.
Praia Micondo
Ya desde la carretera nos dimos cuenta porque es considerada una de las mejores playas de Santo Tomé y es que su belleza salvaje es inigualable. Para llegar hasta Praia Micondo hay que dejar el coche en la carretera principal y bajar unos cinco minutos por un camino de tierra (que nosotros encontramos embarrado porque llovía bastante). Se trata de una media luna perfecta de arena fina, rodeada de palmeras y una vegetación exuberante. El tiempo no acompañaba y no pudimos bañarnos, pero a cambio pudimos pasear y conocer a una familia de pescadores que llegaban en ese momento después de una mañana poco fructífera. Santo Tomé nos proporcionó instantes y momentos únicos junto a sus habitantes que nos llevamos muy dentro.
Al lado de Praia Micondo se encuentra Pousada Vila Paraiso que fue nuestro alojamiento en el lado este de Santo Tomé y, de verdad, que el nombre no le puede ser más justo, un auténtico y espectacular paraíso. Este Hotel se encuentra en un saliente de tierra, en lo alto de una pequeña colina, al que se accede por un estrecho camino de tierra. En el edificio principal (están construyendo más) están las habitaciones, limpias, de madera y con baño propio. Pero lo mejor de Pousada Vila Paraiso es su jardín y su increíble cenador con vistas a dos preciosas playas, una de ellas Micondo. La vegetación es abrumadora y, cuando está despejado, se puede ver el Pico Maria Fernandes uno de los más altos de la isla. Por supuesto os lo recomendamos y si tenéis la suerte de ir, saludar de nuestra parte a “Chica” la mascota del Hotel, una alocada titi que fue la protagonista durante nuestra estancia.
NATURALEZA IMPRESCINDIBLE EN EL ESTE DE SANTO TOMÉ
Boca do Inferno
A escasos dos kilómetros de la Roça de Aigua Ize encontramos una de las muchas maravillas naturales que esconde la isla de Santo Tomé, la conocida como Boca do Inferno, una “calzada” formada por columnas de basalto provenientes de una erupción volcánica (el mismo origen que la famosa Calzada de los Gigantes de Irlanda a la que tanto recuerda).
La erosión ha creado un puente natural junto a la costa por el que entra con fuerza el agua del mar que termina chocando de forma muy agresiva y formando una densa espuma. A pesar de su belleza es una zona bastante peligrosa, no se encuentra señalizada pero los habitantes que se encuentren cerca rápidamente te lo harán saber, por lo que hay que extremar las precauciones y no menospreciar la fuerza del mar. Se puede dejar el coche en un pequeño aparcamiento donde encontramos uno de los pocos lugares con puestos de souvenirs de toda la isla.
Cascada da Praia Pesqueira
Situada en la zona de Ribera Peixe, encontramos una de las cascadas más bellas de la isla. No será la más alta, ni la más caudalosa, pero el lugar donde se encuentra, a escasos metros de mar abierto y el paisaje que la rodea, la hacen especial. Se puede visitar desde ambos lados cosa que por supuesto os recomendamos. Para ir al margen derecho de la cascada, viniendo del norte de la isla, se toma un desvío desde la carretera principal por una pista de tierra (está señalizado) y tras atravesar un pequeño pueblo podrémos dejar el coche. Para llegar al margen izquierdo debemos continuar desde el primer desvío unos 2 km por la carretera principal hasta llegar a otro desvío que indica «Complexo Mioba» y que lleva a un pequeño restaurante abierto recientemente y que tiene unas vistas increíbles tanto a la cascada como al mar donde desembocan sus aguas.
Cao Grande, el símbolo de Santo Tomé y Príncipe
Es muy probable que si buscamos «qué ver y hacer en Santo Tomé y Príncipe» la imagen que más se repita sea la del conocido como Cao Grande, la postal más típica de la isla y todo un símbolo nacional. Esta rareza natural que se encuentra dentro del Parque Nacional de Obô es en un cono volcánico de más de 600 metros de altura localizado en medio de una espesa selva, formado por la solidificación de la lava de una antigua erupción volcánica y la posterior erosión. Como curiosidad, muy pocas veces se ha conseguido llegar a la cima del Cao Grande tanto por las características de su orografía como por las condiciones de vegetación y la climatología.
Los mejores miradores para ver el Cao Grande están a pie de la carretera principal a partir de la localidad de Ribeira Peixe, así que lo mejor es ir preparando la cámara de fotos y parar cada vez que veamos una nueva perspectiva. No obstante os recomendamos dos puntos, el primero en el que hay un pequeño ensanche de la carretera y se veo rodeado de plantaciones de palmeras o, apenas un kilómetro después, a la altura del puente que cruza el rio. Es muy habitual que el Cao Grande se encuentre cubierto de nubes, hay que tener paciencia.
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