Que Londres es una de las ciudades más cosmopolitas y visitadas del mundo no es ninguna novedad. Da igual que sea tu primera visita o que hayas estados en más ocasiones, la capital del Reino Unido siempre tiene algo nuevo que ofrecerte. Durante nuestra última visita a Londres decidimos probar una actividad nueva, realizar un crucero por el río Támesis para así poder tener una visión diferente de algunos de los monumentos más típicos de la ciudad. En este Post os contamos cómo hacer el crucero de forma muy barata y sin dejarnos nada qué ver.
Cómo ahorrar en una visita a Londres
Londres no es precisamente un lugar barato para el viajero por lo que cualquier truco para ahorrar unas libras nos vendrá bien. La red de trenes británica, National Rail, ofrece una promoción 2×1 para visitar algunas de las atracciones más famosas de la ciudad como la London Eye, la Torre de Londres o el crucero por el Támesis entre otros. Basta con seguir estos pasos para conseguirlo:
- Descargarse los cupones descuentos en la web
- Comprar cualquier billete de tren de la National Rail (sirve tanto para compras on-line como en las propias estaciones). Si solo tenemos un billete valido de un día los cupones solo valdrán para ese día, pero si compramos, por ejemplo, un billete ida y vuelta para el Gatwick Express (el tren que conecta el aeropuerto de Gatwick con el centro de Londres) servirán tanto para los días de llegada y vuelta como para los días intermedios.
- Presentar en la taquilla de la atracción elegida el cupón descuento y el billete de tren y automáticamente aplicaran el descuento 2×1.
Qué ver en Londres en un crucero por el Río Támesis
Nos presentamos en las taquillas de Citycruises, en el muelle de Westminster, para hacer el crucero con la empresa River Red Rover, y utilizamos el descuento 2×1 para comprar los billetes que nos permitirían subir y bajar del barco de manera ilimitada durante 24h. El barco esta operativo desde las 10 de la mañana hasta las 18h, con salidas cada 20 o 30 minutos y cuenta con 4 paradas: Wetminster – Waterloo – Tower y Greenwich. Sin bajarnos del barco la duración de trayecto es de 70 minutos. Os proponemos un recorrido por los puntos más importantes que visitar en cada parada aunque sin entrar en muchos detalles puesto que podríamos hacer cientos de Post sobre estos sitios.
El Muelle de Westminster
Es posible que sea en los alrededores del muelle de Westminster donde se concentren alguno de los iconos más destacados de la ciudad. El Palacio de Westminster, también conocido como el Parlamento, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Todos lo hemos visto alguna vez, es un imponente edificio de estilo neogótico victoriano que sirve en la actualidad como sede de las dos cámaras del parlamento británico. En 1834, tras el incendio que arraso parte del edificio, se le añadió una torre de 96 metros de altura donde se instalo el que es el reloj más famoso del mundo: el Big Ben.
El Big Ben volvió a la vida tras 4 años de letargo. En 2017 se iniciaron las obras de mantenimiento y restauración de la emblemática torre y el Covid frenó su estreno que estaba previsto para el 2021. Los andamios se retiraron de la parte alta del campanario para dar la bienvenida al año 2022 y actualmente el Big Ben luce en todo su esplendor.
A escasos 300 metros se levanta la Abadía de Westminster, otro de los imprescindibles de la ciudad y lugar donde han sido coronados los reyes británicos durante siglos, además este edificio religioso, el más antiguo de Londres y de estilo gótico ha sido testigo de excepción de acontecimientos tan importantes en el Reino Unido como el 80 cumpleaños de la Reina Isabel II o el funeral de Diana de Gales.
En los alrededores también encontramos la estatua en honor a Churchill, el Museo Imperial de la Guerra y poco más lejos Trafalgar Square.
