En la provincia de Segovia (Castilla León) y a escasos 120 km de Madrid encontramos uno de los pueblos medievales con mas encanto de Castilla y León, Sepúlveda, declarada Conjunto Histórico Artístico, en el que además de poder disfrutar de su precioso casco antiguo podemos visitar uno de los parajes naturales más impresionantes: las Hoces del rio Duratón.
¿Cómo llegar a Sepulveda y a las hoces del río Duratón?
Como decimos, desde Madrid capital se tarda una hora y media en llegar a Sepúlveda, por lo que es ideal para una escapada de un día. Llegar es fácil, cogiendo la autovía de Burgos, la A-1, hasta el desvió, a la altura de Castillejo de Mesleon, de la SG-234, y de allí hasta El Olmo, por la SG-232. Si vamos desde Segovia, basta con tomar la N-110, directa a Sepúlveda.
¿Qué podemos ver en Sepulveda y en las hoces del río Duratón?
Recorrer la villa de Sepúlveda es hacerlo por los diferentes pueblos que han habitado la Península Ibérica, ya que se han encontrado restos y pinturas desde el Paleolítico Superior en cuevas como la de los Siete Altares. Romanos, visigodos y árabes dejaron su impronta en la ciudad, aunque fue en el Sg XI, cuando la ciudad se repobló definitivamente gracias a Alfonso VI, por lo que durante la Edad Media tuvo su momento de mayor esplendor, como se puede ver en las 15 iglesias que hay en la localidad.
El primer contacto que tuvimos con Sepúlveda es su Plaza Mayor, que es su imagen más conocida. En ella destacan los restos del castillo que hace casi dos mil años erigió el conde Fernán Gómez. En uno de los torreones se encuentra el Reloj de la Plaza y el edificio central es, a día de hoy, centro de exposiciones. Alrededor de la plaza hay un gran número de restaurantes, bares, venta de dulces típicos y venta de artesanía. Después de un agradable café al sol, decidimos organizar el resto del día. Nos acercamos a la Casa del Parque o Centro de Interpretación de las Hoces, ubicado en la antigua Iglesia de Santiago (C/ Conde de Sepúlveda 34) Aquí nos facilitaron mapas e información de los diferentes recorridos que hacer, por el tiempo que teníamos el más completo nos pareció la Senda de los Dos Ríos, que además de atravesar gran parte de los atractivos de Sepúlveda, nos lleva a visitar varios miradores de las Hoces y el valle que forman.
La senda de los Dos Ríos, se trata de una ruta circular, de unos 6 km, sin apenas desnivel y que podemos hacer en unas dos horas. Parte,como hemos dicho, de la Casa del Parque, siguiendo la calle de los Fueros y de la Barbacana llegamos a otro de los símbolos de la ciudad, el arco románico de medio punto conocido como del Ecce Homo. Continuando por la calle Azoque, dejamos a la derecha la Iglesia del Salvador, hasta llegar al Santuario de Nuestra Señora de la Peña. Merece la pena hacer una visita este imponente edificio de la primera mitad del s. XII y de estilo románico, en el que destaca el pórtico de la entrada principal y, en su interior, el retablo barroco. Pero lo mejor, sin duda, es acercarse a la explanada trasera de la iglesia, para tener una vista privilegiada sobre las Hoces del Duratón y sus farallones de roca caliza. El rio Duratón nace en la Chorrera de Litueros, cerca de Somosierra, en la comunidad de Madrid, formando a su paso 25 desfiladeros algunos de hasta 100 metros de altura.
De vuelta a la ruta, tomamos un desvió al oeste del Santuario, desde este momento abandonamos la población para continuar parales al rio y sus hoces. El camino, perfectamente señalizado, continúa hasta la puerta de la Fuerza, del S.XI, lugar privilegiado para avistar buitres y alimoches. Llegamos hasta el Puente de los Picazos, donde cruzamos el rio para seguir nuestros pasos por el bosque de galería que en otoño se ve precioso gracias a las tonalidades que adoptan las hojas. Sin pérdida, aparecemos en la antigua fábrica de la luz, y atravesamos en puente Talcano, desde el que sale la senda a Villaseca (de 24 km) y desde allí, por la puerta de Durelo, regresamos de nuevo a Sepúlveda.
Eran ya más de las dos, y después del paseo apetecía probar la gastronomía local. Sepúlveda es conocida por su lechazo al horno y elegimos el restaurante Casa Paulino en la calle Barbacana 2, muy cerca de la Plaza Mayor. Una gran decisión, las costillas de cordero al horno exquisitas al igual que las tradicionales migas.
Sin tiempo que perder, pusimos rumbo al que es el mejor mirador de las Hoces, la Ermita de San Frutos. Para llegar hay que salir de Sepúlveda hacia Villaseca, unos 12 km, y una vez allí tomar el desvió, bien señalizado, hasta el parking. Es un camino de tierra con algunos baches aunque valido para cualquier vehículo. Desde el parking basta con caminar 1 km y medio hasta llegar a la Ermita, pero no hay que olvidar parar en los maravillosos miradores que salen a ambos lados del camino y desde donde poder apreciar los meandros del río Duratón en todo su esplendor.
Lo que hoy se conserva de la Ermita de San Frutos, son los restos del antiguo conjunto monástico del Priorato de San Frutos. Está ubicado al borde de un acantilado, y se accede a la iglesia de estilo románico por un pequeño puente de piedra que salva la grieta conocida como la Cuchillada. Merece la pena recorrer su interior medio derruido y maravillarse con las vistas hacia el cañón. Un broche de oro para esta escapada a la provincia de Segovia.
Aqui os dejamos un pequeño video grabado con nuestro Dron de las Hoces del rio Duratón.
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