La aventura africana llegaba a su fin pero habíamos dejado para el final uno de los platos fuertes: el desierto de Namibia. El Parque Nacional Namib-Naukluft esta englobado a lo largo de la costa de Namibia ocupando 50.000km2 y es el desierto más antiguo del mundo. Decidimos, como la mayoría de los viajeros, visitar la zona de Sossusvlei para poder acceder a la Duna 45, el Dedvlei y el Cañon del Sesriem.
DONDE DORMIR CERCA DE LA DUNA 45
Uno de los mejores amaneceres que se pueden vivir es en lo alto de la Duna 45 y para ello es necesario dormir en alguno de los campings de Sesriem. Nosotros optamos por el Sesriem Campsite, lo reservamos desde España antes de partir puesto que es uno de los más concurridos. El precio es de 180N$ por persona (precio de 2016), cuenta con parcelas privadas con barbacoa, baños y duchas comunes con agua caliente, un restaurante y una tienda donde además de suvenires se paga la entrada al parque nacional.
El camping abre al amanecer y cierra al caer el Sol, nosotros llegábamos de Swakopmund, donde lo pasamos en grande haciendo surf en las dunas, y aunque solo nos separaban unos 300km, la carretera hasta aquí es una de las peores por las que hemos circulado, si bien es cierto que se pasa por sitios tan increíbles como el Cañon Kuiseb o el trópico de capricornio el trayecto es de unas 5 horas y casi no llegamos antes de la puesta de Sol.
Preparamos la cena en nuestra parcela, rodeados de orix y springbox que no dudaban en acercarse a comer un poco de pan, mientras disfrutábamos de un cielo estrellado que jamás habíamos visto, con la cruz del sur y la vía láctea incluidas.
LA DUNA 45, SUBIMOS A LA DUNA MÁS ALTA
A las 04:30h de la madrugada ya estábamos en pie dispuestos a recorrer los 45km que nos separaban de la Duna. Se estaciona en un parking improvisado que hay a los pies de la misma y aunque es imposible subir solos, nosotros no tuvimos la sensación de agobio y de gentío que nos habían contado. ¿Por qué es famosa la Duna 45 y no cualquier otra? La Duna 45 es la más alta de las accesibles, siendo la que mas altura tiene la Duna 7, que está a las afueras de Swakopmund. La 45 tiene una altura de 180 metros y está formada por arena proveniente del desierto del Kalahari y del Namib de hace más de 65 millones de años.
Una de las características del desierto del Namib es su color rojo intenso, provocado por la oxidación del hierro que hay en los granos de arena además de su propia antigüedad (cuanto más roja sea la duna más antigua es).
La ascensión que no es dura, sí que es costosa, ya por si es agotador caminar por la arena y si a eso le añadimos el fuerte viento de cara que teníamos ese día lo complica un poco más. En fila y siguiendo las pisadas del primero vamos subiendo poco a poco para disfrutar del amanecer.
Es un momento mágico, que se nos quedara siempre grabado como uno de los más especiales de nuestra vida viajera. Poco a poco el Sol va ascendiendo entre las Dunas dejando ver el sobrecogedor paisaje del Namib. En silencio observamos el cambio de color de las Dunas, de la arena e interiorizamos aquella belleza hasta que fuimos los últimos que quedaban en lo alto, un viejo orix salió al paso y nos saco de ese sueño.
EL DEADVLEI, EL LAGO MUERTO
La siguiente parada es el DeadVlei (lago muerto) a unos 20km. Nos adentramos por este mas de dunas hasta llegar a una zona, a unos 5km del parquing del Dead Vlei desde donde solo se puede acceder en 4×4.
Desde el aparcamiento, podemos ascender a una duna desde donde se ve una vista general del DeadVlei o bien seguir andando por abajo hasta llegar al mismo, que es lo que hicimos nosotros. Este Lago Muerto es un enorme salar que hace cientos de años ocupaba un lago y que ahora solo lo habitan “esqueletos” de los arboles conocidos como espuma de camello, que se secaron hace mas de 900 años. Todo ello rodeado de enormes y rojas dunas, un paisaje simplemente sobrecogedor.
EL CAÑÓN DEL SESRIEM
Eran las 11 de la mañana, volvimos al camping para recuperar algo de fuerzas y continuar con otra de las atracciones de la zona, el Cañón del Sesriem, escavado en la tierra con sus 2km de longitud y 30m de alto. Hay un acceso a mano izquierda desde la entrada del camping y son solo 4km de buen camino.
Tocaba despedirse del desierto, de su arena roja, de su magia y grandeza para empezar, lo que supondría para nosotros, la vuelta a casa. Esa misma noche queríamos llegar a Windhoek, la capital de Namibia, una ciudad con mucho ambiente pero sin aparentes atractivos. Nos separaban unos 300km por una carretera, por llamarla de alguna manera, de grava en un continuo sube y baja, atravesando incluso ríos y cursos de agua.
En este trayecto es parada obligatoria Solitaire que durante muchos años fue la única gasolinera que había entre las dunas de Sossusvlei y la carretera de Windhoek .
Actualmente, Solitaire, es la única estación entre las dunas en Sossusvlei y la costa en Walvis Bay además de un reclamo turístico por la colección de coches antiguos y deteriorados que hay en sus alrededores y por tener, la que dicen es, la mejor pastelería de África (como será la peor). Pastelería fundada por Percy Cross McGregor. Solitaire es también muy famosa por ser el título del libro del autor holandés Ton van der Lee que trata de su permanencia en este lugar, muy famoso en los países bajos.
Al llegar a la capital nos alojamos en el Banting Selfcatering Accommodation por 20€ por persona. Teníamos dos apartamentos con baño y cocina dentro. Los dueños encantadores, se desvivieron por nosotros, nos invitaron a unas cuantas cervezas y charlamos durante un buen rato sobre Namibia, sus gentes y su cultura. Para cenar en Windhoek es parada obligatoria el Joe´s Beer House, famoso tanto entre los locales como los turistas. Es un local con una sobrecargada decoración y una extensísima carta donde se pueden probar todos los animales que hemos visto en el viaje (orix, springbox, kuddu, cebra, cocodrilo, etc) Un broche genial para un viaje y un país inolvidables.
Booking.com