Muelle de Waterloo
Si embarcamos en el muelle de Wetsminster, la primera parada será en Waterloo. El trayecto es muy corto, poco más que cruzar a la orilla contraria del Támesis, mientras disfrutamos de la vista a los Parlamentos. Según nos acercamos al muelle se eleva ante nosotros la London Eye, la imponente noria construida en el año 2000 y que durante seis años fue la más alta del mundo. Cuenta con 32 cabinas de cristal y desde ella se tienen una de las mejores vistas de la ciudad de Londres, lo que explica las largas colas que se forman cada día para subir a ella.
No muy lejos podemos visitar del Acuario o pasear por los Jardines del Jubileo.
Tower Pier, el Muelle de la Torre
En el trayecto, de unos 20 minutos, que va desde el muelle de Waterloo al Tower Pier es uno de los más interesantes del crucero por el rio Támesis. Atravesamos el Milennium Bridge, uno de los puentes más modernos de la ciudad, construido en acero y el Puente de Waterloo cuya forma actual data de 1945.
En el margen derecho nos cruzamos con el navío de la Segunda Guerra Mundial HMS Belfast hoy convertido en Museo; el Shakespeare Globe, una réplica exacta del Teatro donde el genial artista represento muchas de sus obras más reconocidas y que fue pasto de las llamas en 1613 o el Tate Moderm, la galería de arte moderno londinense que se levanto en el lugar que ocupaba la antigua Central Eléctrica de Banksi, que se puede visitar de manera gratuita y cuenta con obras de los artistas más famosos del Sg. XX como Picasso o Warholl.
Otra parada interesante es la visita al Borough Market, uno de los mercados de alimentación más de moda en la ciudad con productos artesanos y de alta calidad.
Mientras, en el margen izquierdo podemos disfrutar de la City londinense con el edificio del ayuntamiento, el City Hall construido por Norman Foster con su característica forma ovalada o el Gherking Building del mismo arquitecto y con una altura de 40 plantas y forma de “pepinillo” que lo convierte en uno de los más característicos de la ciudad.
Pero hay dos visitas imprescindibles en este muelle, el Tower Bridge y la Torre de Londres. El primero es un puente levadizo de estilo victoriano, flanqueado por dos imponentes torres, se trata de uno de los símbolos de la ciudad y las vistas desde el barco son si cabe más espectaculares.
La Torre de Londres por su parte, es una fortificación construida durante el reinado de Guillermo I y que ha servido de residencia real, arsenal y durante 900 años de lugar donde encerrar a todo aquel que osaba ofender al monarca, la monarquía o familia cercana. En la actualidad sus habitantes más famosos son los cuervos, se dice que si estos desaparecen, la Torre se desplomará y con ella el Reino.
Muelle de Greenwich
Después de una travesía de unos 40 minutos en la que se cruzan los barrios más residenciales de la ciudad, llegamos a la última parada Greenwich, un barrio poco visitado por los turistas, debido en gran parte a su distancia con el centro, pero que cuenta con importantes atractivos. Desde el propio barco podemos disfrutar del Cutty Sark, el último velero tipo clipper que llevo té de Inglaterra a China y que en la actualidad se ha convertido en museo. Además, frente al embarcadero encontramos el Old Royal Naval Collage y el Museo Marítimo.
Pero si por algo destaca este barrio, es por darle nombre al meridiano de Greenwich, la línea imaginaria que une el polo norte con el polo sur y desde donde se mide la longitud terrestre. En la colina cercana, a la que se accede a través de una calle llena de pubs y restaurantes típicamente londinenses, encontramos el Observatorio y el Planetario, además del Parque Greenwich, desde donde se tienen una de las vistas más bonitas de la ciudad.
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Hice prácticamente el mismo crucero por el Támesis, ¡es muy recomendable para ver muchos de los monumentos más importantes en un ratito!
Es muy bonito y recomendable ver los monumentos desde otra perspectiva además de práctico! Por cierto, nos encanta tu blog! Un saludo