Tallin, la capital de Estonia, es también su centro político, administrativo y cultural. Situada a orillas del Golfo de Finlandia posee unos de los cascos urbanos medievales mejor conservados de toda Europa. Pasear dentro de los muros de la ciudad, por sus callejuelas adoquinadas, es como hacerlo por un cuento de princesas, caballeros con armadura y dragones.
El casco histórico de Tallin, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1997 está dividido en dos barrios: la ciudad baja o Vanalinn y la ciudad alta, Toompea. Según cuenta la leyenda la colina de Toompea se fundó en el lugar donde se encontraba la tumba del valeroso guerreo Kalev, y sobre la que su mujer, Linda, fue colocando piedras.
Tallin, qué ver y hacer
Existen muchas formas de visitar Tallin y descubrir sus encantos, desde visitas guiadas en Español muy completas que muestran toda la ciudad y que son realmente baratas hasta tours privados más caros (también en Español) pero perfectos para grupos grandes, sin olvidarnos de el Bus Turístico tan práctico en un primer acercamiento a la ciudad.
Tallin, y más en concreto su casco antiguo, está lleno de rincones con encanto, callejuelas con pequeñas tiendas de artesanía, restaurantes como el Olde Hansa y el III Droakan donde saborear autentica comida y bebida estona en un ambiente que nos transporta directos a la época del Medievo con músicos y artistas callejeros. Además Tallin es una ciudad en la que se respira tranquilidad, donde se puede ir andando a todos los sitios, es una ciudad que invita a pasearla.
Lo mejor qué ver en Tallin en 1 día
La Plaza del Ayuntamiento es sin duda el centro neurálgico y punto de encuentro de la ciudad vieja. Destacan sus preciosas casas de colores de tejados inclinados. Durante el verano, la plaza se llena de terrazas donde la reina es la cerveza Saku, nosotros tuvimos la suerte de que durante la visita, principios de julio, se celebraba en la ciudad las Jornadas Medievales por lo que estaba repleta de puestos de comida, bebida y todo tipo de recuerdos y artesanía, así como representaciones típicas de la época.
Pero el edificio más imponente y que le da nombre es el del propio Ayuntamiento, el único de estilo gótico de todo el norte de Europa, en el que además de su fachada decorada con gárgolas de dragones destaca su torre y en especial la veleta con la figura conocida como Vana Tomas o el Viejo Tomás.
Vana Tomas es uno de los personajes más queridos por los habitantes de Tallin, que, según cuenta la leyenda, en tiempos remotos cada primavera se celebraba un concurso de tiro con arco solo para nobles en el que había que derribar de un solo lanzamiento un papagayo de madera, un año ninguno lo logro y un joven de familia modesta probo suerte tirándolo a la primavera, Tomás, que así se llamaba, fue nombrado aprendiz y con el tiempo consiguió grandes victorias como soldado.
Otra visita que merece la pena en la plaza es la que dicen la Farmacia más antigua de Europa, esta activa desde 1422 y su interior parece un museo de pócimas, hierbas y aparatos de medición. Por su parte, la Iglesia del Espíritu Santo, junto a la plaza cuenta con el reloj más antiguo de toda Estonia.
Fuera ya de la plaza, uno de los rincones más bellos de la ciudad es el Pasaje de Santa Catalina, entre arcos abovedados recorremos los muros de un antiguo convento dominico en cuyas paredes aun se pueden ver algunas tumbas. Además encontramos varios talleres de artesanos y joyeros mucho más auténticos que los que se pueden visitar dentro de la plaza.
Otro de los símbolos de la ciudad son sus increíblemente bien conservadas murallas, donde se levantan numerosos torreones de cónicos tejados rojos. Conviene por tanto, visitar alguno de sus tramos, bien caminando junto a ellas o bien desde lo alto en las pasarelas que se han creado a tal efecto. Además muchos de estos torreones albergan hoy en día diferentes Museos. La puerta más emblemática de la ciudad es la llamada Puerta Viru, que da acceso a la animada calle del mismo nombre. Junto a ella son habituales los puestos de flores y pequeñas tiendecitas.
Pero la visita a Tallin no estará completa sino caminos por alguna de las dos calles que dan acceso a la ciudad alta, conocidas como pierna larga y pierna corta. Una vez en ella debemos acércanos a algunos de sus cuidados miradores entre los que destacan el Mirador Patkuli con unas inmejorables vistas a los tejados rojos y el entramado de la ciudad vieja y el Mirador Kohtu desde donde podemos ver el contrastes entre el casco antiguo y los edificios de la ciudad moderna.
La Catedral de Alexander Nevski es uno de los edificios más reconocibles de Tallin, se trata de un templo ortodoxo que nos recuerda que la ciudad perteneció al Imperio Ruso durante otra época. Su cúpula es la más grande de las catedrales ortodoxas construidas en el mundo. Aunque se llego a solicitar su demolición por la mayor parte de la ciudad, finalmente no se llevo a cabo y hoy en día es una visita obligada dentro del barrio de Toompea.
Tallin cuenta con una amplísima oferta cultural y de ocio, prueba de ello son la gran cantidad de artistas callejeros que hay en sus barrios, pubs con música en directo, representaciones al aire libre, etc. Muy destacables es la fiesta conocida como Ollesummer, se trata de la fiesta de la cerveza más importante de todo el Báltico donde hay decenas de carpas donde comer, beber o practicar deportes. Además cada día se celebran importantes conciertos de rock, en nuestro viaje pudimos ver en directo a los Killer Queen. Se celebra durante las primeras semanas se julio. Aquí os dejamos la web de la oficina de turismo de Tallin.
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Me viene genial el artículo ya que este verano, una de las escalas que hará el crucero que vamos a tomar, es en Tallin. Aunque ya tenía bastantes cosas anotadas, siempre se aprende algo nuevo!!