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Una de las postales más típicas de las Highlands escocesas son sus castillos, ya sean en ruinas o perfectamente conservados, la visita de alguna de estas joyas arquitectónicas es imprescindible si estamos realizando una ruta por Escocia. Además de sus muros, que nos cuentan la turbulenta historia del país, el maravilloso paisaje en el que se ubican convierten a estos castillos en una de las mejores cosas qué hacer y ver durante nuestra visita. Existen más de 3000 fortalezas repartidas por todo el territorio escocés por lo que visitarlas todas es casi imposible, hoy os proponemos un recorrido por tres de ellos situados al oeste de las Highlands: Kilchurn Castle,
Inveraray Castle y el Eilean Donan Castle.
Los castillos más bonitos de las Highlands escocesas
Kilchurn Castle
Las ruinas del castillo de Kilchurn son unas de las más espectaculares de las Highlands. Situado en un bucólico entorno, junto al Lago Awe y rodeado de colinas, el castillo fue levantado en el año 1450 por el Clan Campbell y abandonado en el año 1700. Sesenta años después fue alcanzado por un rayo dejándolo en el estado actual.
Desde el pequeño parking habilitado hay que andar unos 10 minutos por un bonito sendero rodeado de vegetación hasta el puente que da acceso al castillo. La entrada es gratuita, pero el acceso al interior solo es posible desde 1 de Abril al 31 de Octubre en horario de 10h a 18h. En su interior se han colocado una serie de paneles explicativos sobre la historia del castillo que hacen la visita muy entretenida.
Pero para obtener las mejores vistas del Castillo y de su entorno, lo mejor es acercarse hasta el mirador que hay en la carretera en el extremo noroeste del Lago Awe.
Si hay un pueblo al que le gusten las leyendas, sin duda, ese el pueblo escocés. La historia cuenta que Colin Campbell se fue a combatir en las cruzadas prometiendo a su mujer que volvería antes de que pasaran 7 años. Pasado este tiempo y al no regresar, el Barón Niel MacCorguodale quiso contraer matrimonio con la esposa de Colin, ésta le prometió que lo haría pero después de construir un castillo en honor a su marido. Lo que no sabía en ingenuo Barón es que la conocida como “Dama del Lago”, pidió a los albañiles que utilizaran materiales endebles para que las paredes se cayeran una y otra vez, retrasando así su matrimonio mientras esperaba la llegada de su amado esposo, que por cierto, nunca llego.Inveraray Castle
Levantado en 1745 junto al Lago Fyne, en la ciudad del mismo nombre, el Castillo de Inveraray es el hogar del Duque de Argyll, jefe del clan Campbell uno de los más importantes de Escocia. Rodeado por unos bonitos jardines y en mitad de un profundo bosque, lo que más destaca de la fachada exterior del edificio son sus cuatro torreones puntiagudos y cónicos. El resto del castillo presenta una mezcla de estilos gótico y barroco, y en su interior se pueden visitar varias salas ricamente decoradas con muebles del siglo XVII, armas y fotos de la familia del Duque.
El Castillo se puede visitar únicamente del 1 de Abril al 31 de Octubre en horario de 10h a 17:45h y también existe la opción de recorrer solo los jardines. Podéis consultar los precios e incluso comprar las entradas en su web oficial.
Eilean Donan Castle
En este recorrido por algunos de los castillos del oeste de Escocia hemos dejado para el final la que probablemente es la fortificación más fotografiada del país gracias, entre otras cosas, a su ubicación en un entorno natural único, pues esta levantado en un islote conocido como la isla Donan en mitad del Lago Alsh y al que solo se puede acceder por un puente de piedra de varias arcadas.
El Castillo se encuentra cerca de la carretera que va hacia la Isla de Skye, uno de los lugares más increíbles de Escocia, sólo 15 minutos antes de llegar al Skye Bridge que da acceso a la isla, por lo que se trata de una parada obligada en nuestra ruta por las Highlands.
Su nombre en gaélico significa “la isla de Donan”, que se cree fue el Santo Irlandés Donan, que predico por la zona en el Sg VI. La primera construcción data de 1220, pero como ha sucedido en la mayoría de los castillos escoceses su tumultuoso pasado ha hecho que su forma se haya modificado a lo largo de los siglos. Uno de los acontecimientos más destacados en la vida de esta fortificación fue en el año 1719, cuando durante la revuelta jacobita, tropas españolas procedentes de Cádiz ocuparon el castillo durante un mes, hasta que los ingleses lo bombardearon, expulsando a los españoles y dejándolo en ruinas. Años más tarde, en 1914 el Coronel John MacCrae, compro sus ruinas y las restauró dándole la forma actual y convirtiéndolo en una de las mayores atracciones turísticas de Escocia.
Una de las mejores vistas del castillo y la lengua de mar donde se ubica es desde el mismo aparcamiento. Junto a él se encuentran las taquillas en las que comprar la entrada, hay que tener en cuenta que los horarios y precios varían a lo largo del año, así que lo mejor es consultar en su web oficial.
Tras pasar el bonito puente de piedra se llega al edificio que, aunque difícilmente puede competir con su flamante exterior, bien merece una visita. En ella podemos visitar solo una parte de las estancias, ya que la otra continua siendo residencia oficial del Clan MacCrae y los descendientes del Coronel. Del interior destaca el Salón de los Banquetes, ricamente decorado, la Galería de los Gaiteros o la magnífica recreación de una cocina de la década de 1930. Y no deja de ser muy curioso poder ver los recuerdos y fotografías de sus dueños.
El castillo ha sido además testigo de la grabación de películas como “Braveheart”, “Los Inmortales” o “El Mundo nunca es suficiente” y es que como hemos podido comprobar en nuestra ruta por el país, Escocia es un increíble escenario cinematográfico.
