El Parque Nacional de Triglav es el único con tal categoría en toda Eslovenia, recibe su nombre del Monte Triglav que con sus 2.863 metros es el más alto del país y todo un símbolo nacional. Montañas alpinas como el monte Vogel, cumbres nevadas, praderas, lagos tan impresionates como el Bohinj, frondosos bosques y cascadas son su carta de presentación, naturaleza en estado puro en pleno corazón de Europa.
Si hay un lugar fotografiado en Eslovenia ese es el Lago Bled, del que hablamos en otro post y al que dedicamos un día de nuestra Ruta por el país, pero los Alpes Julianos ofrecen mucho más, en esta entrada dedicada al Parque Nacional de Triglav vamos a visitar el Lago Bohinj y sus alrededores entre los que destaca el teleférico de Vogel y la cascada de Savica.
Qué ver en el Parque Nacional de Triglav de Eslovenia
Lago Bohinj, cómo llegar desde Liubliana
Liubliana, capital de Eslovenia, es el lugar que utilizamos como base en nuestra ruta por el país. Para llegar al Lago Bohinj hay que tomar la carretera A-62 sentido Austria y tomar la salida 3 hacia Bled. Una vez allí continuamos por la única carretera hacia el Lago Bohinj, una media hora más atravesando uno de los paisajes de montaña más impresionantes de Eslovenia.
No hay ningún pueblo llamado “Bohinj”, la localidad que suele tomarse como referencia es Ribcev Laz y allí podremos encontrar supermercados, restaurantes y hoteles, además es la base de los deportes de aventura que se pueden practicar en el lago.
Qué ver y hacer en el Lago Bohinj
Aunque suele aparecer a la sombra del Lago Bled, el maravilloso Lago Bohinj no tiene nada que envidiarle, incluso podríamos decir que es más “autentico”. Situado en un entorno natural magnifico, rodeado de las montañas del P.N. de Triglav y de frondosos bosques, el Lago Bohinj es simplemente espectacular.
Tras dejar el coche en uno de los aparcamientos de pago del pequeño pueblo de Ribcev Laz, cruzamos el puente de piedra que nos lleva a la otra orilla del lago y desde el cual se tiene una bonita vista de sus aguas azul turquesa. Allí se encuentra también la Iglesia de San Juan Bautista, de origen medieval. Si su ubicación junto al lago la lleva a ser una de las imágenes de postal de Eslovenia su interior no se queda atrás, con interesantes frescos de los siglos XV y XVI (cuando nosotros llegamos estaba cerrada).
Tras la visita a la Iglesia podemos continuar por el sendero arbolado que rodea al lago, en una muy sencilla caminata donde tendremos diferentes vistas, el camino esta repleto de bancos y zonas dode parar a descansar o incluso los más valientes pueden bañarse en él o también posible contratar un kayak para recorrerlo.
Parapente en el Lago Bohinj
Son muchos los deportes de aventura que se pueden practicar en el entorno del Lago Bohinj: kayak, padel surf, piraguas, senderismo… pero el que más ganas teníamos de hacer era ¡parapente!.
Ya desde España nos pusimos en contacto con la empresa Alpinsport situada en Ribcev Laz 53, pero como la posibilidad de realizar parapente realmente depende de la climatología no pudimos cerrar nada hasta el día anterior que nos llamaron para informarnos que sería imposible hacerlo por las rachas de viento. Pero… cuando ya teníamos en cabeza otro plan alternativo… nos volvieron a llamar para que fuéramos poniéndonos los cascos, ¡vamos a volar sobre los Alpes Julianos!
Si hay una palabra que podría definir esta actividad es, sin lugar a dudas, serenidad y es que lejos del chute de adrenalina que supone correr como un loco hacia un acantilado, una vez notas que tus pies ya no tocan el suelo y que vuelas como un pájaro, la calma es total.
El privilegio de poder ver el Lago Bohinj desde los cielos, con los Alpes Julianos como telón de fondo es difícilmente descriptible, pero insisto en esa serenidad que se tiene en el aire, donde no se escucha ningún ruido, donde la sensación de vértigo (común en todos los humanos, aunque la sepamos dominar) pasa a un segundo plano y la posibilidad de ver todo el horizonte Juliano, el lago como un charco y los bosques como césped, es realmente inolvidable.
Hablo de serenidad, de calma, de tranquilidad hasta que tu monitora se da cuenta que estas tan callado, tan relajado que podrías dormirte y decide hacer una maniobra que asemeja una caída en barrena… entonces pasamos a… gritar… notar como gira el mundo a una velocidad que te impide fijar la vista en un punto, sentir que tu estomago se ha posicionado en tu nuca y que eres incapaz de, simplemente, poner bien la GoPro…es también inolvidable.
Subida al teleférico de Vogel, las mejores vistas de Triglav
Siguiendo la carretera que rodea el Lago Bohinj tomamos el desvió a Ukana, para llegar a otro de los lugares más destacados de los Montes Julianos, el teleférico de Vogel que sube al monte del mismo nombre y a su estación de esquí.
Suele haber una salida cada 30 minutos y el precio por persona es de 18€ trayecto de ida y vuelta, aunque lo mejor es consultar los datos actualizados. Mientras ascendemos en algo menos de 10 minutos hasta una altura de 1.500 metros podemos disfrutar de unas vistas espectaculares hacia el valle. Y recordar que arriba el tiempo cambia bruscamente, la temperatura baja mucho y hace frio incluso aunque en el lago haga calor.
Una vez arriba encontraremos un restaurante y algunas tiendas, pero lo mejor es perderse por los miradores y buscar las diferentes vistas a los Montes Triglav.
También parten varias rutas de senderismo de diferente dificultad y podemos tomar un telesilla que sube un poco más, hasta la pista de esquí y que sin duda recomendamos.
Visitar la cascada de Savica
Otra parada que no hay que perderse en la zona del Parque Nacional de Triglav es la Slap Savica o cascada de Savica. Para llegar hay que dirigirse hasta el final del Lago Bohinj y seguir las indicaciones hasta el parking de pago donde dejar el vehículo y que esta acondicionado con bancos y áreas de picnic.
A partir de aquí y tras pagar la entrada, unos 2€, en la cabaña de madera cercana al parking, nos esperan 25 minutos de escaleras, a veces duros, hasta llegar a la caída de agua que alcanza los 60 metros de alto. La cascada se precipita en dos fases, tomando una forma de “a”. Tiene merecido el apodo de cascada más bonita de Eslovenia.
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