Lago Ness y el Castillo de Urquhart, en Ruta por Escocia

Si hay una lugar mundialmente famoso en Escocia ese es el enigmático Lago Ness y no solo por su impresionante belleza sino porque según la leyenda en sus oscuras aguas habita una extraña criatura conocida como Nessie o el Monstruo del Lago Ness y que cada año atrae a miles de turistas, curiosos y fotógrafos deseosos de toparse con el.

Pero monstruos y leyendas a parte, el Lago Ness es una parada imprescindible en una ruta por Escocia. Situado en las Highlands, cerca de la ciudad de Inverness, el Lago Ness se extiende a lo largo de 39 km por la falla conocida como Great Glen (Gran Valle) siendo el lago más profundo del país, con una media de 226 metros de profundidad.

Cómo llegar y qué ver en el Lago Ness

Aunque no tengamos suerte y Nessie no salga a saludarnos existen muchas maneras de disfrutar del Lago Ness. Si contamos con vehículo propio lo ideal es recorrer la carretera A-82, bien partiendo de Inverness o desde Fort Augustus, parando en los diferentes miradores para contemplar no solo la belleza del lago sino también la naturaleza de las Highlands.

Pero realizar un crucero por las profundas aguas del lago es posiblemente la actividad más popular. Existen varias opciones, desde cruceros de una hora de duración y que te acercan hasta la zona del Castillo de Urquhart; hasta recorridos de cuatro horas que atraviesan todo el lago para llegar al Canal de Caledonia. La mayoría de ellos parten desde el embarcadero de Dochgarroch, al norte del Lago, aunque también existe la opción de contratar un Tour directamente en la ciudad de Inverness.

Otro lugar destacado es el Museo The Loch Ness Center & Exhibition situado en la localidad de Drumnadrochit donde los más fanáticos del famoso monstruo podrán encontrar una gran cantidad de información, incluida una muestra interactiva e investigaciones científicas.

Una de las postales más conocidas del Lago Ness son las impresionantes ruinas del Castillo de Urquhart, la tercera atracción más visitada de Escocia. Aunque su verdadero origen data de inicios del Sg. XIII, ya por el año 538 algunas leyendas sitúan a Sant Columba en una edificación ubicada en el mismo lugar donde actualmente está el castillo.

De lo que no cabe duda es que a lo largo de historia fue testigo de innumerables contiendas entre ingleses y escoceses, hasta su abandono final en el Sg. XVII. La visita al castillo comienza en el centro de visitantes, donde además de una cafetería y la tienda podemos disfrutar de una proyección y varias exposiciones que muestran su turbulento pasado.

Pero es en el recorrido por las ruinas donde podemos contemplar la verdadera dimensión de la fortaleza  que domina el espectacular paisaje del Great Glen. En la visita pasearemos por lo que en su momento fue el foso, el puente levadizo, la capilla, el horno o el granero junto a los paneles informativos que muestran como fue en sus orígenes.

Pero la construcción más visible es la llamada Grant Tower reconstruida en el Sg. XVI y a la que se puede acceder a través de una escalera de caracol para poder tener las mejores vistas sobre el lago. Aquí os dejamos información sobre horarios y precios, pero lo mejor es visitar su web oficial.