Cuando pensamos en los campos de lavanda, sin duda, lo primero que se nos viene a la mente son las imagines de la Provenza francesa, pero no hace falta irse tan lejos, en los campos de Brihuega, en la comarca de la Alcarria de Guadalajara (Castilla La Mancha) se cultivan unas 10.000 hectáreas de lavanda, el 10% de la producción mundial.
Este aceite esencial recibe en esta zona el nombre común de espliego y su floración tiene lugar cada año en las primeras semanas del mes de julio. Es durante estos días cuando las redondeadas colinas alcarreñas se muestran en todo su esplendor, especialmente al atardecer, cuando el color morado de las flores de la lavanda se intensifica y contrasta con el verde de sus tallos y el amarillo de los capos de cereales que los rodean.
Todo un regalo para la vista y también para el olfato. Lo ideal es llegar sobre las 21:00h y caminar entre los campos, con cuidado ya que las abejas son las otras grandes protagonistas, y disfrutar de la increíble puesta de sol sobre la lavanda mientras fotografiamos el momento.
La fama de esta zona y sobretodo de este cultivo no ha pasado inadvertida y por ello desde hace unos años el pueblo de Brihuega celebra un festival entorno a esta planta aromática: exposiciones, paseos didácticos, concursos, que cobra cada año más importancia convirtiéndose en un referente del turismo de la zona y cuyo punto álgido son los conciertos que tienen lugar en mitad de los campos. Este año 2018 el festival celebra la VII edición.
Campos de lavanda de Brihuega, cómo llegar y visitar
Brihuega, en la comarca de la Alcarria es el punto de partida para visitar los campos de lavanda aunque en realidad estos se extienden por varios municipios: Villaviciosa, Yela, Hontanares, Malacuera y Muduex.
Desde Madrid apenas nos separan 97 kilómetros, la mejor forma de llegar es tomar la autovía A-2 sentido Zaragoza hasta la salida 73, a la altura de Torija, y continuar por la CM-2011 que nos lleva directamente al pueblo de Brihuega. Una vez allí bastaría con preguntar a alguno de sus habitantes por sus famosos campos pero por si acaso os dejamos las coordenadas exactas: 40º 45´27.8N 2º46´51.8W, a unos 9 kilómetros dirección Malacuera por la GU-925.
Brihuega, visita al pueblo
La mejor manera de completar nuestra visita a la zona es realizar una parada en la bella localidad de Brihuega, una antigua villa amurallada de origen celtibero que fue declarada Conjunto Histórico Artístico en el año 1973.
El centro neurálgico de Brihuega es la Plaza del Coso, de gran belleza arquitectónica y donde en la actualidad se encuentra el Ayuntamiento y la oficina de turismo que ocupa el edificio de la que fuera la Real Cárcel de Carlos III. Además podemos visitar las cuevas árabes, un laberinto de galerías y túneles construidos entre los siglos X y XI y utilizadas durante los asedios a la ciudad.
Paseando por sus calles aun podemos encontrar algunos restos de la muralla así como dos de sus puertas: la llamada puerta del Arco de Cozagón, junto a la plaza de toros y la de la Cadena desde donde podemos acceder al Prado de Santa María.
Otro punto destacado es el castillo de Peña Bermeja, construido en la época árabe y ampliado por los cristianos siglos más tarde, y en la que destaca su capilla de la Vera Cruz de estilo gótico. Según cuenta la leyenda el color rojizo de la piedra con la que está construido proviene de la sangre de la bella Elisa, que fue asesinada por Abul, el alcaide del castillo, ante el rechazo de esta a casarse con él.
Junto al castillo destaca la Iglesia de Santa Maria de la Peña construida a principios del Sg. XIII por el Arzobispo D. Rodrigo Ximénez de Rada. La ciudad tiene varias iglesias destacadas como la de San Felipe o de la San Miguel y el convento de las Jerónimas de San Ildefonso.
Otro edificio destacado de Brihuega es la Real Fábrica de Paños, fundada por el rey Fernando VI en 1750, en la actualidad lo que más destacado son sus impresionantes jardines románticos, de inspiración versallesca decorados con farolas, fuentes, miradores. La localidad es también conocida como el Jardín de la Alcarria por contar con numerosas fuentes y manantiales, siendo la más conocida la llamada fuente de los doce caños o blanquina y que da pie al lavadero municipal.