Sihanaukville y la isla de Koh Rong, las mejores playas de Camboya

En todo viaje por el Sudeste Asiático hay que tener unos días de relax y eso es precisamente lo que pensábamos hacer en la isla de Koh Rong, la segunda más grande de toda Camboya y todo un paraíso de arena blanca. Pero para acceder a ella hay que hacer una parada obligatoria en la localidad de Sihanaukville, para muchos en lugar sin más interés que la fiesta y el alcohol pero en el que se pueden encontrar rincones donde descansar y disfrutar de sus playas.

SIHANAUKVILLE, CÓMO LLEGAR Y DONDE DORMIR

Es la principal ciudad costera de Camboya y está conectada con la capital Phnom Penh en autobús varias veces al día en unas 4 horas y por unos 6$ y con Siem Read, base de los Templos de Angkor también con múltiples horarios incluido un autobús nocturno de unas ocho horas que utilizamos a la vuelta para no perder tiempo y ahorrar algo de dinero.

Nuestra primera idea al llegar a Sihanaukville era ir directamente a la isla de Koh Rong, pero el último ferry a las 16h ya había partido por lo que nos quedamos en la playa de Serendipity, junto al embarcadero. Nos alojamos en la misma calle, en el GBT Beach Guesthouse, en una habitación doble con baño por unos 18$ la noche, el alojamiento más caro de Camboya. Decidimos pasar la tarde noche descansando y disfrutando de los bares a pie de playa,al caer la noche se muestran de lo más animados incluyendo espectáculos de fuegos artificiales y son ideales para disfrutar de unas cervezas. Para cenar recomendamos la pizzería Piazza Pizza, regentada por un chef italiano y que nos gusto tanto que repetimos a la vuelta de la isla.

KOH RONG, EL PARAÍSO DE CAMBOYA

Pero lo que nos había movido a llegar hasta esta zona de Camboya era visitar sus islas, frente a la costa de Sihanaukville hay más de una docena de ellas pero las más conocidas son  Kong Rong Saloem, tranquila y con resort de lujosos, y la isla de Koh Rong, más visitada por mochileros y por la que nos decantamos.

Llegar a Koh Rong desde Sihanaukville

Durante todo el año hay un Ferry rápido que conecta ambos puntos varias veces al día (los horarios suelen cambiar según estemos en temporada alta o baja) en 45 minutos, el precio, aunque se puede regatear, está en torno a los 20$ ida y vuelta. En temporada alta también existe un barco lento que conecta con las islas en un par de horas y por la mitad de dinero.

Qué hacer en la isla de Koh Rong

Según nos acercábamos a la isla con el ferry, la idea de que estas llegando al paraíso se incrementa, una larga línea de arena blanca rodeada de tupida vegetación te da la bienvenida. En Koh Rong de apenas 15 kilómetros de largo, no hay coches y la luz eléctrica solo funciona durante unas pocas horas al día, desde hace años corre el rumor de querer convertir la isla en un lugar plagado de resorts e incluso con un aeropuerto pero por fortuna esos planes están paralizados y aun se puede disfrutar de su ambiente tranquilo y relajado. Sí que hay que decir que en algunas zonas, debido a las corrientes se acumulan algas y algo de suciedad procedente del continente y que puede dar un aspecto descuidado. Frente al embarcadero, en la zona conocida como Koh Tuich es donde se encuentran la mayoría de alojamientos, restaurantes y bares abiertos. Nos decantamos por una cabaña de madera con un pequeño patio en la entrada con hamacas.

El cielo parecía nublarse, comimos rápido, cogimos las gafas y el tubo de snorkel para disfrutar de la playa más cercana. Por la noche recomendamos cenar una riquísima barbacoa en uno de los múltiples restaurantes que las ofrecen a pie de playa, la fiesta y la música en la isla dura hasta alta horas de la madrugada pero no tuvimos ningún problema de ruido para dormir.

A la mañana siguiente parecía que el sol quería salir tímidamente por lo que nos decimos a caminar, atravesando la isla en un paseo de casi una hora por la selva para llegar a la playa conocida como Long Beach, 7 kilómetros de playa virgen que esa mañana estaba para nosotros solos. Es importante recodar llevar agua ya que aquí no hay ningún sitio donde comprarla.

Se puede pedir a algún barquero local que vaya a buscarnos para evitar la caminata de vuelta, aunque nosotros preferimos hacerlo a pie acercándonos a los manglares. En la isla también se pueden alquilar kayaks para recorrerla o contratar alguna excursión de snorkel o buceo por las zonas próximas. Sin duda todo un acierto disfrutar en Koh Rong de un pequeño descanso antes de continuar hacia uno de los platos fuertes del viajes: los Templos de Angkor!!!