Amanecía un día especial en nuestra ruta por Islandia, ¡es el cumpleaños de Chus! La tarde anterior habíamos comprado lo más parecido que encontramos a una tarta de chocolate y decoramos la caravana con globos para dar un sorpresita al homenajeado y rápidamente, tras desayunar, pusimos ruta. Desde que llegamos al norte de la isla los días eran más soleados y el viento soplaba con menos intensidad. Continuamos visitando los alrededores del lago Myvtan.
Alrededores del lago Myvtan
Nuestra primera parada fue la cueva de Grotagja, situada como a unos 10 minutos en coche de donde habíamos dormido. Solo la entrada te hace sentir dentro de un mudo de fantasía, las aguas de su interior están a una temperatura de 40º y es posible ver como en ella se reflejan multitud de colores proyectados desde la bóveda. Como curiosidad y para los fans de Juegos de Tronos en esta cueva es donde se grabo la famosa escena de amor entre Jhon Nieve e Igrette.
La siguiente parada fue el Volcán Hverfel, dejamos la caravana en el parking habilitado y comenzamos la ascensión de unos 20 minutos hasta la cima, la subida no es muy dura, pero si el viento te golpea la cara te puedes quedar sin respiración. Las vistas desde la cima son sublimes: se ve todo el lago e incluso se llegan a apreciar la hilera de pseudocrateres que lo atraviesan. Rodearlo es obligatorio si has conseguido subir hasta la cima.
El último de los lugares destacados del lago Myvtan que nos faltaba por visitar es el conocido como la Iglesia de Dimmuburgir, otro de esos sitios mágicos por los que perderse. Sus diferentes formaciones de lava semejan arcos, construcciones, figuras humanas…
Existen varios recorridos, señalizados por colores según su distancia, nosotros elegimos el más largo y circular, de una hora de duración en la que dejamos volar nuestra imaginación. La zona cuenta además con otra curiosidad y es que según cuenta la leyenda aquí habitan los Yude Lads, 13 enanos que sustituyen a Santa Claus en Islandia y que a lo largo de los 13 días anteriores a Navidad reparten regalos a los niños que se han portado bien o, de haber sido malos les dejan una patata.
Godafoss, la cascada de los dioses
Nos despedimos del lago para adentraros de nuevo en la Ring Road. Tras unos 40 minutos dirección Akureyi nos encontraríamos con Godafoss, conocida como la cascada de los Dioses, la última de las grandes caídas de agua que nos faltaba por visitar.
Ya desde la carretera se puede contemplar la impresionante caída de agua de 12 metros de altura y sus imponentes 30 metros de ancho, pero claro, lo mejor es acercarse hasta el mismo borde para dejarse llevar una vez más por el estruendo del agua. Es difícil contar con una cascada “preferida” en un país como Islandia pero para mí, Godafoss, podría serlo.
Akureyi, la capital del norte
Nuestra idea era finalizar el día en la ciudad de Akureyi, la segunda más grande de Islandia y el mayor núcleo urbano del norte del país. Nos quedaban como unos 50 km y aun eran las tres de la tarde. La ciudad está enclavada en el precioso fiordo del mismo nombre y rodeada de montañas con nieves perpetuas. De esta localidad cabe destacar su iglesia, el museo de la ciudad y la gran cantidad de cafes y bares. Casi por casualidad nos topamos con una especie de oficina de información turística (la primera que encontrábamos abierta en todo el viaje), pasamos en busca de un mapa de la ciudad y decidimos preguntar por la posibilidad de ver auroras boreales, la chica super amable, nos enseño la página oficial de tiempo en Islandia, donde consultar “los pronósticos boreales” actualizados cada hora. Por la zona del lago Myvtan sobre las 10-11 de la noche sería factible y sin duda lo intentaríamos.
Tras observar la ciudad y su fiordo desde lo alto de una estación de sky pusimos de nuevo rumbo hacia el lago Myvtan. Sin duda lo mejor de hacer un viaje en caravana es la libertad que ofrece y el no tener que depender de alojamientos reservados que te obliguen a parar en un sitio. Saliendo de la ciudad nos cruzamos con la conocida Casa de la Navidad, donde venden todo tipo de adornos navideños y que como curiosidad cuenta con el mayor calendario de adviento del mundo en una de sus torres.
Las auroras boreales, el mayor espectáculo de la naturaleza
Sobre las nueve de la noche paramos la caravana en un ensanche junto a la carretera y frente a una de las estribaciones del lago Myvtan.
Existen excursiones para ir «a la caza» de las Auroras Boreales que salen desde Reikiavik y que garantizan la experiencia y, si no hay suerte, dan la opción de volver otro día. Toda la información en este enlace.Comenzamos a preparar algo de cena, cuando el cielo se abrió para nosotros, allí estaban, como algo mágico, las luces del norte. Es casi imposible describir la impresión, lo que se siente viendo este fenómeno, como cambian de velocidad, de color e intensidad. Puedo decir sin equivocarme que a día de hoy es el momento que más me ha impresionado de toda mi vida viajera. No sé durante cuánto tiempo estuvimos contemplando el cielo, que parecía bailar sobre nuestras cabezas… una noche sin duda inolvidable y que bien justifica todo un viaje a Islandia.
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