La provincia de Cuenca (Castilla La Mancha) guarda innumerables atractivos, algunos tan famosos como la Ciudad Encantada o la propia capital, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pero sus tierras cuentan con otros muchos encantos menos conocidos y no menos impresionantes. Es el caso de las Torcas de Tierra Muerta y Palancares o las Lagunas de Cañada del Hoyo, donde os proponemos pasar un fascinante fin de semana.
Aunque este increíble lugar es poco conocido y no está masificado existe la posibilidad de contratar un Tour que sale desde Cuenca y recorre la zona sin dejar nada por visitar, os dejamos toda la información en este enlace
Tierra Muerta y Palancares, torcas y leyendas en la Serranía de Cuenca
A pesar de su cercanía con la capital conquense, escasos 25 kilómetros, el paraje de Tierra Muerta y Palancares, declarado Monumento Natural es aún poco visitado. Con un nombre misterioso y porque no, poco atractivo, este paisaje de belleza sobrecogedora situado al sur de la Serranía de Cuenca guarda una gran riqueza natural.
Extensos sabinares y pinares de pino negro lo rodean, pero lo más característico de la zona son las formaciones conocidas como Torcas, enormes depresiones del terreno, formadas por el colapso o hundimientos de las capas superiores de roca caliza y cuyo diámetro supera en ocasiones los 100 metros. Llama la atención en todas ellas su forma circular casi perfecta, la gran cantidad de cuevas y de vegetación que proliferan en las laderas verticales. Las torcas, junto a las simas y sumideros conforman uno de los más curiosos modelados kársticos de la península. El nombre de Tierra Muerta procede del hecho de que el agua que cae en ellas se filtra en su totalidad a los acuíferos, dando la sensación de gran sequedad al terreno.
Existen más de una veintena de estas formaciones, cada una de ellas con un nombre que nos remite al imaginario popular. Para recorrerlas lo mejor es dejar nuestro coche en el parking situado junto la caseta de turismo y un mapa informativo de los senderos. El paseo completo, que puede durar algo más de tres horas, está bien señalizado con carteles y marcas de distancia entre una torca y otra. Además es posible acortarlo tanto como queramos siguiendo las indicaciones que nos devuelven hasta el parking.
Recomendamos realizar el recorrido a favor de las agujas del reloj, comenzando por el Torcazo, de enormes dimensiones y cubierto de vegetación y la Torca del Agua, hasta llegar a una de las más espectaculares, la Torca del Lobo.
Según cuenta la leyenda, Zacarías, un pastor de la zona, se adentro en este paraje para dar caza a un lobo que estaba matando a su ganado. Cuando encontró al animal le disparo, hiriéndole de gravedad pero este cayo a la torca y no supo más de él. Pronto llego la noche y con ella el frio, Zacarías pensó que moriría congelado allí mismo. Pero entonces, el lobo, le invito a pasar la noche en su refugio, escondido en la misa Torca. Desde entonces Zacarías se convirtió en un gran amante de los animales, en especial de los lobos, y de aquel que le salvo la vida.
Si hacemos el paseo completo acabaremos en la Torca de la Novia, la más pequeña y menos profunda pero muy bonita debido a la vegetación que la rodea. Su leyenda es la más trágica.
Hace muchos años en un pueblo cercano a este paraje vivía una joven a la cual sus padres le habían arreglado una boda con un hombre rico de otro pueblo cercano. La muchacha perdidamente enamorada y correspondida de otro zagal de su pueblo se lo contó a sus padres, pero estos viendo que el enamorado era pobre, la obligaron a casarse con el pretendiente rico. La joven triste y desesperada, al llegar el día de su boda de camino a la celebración al pasar por esta torca se arrojo al vacio acabando con su vida.Desde este punto además podemos seguir las indicaciones para visitar dos ejemplares singulares de pinos, como son el Pino Candelabro, llamado así porque sus ramas parecen simular este objeto y el Pino Abuelo de más de 500 años.
Llegar a Tierra Muerta desde Cuenca es muy sencillo, basta con tomar la N-420 hasta el pueblo de Mohorte desde donde sale un desvío bien señalizado.
Las lagunas de Cañada del Hoyo, las lagunas de colores
Dejando atrás la Torca de la Novia y continuando por la carretera en dirección a Cañada del Hoyo, encontramos a unos tres kilómetros antes del pueblo un desvió que nos lleva hasta el parking de esta zona. En este Monumento Natural encontraremos hasta siete lagunas, de forma perfectamente redonda, que se dividen varios grupos. Las 3 del grupo superior, que se pueden visitar de manera gratuita. Y las que forman el grupo inferior estan ubicadas dentro de la Finca siete leguas, donde es necesario abonar 2,50€ para poder acceder.
Como sus vecinas torcas de Tierra de Muerta, estas lagunas se originaron por el hundimiento de la roca caliza en las capas superiores del terreno pero, a diferencia de las anteriores, estas sí están llenas de agua, ya que no se filtra hacia el subsuelo. Su mayor curiosidad es que cada laguna parece tener el agua de un color diferente y que además cambia según donde se encuentre uno. La explicación para ello es la presencia de unos microorganismos que hacen posible este cambio de coloración, que es apreciable según desde donde miremos, aunque en realidad si tomásemos una muestra de agua de cada laguna esta seria transparente en todas ellas. En este extraño fenómeno también influye la incidencia de la luz, el momento del día y la estación del año.
En nuestro caso visitamos únicamente las tres lagunas superiores, conocidas también con nombres populares como la Laguna de la Gitana, en la que hasta hace unos años estaba permitido el baño, pero a día de hoy tan solo se puede bajar a su orilla.
El Lagunillo del Tejo, la más pequeña de las tres.
Y la conocida como Laguna del Tejo, quizá la más espectacular y con los cambios de color más significativos.
En este enlace os dejamos la página de la oficina de Turismo de Cuenca para mas información sobre este increíble lugar.
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