Aunque uno no conozaca Sri Lanka lo que seguro que sí se ha oído hablar alguna vez es del famoso té de Ceilán, considerado como uno de los mejores del mundo. Nuestra primera parada dentro de las Tierras Altas nos llevo a la ciudad de Nuwara Eliya conocida como la “Little England”. Llegamos desde Dalhouise, después de la subida al Pico de Adam. Nada más bajarnos de la vanet parecía que habíamos cambiado de país, el clima es mucho más fresco y húmedo y por consiguiente toda la zona esta rodeada de una verde vegetación. Bien podíamos estar en cualquier pueblo de la campiña inglesa.
Nuestra primera intención era alojarnos en el Hotel The Trevene, del que habíamos leído buenas críticas (un autentico cottage ingles a las afueras de la ciudad) pero no tenían habitación para todos. Buscamos varios sitios también sin suerte hasta que finalmente nos quedamos en el The New Tour Inn, situado muy cerca del Victoria Park, con habitaciones triples a buen precio (unos 8 euros por persona), en este enlace encontrareis los mejores y más baratos alojamientos de Nuwara Eliya.
LA PLANTACIÓN DE TÉ DE MACKWOODS LABOOKELLIE, NUWARA ELIYA
Nos levantamos sobre la 7 de la mañana aun con las piernas doloridas por la durisisma ascensión al Adm´s Peak, nuestra idea era visitar una de las fábricas de té que hay en las proximidades de Nuwara Eliya Y optamos por Mackwood Labookellie.
Desde Nuwara se tarda en torno a una hora. Tras un intenso regateo con los dueños del hotel (que, como no, conocen al primo, del amigo del vecino que nos puede llevar), conseguimos una vanet para los ocho que nos lleve a la fábrica y luego volver a por las maletas y de ahí al tren por unas 3500 rupias.
La Mackwoods es la sede de una de las plantaciones de té más famosas de todo Sri Lanka, fue fundada por un capitán de la marina británica Sir William Mackwood allá por el 1841. En la actualidad sus plantaciones ocupan unas 11.000 hectáreas lo que ayuda a entender su importancia.
Nuestro conductor nos dejo en el parking y parecía que íbamos a tener suerte ya que solo hay un coche aparcado. La visita (cuyo exterior recuerda las imágenes de los libros de historia de las primeras fabricas de la Revolución Industrial), es totalmente gratuita e incluye una visita guiada por la antigua fábrica y que dura unos 45 minutos.
Primero nos enseñaron algunas plantas de diferentes especies de te, cada una se utiliza para hacer un tipo concreto y por lo general se suele cortar cada semana pero, únicamente, se usan las tres últimas hojas, incluso para las variedades más selectas solo la ultima hoja. Es increíble pensar en el minucioso trabajo que realizan los recolectores de hojas de té.
La visita continúa por el interior de la fábrica donde nos muestran los procesos de secado, prensado y envasado. Como curiosidad, el té negro se diferencia del verde en que el primero sufre un proceso de fermentación.
Por último, nos ofrecieron una taza de té que puedes degustar o bien en su precioso salón o, como nosotros, en la terraza, contemplando unas vistas increíbles a las plantaciones.
Tras casi una hora de relax absoluto nos acercamos al mirador y vimos que había unas escaleras que nos adentraban a las plantaciones, nos perdimos un buen rato por ellas fotografiándolo todo, aunque nos faltaba la típica estampa de las mujeres recolectando, nos dijeron que a estas horas se encontraban en lugares más alejados.
Para finalizar la visita compramos algún recuerdo en la tienda, nunca habíamos visto tantas variedades de té, y pusimos rumbo de nuevo a Nuwara Eliya.