Shibuya es uno de los barrios tokiotas que más popularidad tiene de toda la ciudad y posiblemente de todo Japón. Se encuentra en la línea de tren Yamanote, al oeste de Tokyo, principalmente es un barrio comercial y de entretenimiento y cuenta con gran popularidad entre los jóvenes desde hace más de 30 años, pero no solo son tiendas y restaurantes lo que esconde, es famoso por muchos más motivos.
QUÉ VER Y HACER EN SHIBUYA, EL BARRIO MÁS FAMOSO DE TOKIO
El cruce de Shibuya
En Shibuya está el Scramble Crossing (cruce revuelto) más famoso del mundo, se trata del conocido como Cruce de Shibuya, este alberga 5 pasos de cebra y 4 direcciones de tráfico diferentes. Se calcula que al día transitan por estos semáforos la friolera de 1 millón de personas y que cada vez que se ponen en verde los atraviesan 2500 peatones de media. Una locura. Aunque en Tokyo hay cerca de 300 Scramble Crossing este es el más famoso de todos ellos debido en gran parte a su ubicación, llena de pantallas gigantes, anuncios, música, etc. En este mismo cruce podemos encontrar el Starbuks con más afluencia del mundo desde donde podemos observar la marabunta humana desde una posición privilegiada.
La estatua de Hachikō
A muy pocos metros del cruce de Shibuya, en la misma puerta de la estación de tren, se encuentra la estatua del perro Hachikō, de raza Akita, que se hizo famoso por la lealtad que tenía hacia su dueño, el Profesor Eisaburo Ueno, hasta Richard Gere protagonizo una película narrando esta historia de amistad que ha trascendido las fronteras niponas.
Este perro, que actualmente se conoce como Chūken Hachikō (el perro fiel Hachikō) nació en 1924 y fue un regalo para el Profesor Ueno de la Universidad de Tokyo. Hachikō fue enviado dentro de un paquete desde la prefectura de Akita (que da nombre a su raza) hasta la estación de Shibuya, en un duro viaje de 2 días. Al llegar, el perro estaba desvanecido y lo dieron por muerto, aun así el Profesor Ueno, decido llevarlo a su casa para enterrarlo y al llegar Hachikō recobro de forma milagrosa la energía. Su nombre hace referencia a una ligera desviación en sus patas traseras que recordaban a ocho, hachi en Japonés. La amistad de Hachikō y el Profesor rápidamente se consolido hasta que se hicieron inseparables. Todas las mañanas el perro acompañaba al Profesor hasta la estación de tren de Shibuya para despedirlo cuando se iba a trabajar a la Universidad y por la tarde volvía a la estación para recibirle. Esta rutina paso a ser parte de la vida de ambos y no fue inadvertida para los comerciantes de la zona y transeúntes. El 21 de Mayo de 1925 el profesor Ueno falleció mientras daba una clase en la Universidad y esa tarde Hachikō, como era costumbre, fue a buscarlo a la puerta de la estación pero el profesor nunca llego y durante los 9 años siguientes Hachikō estuvo esperando que este volviera. La presencia de Hachikō en la plaza se hizo famosa, los vecinos, vendedores y curiosos le alimentaban mientras Hachi esperaba incansable la vuelta de su dueño. En Abril de 1934 se erigió una escultura de bronce en su honor e incluso el propio perro estuvo presente. El 8 de Marzo de 1935 Hachikō falleció en la plaza de Shibuya y su cuerpo fue disecado, actualmente está expuesto en el Museo de Ciencias Naturales de Tokyo.
Centros comerciales, tiendas y bares
Dejando atrás la estatua de Hachikō y siguiendo por la calle Doyerzaka se encuentra el centro comercial 109, este es uno de los más famosos de todo el distrito y posiblemente de Tokyo. Fue construido en 1979 y está considerado como “comunidad de moda”, es la meca de las adolescentes de la subcultura Gyaru (tribu urbana de mujeres adolescentes preocupadas casi exclusivamente por su belleza). Se puede decir que es el centro 109 el que determina las tendencias de la moda juvenil de Japón.
Para conocer bien el barrio de Shibuya y saber lo que significa culturalmente dentro de Tokyo lo mejor es callejear y pasear. Dos son las calles más famosas, la primera es la Center Gai, esta populosa calle se origino como carretera para pasar por encima del rio Udagawa pero actualmente es una de las zonas más populares donde se dan cita muchos jóvenes y no tan jóvenes ya que cuenta con una gran variedad de tiendas, restaurantes, karaokes, discotecas, etc.
La otra calle que ningún viajero debe perderse es la Calle Takeshita, en esta avenida peatonal tienen cabida desde las grandes marcar y cadenas como Mc-Donalds hasta pequeños negocios y tiendas que ofrecen ideas y moda para casi todas las tribus urbanas de Japón.
El Parque Yoyogi
Es uno de los espacios naturales más grandes dentro de Tokyo, situado junto a la estación de Harajuku. En este lugar, como si de un centro polivalente se tratara, se realizo el primer vuelo a motor tripulado de Japón, fue testigo de los grandes desfiles militares japoneses de la II Guerra Mundial, se uso como Villa Olímpica en los juegos de 1964 y actualmente es una zona de retiro y descanso. Los domingos cientos de Rokers se reúnen entre sus árboles para cantar y bailar Rock and Roll al más puro estilo “Greasse”. Es una de las pocas zonas de Tokyo donde los perros pueden ir sueltos y, aunque parezca increíble, esta divido por secciones según el peso de cada perro.
Dentro de otro frondoso bosque, está enclavado el Santuario Meiji, un templo de 1915, construido según la tradición nagare-zukuri en madera de Cipres y cobre. El edificio original fue destruido en la II Guerra Mundial y reconstruido en 1958, pero lo más impresionante es el enclave donde se encuentra, una zona de 700.000m2 con más de 120.000 árboles.
Restaurantes y Karaokes
Shibuya es un barrio que bien puede representar lo que más imaginamos del Japón moderno, cosmopolita, freak y otaku y por ello decidimos alojarnos allí durante toda nuestra estancia en Tokyo y gracias a poder terminar todos los días y alguna noche en Shibuya conocimos muy bien su oferta gastronómica. Todas las calles están llenas de puestos de comida, cadenas de fast-food, restaurantes de sushi, así como 7-eleven y Family mark donde pertrecharnos de un tentempié y alguna cerveza.
En Shibuya, como en todo Japón, el Karaoke no es pasatiempo sin más, es un acto social, una forma de entender las noches y por ello cualquier viajero que quiera conocer el país del Sol Naciente, tiene… debe entrar a una sala de Karaoke y hacer el más absurdo de los ridículos. Estas salas no son como las que estamos acostumbrados a ver en España (o en el resto del mundo), son habitaciones privadas que cuentan con Karaoke de forma individual, se paga la sala y la bebida. Hay decenas de ellas por todo Shibuya, pero si se puede alquilar una con cristaleras a la calle mejor, ¡nuestro público se merece vernos!
Booking.com