La zona de Si Phan Do, más conocida como las 4000 islas, es una región situada al sur de Laos, haciendo frontera natural con Camboya es todo un oasis de paz y tranquilidad cada día más visitado dentro de las rutas por el sudeste asiático. El rio Mekong, con su particular color marrón, discurre sorteando multitud de islas de las cuales las más grandes son Don Det y Don Khon. Nosotros pasamos dos días disfrutando de sus paisajes y nos sirvió como entrada al tercero y más desconocido de los países que visitaríamos por la ruta asiática: Laos.
CÓMO LLEGAR A LAS 4000 ISLAS (Si Phan Don) DESDE CAMBOYA (Siem Reap)
Llegar a este pequeño paraíso no es para nada fácil, al menos desde Siem Reap, en Camboya, que es desde donde veníamos y aunque estábamos avisados por otros viajeros, las más de 15 horas que nos costó hacer unos 300 kilómetros fueron toda una odisea. Esta fue nuestra “aventura”:
— En una de las muchas agencias de Siem Reap contratamos el día anterior a la salida el traslado a Don Det (lo gestionan en cualquiera ya que es algo muy habitual) y que en principio incluía todos los medios de transporte necesarios. A la hora acordada pasaron a recogernos en tuk tuk para llevarnos a la estación de autobuses y la primera sorpresa llego cuando, en lugar de la típica vanet de turistas, nos montaron en un autobús local.
— Al cabo de una hora de trayecto en el autobús, nos dijeron que debíamos bajarnos en un polvoriento pueblo y, en un cruce de caminos, que deberiamos esperar a otra vanet que nos llevaría a la frontera. Fueron las dos horas más largas del viaje, esperando algo que no sabíamos si existía y sin nadie que hablara ningún idioma conocido. Pero cuando habíamos tomado la decisión de volver a Siemp Reap en el primer transporte que viéramos y asumir que nos habían timado, apareció una vanet llena de turistas, preguntando por “los españoles”, ¡salvados!, el trayecto de unas tres horas hasta llegar al ferry que cruza la frontera natural del Mekong entre ambos países fue más tranquilo.
— El trayecto en ferry apenas dura 15 minutos pero al ser época seca no puede llegar hasta la otra orilla asi que toca bajarse, mochila al hombro, y echarse al agua, que nos llega a las rodillas, para poder cruzar hasta el último pueblo de Camboya donde de nuevo tuvimos que esperar varias horas hasta que nos recogieron para lir a la frontera propiamente dicha.
— Los conductores nos pidieron los pasaportes y los 35 dólares que costaba el visado de entrada a Laos y ellos mismos fueron a tramitarlos para todos, una vez sellados cruzamos a pie hasta el lado laosiano donde otro nuevo minibús nos esperaba.
—Desde aquí nos dirigimos, previa parada para empujar al bus que no quería arrancar, hasta Ban Nakasang, pueblo de entrada a las 4000 islas y desde donde se toman las barcas que en menos de 10 minutos y por 15000 Kips nos dejaron, por fin, en la isla de Don Det.
Por suerte, salir de Don Det para continuar recorriendo Laos es mucho más sencillo, basta tomar una de las dos únicas barcas que hacen el trayecto contrario hasta el embarcadero de Ban Nakasang y de allí tomar un bus a Pakse, la capital del sur de Laos y desde donde sale el transporte para casi cualquier punto del norte de Laos. Las mismas agencias que proliferan en las islas pueden gestionarte todo el trámite.
Qué hacer en las 4000 islas, Don Det: delfines, cascadas y relax en el Mekong
La mayoría de los viajeros que visitan esta región de Laos vienen a descansar y escapar del bullicio asiático y la verdad es que teniendo en cuenta lo que cuesta llegar parece un buen plan. La pequeña isla de Don Det está plagada de bares y restaurantes con vistas al rio Mekong donde disfrutar del atardecer junto a uno de los estandartes de Laos, su cerveza Beerlao. Pero también es posible, y muy recomendable, hacer alguna excursión por la zona y para ello nada mejor que alquilar una bicicleta para todo el día por unos 4€, al cambio.
Tomamos uno de los caminos principales de la isla y a través de multitud de campos de arroz, búfalos bañándose en las charcas y la simpatía de los lugareños, llegamos tras recorrer 3 kilómetros al famoso puente que separan las islas de Don Det y Don Khon, construido en 1910 por los franceses para salvar las dificultades que esta zona y su terreno ponían al tránsito de mercancías por el sudeste asiático. Se pagan 10.000 kips como tasa para poder cruzarlo tantas veces como quieres durante el día y permite visitar el museo al aire libre que cuenta con una locomotora de la época.
Desde aquí continuamos hacia las cataratas Li phi o Somphsmit, dejamos las bicis en el parking de entrada y pagamos los 25.000 kips para poder recorrer las cataratas más largas del sur de Asia, cuentan con una pequeña zona de playa donde poder bañarse en el Mekong, en esta zona el agua luce mucho mas azul y hay un precioso bar con hamacas para descansar.
Nos hubiéramos quedado allí todo el día, pero queríamos hacer la excursión más famosa: ver a los delfines Irrawaddy. Esta rara especie de agua dulce es conocida por los lugareños como Pa Kha y son sagrados para ellos ya que piensan que son personas reencarnadas. Todos los días salen barcas, por unos 60.000 kieps, desde uno de los extremos de la isla de Don Det hacia una poza de unos 50 metros de profundidad donde se encuentran. Solo por el paseo en barca por el Mekong merece la pena la visita y, aunque se hicieron de rogar, conseguimos ver una pareja de delfines saltando delante de nosotros.
Pusimos rumbo de vuelta a la isla de Don Det no sin antes desviarnos, y perdernos, hasta llegar a un mirador en otro de los extremos de la isla para disfrutar de una preciosa puesta de sol, los atardeceres aquí son una maravilla.
Cuenta con gran cantidad de alojamientos, tipo bungalow, ya sea con vistas al rio o a los campos de arroz, casi todos cuentan además con hamacas en la entrada donde descansar. Es importante elegir un alojamiento que cuente con mínimo de limpieza y una buena mosquitera ya que esta zona es endémica de malaria. Nosotros optamos por Mr. Mo Guesthouse, en la calle principal. Desde el embarcadero y a lo largo de toda la rivera del Mekong, proliferan los bares, restaurantes con música y comida tanto local como más occidental, hamburguesas y pizzas especialmente, destacan el Reggea bar o el Bamboo Island. También hay varias tiendas con artículos de todo tipo.
Algo a tener en cuenta es que no hay ni cajeros ni bancos en ninguna de las dos islas, por lo que es imprescindible llegar a la isla con efectivo suficiente. En la calle principal de Ban Nakasang, antes de llegar al embarcadero es posible conseguir dinero.
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que pasada de blog!!! me encantan las fotos y me ha servido de mucha ayuda ahora que me voy a laos unas semanas!!
un saludo 🙂
Muchas gracias!!! ?? Disfruta de Laos, es un país maravilloso!!
Un saludo!!!
Es extraordinario tu blog. He intentado dejar comentario en lo relativo a Laos, pero no encuentro la forma. Quería decirte que Laos, tal como lo describes, parece sacado de un cuento de hadas. Las 4000 islas, los paisajes kársticos, los templos. Debe ser impresionante.
Gracias por compartirlo.
Saludos!
Muchas gracias compi!! la verdad que Laos es uno de los países más interesantes de Sudeste, tiene muchas cosas qué hacer y descubrir. Un abrazo!