El safari por el Parque Nacional de Chobe, situado al norte de Botswana es uno de los más famosos de África, la reserva ocupa una extensión de 11.000 km2 y destaca sobre todo por sus población de elefantes que se calculan en la actualidad en más de 120.000, también pueden verse gran cantidad de depredadores en la zona de Savuti, además de cebras, hipopótamos y todo tipo de antílopes ya que es utilizado como paso de sus migraciones anuales.
Veníamos de haber pasado la noche en Livingston y de visitar las impresionantes cataratas Victoria, al volver nos alojamos de nuevo en el Kawalope Safari Lodge (actualmente la web de este alojamiento esta fuera de servicio y no hemos podido contactar con ellos, pero podréis encontrar muchos alojamiemtos en este enlace de Kasane), donde habíamos dejado el coche el día anterior. Teníamos la reserva para el tour por el Chobe Riverfront a las 15h por un precio de 225 pulas por persona. Como íbamos a visitar varios parques a lo largo de nuestro viaje por Botswana y Namibia y el tiempo era bastante limitado queríamos hacer el safari “más típico” en cada uno de ellos.
SAFARI POR EL RIO CHOBE DESDE KASANE, CHOBE RIVERFRONT
En la recepción del hotel nos esperaba nuestro guía, que se convertiría también en el capitán del barco. Nos montamos en un jeep para trasladarlos hasta el embarcadero en un paseo de unos 20 minutos. Había varias barcas de gran tamaño, pero tuvimos suerte, la nuestra era una barca pequeña solo para nostros y con una zona techada para protegerse del sol. Una vez acomodados la primera parada la hicimos en la caseta donde nos registramos y se paga la entrada, incluida en el precio del safari. Habíamos leído que la mejor hora para poder ver vida salvaje es el atardecer, cuando acuden a beber. El Chobe es un rio inmenso, de aguas color marrón donde se forman gran numero de islas en las que los herbívoros pastan al sol, pero siempre cerca del agua. Los primeros animales con los que nos topamos fueron dos enormes elefantes macho que bebían junto a la orilla, nos acercamos a menos de un metro de ellos, nunca habíamos estado tan cerca de un elefante en libertad. Impresiona e incluso sentimos algo de miedo.
Continuamos navegando por el rio, sabiendo ya que la excursión nos iba a reportar grandes momentos. A lo lejos se veían gran número de animales pastando pero nos llamo la atención un enorme búfalo, uno de los “cinco grandes” que nos faltaban por ver.
Los 5 grandes son: León, Rinoceronte negro, Elefante africano, Leopardo y Búfalo africano.Cada pocos metros asomaban unas pequeñas orejillas rosadas del agua, perteneciente a los numerosos hipopótamos que plagan el rio, volvimos a comprobar, como ya nos paso en el delta del Okavango como es sin duda, el animal al que más temen los guías de Botswana, siempre evitan acercarse a ellos. Finalmente conseguimos ver a uno de ellos sacando su enorme cuerpo del agua.
Ñus, cebras, decenas de impalas forman la estampa perfecta de las islas del interior del rio. Pero como ya había comentado, el Chobe es famoso por su población de elefantes por lo que durante la travesía nos encontramos con varios grupos de paquidermos haciendo sus “labores” cotidianas, disfrutando de baños de barros, jugando con los más pequeños.
Pero uno de los momentos más especiales fue al acercarnos hasta un meandro del rio donde una manada de unos 14 o 15 elefantes de todas las edades se preparaban para cruzarlo. Es alucinante verles atravesar el rio en fila hacia una forma de mayor vegetación donde pasan la noche. El guía nos dijo que habíamos tenido suerte, sobre rodo porque unos metros más adelante nos topamos con otra manada aun mayor.
Si bien es cierto que durante la mayor parte del recorrido no nos sentimos agobiados por la presencia de otros turistas, en momentos más puntuales como este la presencia masiva puede hacer que se pierda algo de la magia del momento.
Pero hay más animales en sus aguas, como los cocodrilos, algunos de enorme tamaño y a los que nuestro guía no tenía ningún reparo en acercarse.
La tarde iba cayendo y pusimos rumbo de vuelta hacia el embarcadero, disfrutando del vuelo de multitud de aves y, sobre todo, del atardecer, uno de los más bonitos del continente africano, de esos que se quedan grabados en la mente para siempre. Sin duda la visita al Chobe Riverfront es uno de los imprescindibles de cualquier viaje a Botswana.
De vuelta al camping, acompañados de unas cervezas, planeamos el que sería nuestro próximo destino: Namibia y la franja de Caprivi.
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