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Trogir es un pequeño pueblo de la costa de Croacia en el que es imprescindible parar si estamos en ruta por el país. En realidad Trogir es una pequeña isla del Adriático unida al continente por dos puentes. Se dice de ella que es la ciudad medieval más antigua de la costa dálmata y fue incluida en 1997 dentro del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Cómo llegar a Trogir desde Split, Croacia
Trogir se encuentra en la región de Dalmacia, a unos 30 kilómetros al norte de la ciudad de Split, la capital de la región. La mejor forma de llegar es en coche por la carretera D-58, que discurre serpenteante paralela a la costa. A lo largo del trazado y a la altura del pueblo de Sibenik nos cruzaremos con varios miradores desde los cuales tendremos magníficas vistas a Trogir. Hay que tener en cuenta que el casco histórico de Trogir es peatonal, por lo habrá que dejar el coche en algún parking de pago habilitado, os recomendamos el que se encuentra junto al puente.
Pero si no contamos con coche, no hay que preocuparse, desde Split salen cada media hora autobuses hacia Trogir que apenas tardan en llegar 45 minutos y la línea de ferrys Bura Line también conecta ambas poblaciones por mar.
Otra opción es contratar alguna de las muchas excursiones que se ofertan y con las que, además, podremos combinar con otros puntos de interés como la bonita población de Sibenik.Qué ver y hacer en Trogir en 1 día
Trogir tiene una superficie de poco más de 1 km cuadrado, pero sus calles atesoran una enorme riqueza histórica y artística que lo hacen uno de los lugares más atractivos de la costa adriática. Fueron los griegos quienes fundaron en el Sg. III a.C la ciudad, elaborando su característico trazado en forma de cuadricula, posteriormente romanos, sarracenos, eslavos y especialmente venecianos dejaron su impronta en el pueblo, palpable a cada paso que damos.
Tras cruzar el puente que une Trogir con el continente, llegamos a la puerta (Sg. XVIII) de entrada al centro histórico de la ciudad, el único lugar que permanece en pie de la antigua muralla. Lo ideal es deambular por sus callejuelas repletas de edificios barrocos y renacentistas, tiendas de productos típicos y recuerdos y rincones con encanto que nos permitirán empaparnos su ambiente relajado.
Plaza Juan Pablo II (Ivana Pavla II) de Trogir
El corazón de Trogir es la Plaza Juan Pablo II (Ivana Pavla II), en ella encontramos algunos de los edificios más representativos de la ciudad.
La catedral de San Lorenzo es visible desde cualquier punto de Trogir y siendo su edificio más representativo. Se comenzó a construir en el año 1240 pero no se finalizo hasta casi cuatro siglos después en 1590.
En ella destaca el portal de origen románico elaborado por Redovan y su campanario de 47 metros de altura, en el que se pueden apreciar las diferentes “tendencias” y estilos arquitectónicos por los que se paso durante su construcción. Se puede subir al campanario para tener las mejores vistas de Trogir.
Otro de los puntos destacados de la Plaza de Juan Pablo II, es la Iglesia de San Salvador, fue construida sobre los restos de una antigua iglesia del sg. XI y en ella destaca su torre de 50 metros de alto y coronada por un enorme reloj.
Dos de los palacios más famoso de la Plaza Ivana Pavla II son el Palacio de los Rectores que se levantó en el Sg. XIII y desde el Sg. XIX se ha convertido en la sede del Ayuntamiento de Trogir y el Palacio Cipiko, de estilo veneciano, fue la residencia de una de las familias más poderosas y adineradas de Trogir, hoy permanece como uno de sus edificios más bellos.
Castillo-fortaleza del Camarlengo
Fuera ya de la plaza merece la pena acercarse al Castillo-fortaleza del Camarlengo. Construido por los venecianos para servir de hogar al camarlengo, encargado de administrar las riquezas de la Iglesia, fue usado también como fortaleza durante 400 años. La Torre de San Marcos, anteriormente unida al castillo, se levanto para uso defensivo, ya que su función era vigilar a los barcos que se acercaban a Trogir.
Paseo maritimo de Trogir
Por último, otro de los lugares más agradables de la ciudad es su Paseo Marítimo, ideal para caminar junto al Adriático o sentarnos a tomar algo en alguna de sus terrazas.
