Ubicada en el centro Camboya, Angkor es la joya de la corona de este país y su visita todo un imprescindible a la hora de planear una ruta por el sudeste asiático. Aunque masificado, los millones de turistas que cada año pasan por aquí no pueden restarle un ápice de belleza a este enorme complejo religioso que permaneció oculto durante siglos por la selva. En este articulo os mostramos qué ver y cuales son los Templos más importantes, pero antes de empezar os recomendamos que paséis por el Post “Templos de Angkor, consejos para la visita” donde encontrareis todos los consejos para que la experiencia sea perfecta.
UN POCO DE HISTORIA DE ANGKOR
Aunque Angkor ha sido habitada por diversos pueblos desde el Sg I d.C. la época dorada de la ciudad comienza con el reinado de Jayavarman II, que agrupo a las diversas aldeas esparcidas por la zona en un solo reino, nombrándose a sí mismo como Rey-Dios. De hecho, Angkor en el idioma jemer quiere decir “ciudad” y en eso precisamente se convirtió este pequeño poblado, en la ciudad más grande conocida en el mundo antiguo, en la que llegaron a vivir más de un millón de personas. Jayavarman II comenzó la construcción de los grandes templos, siendo el más antiguo de todos el Preah Ko. Los descendientes del Rey-Dios continuaron su labor con nuevas edificaciones tanto religiosas como públicas que fueron ampliando los límites de la ciudad. El imperio Jemer dominó gran parte del sudeste asiático durante siglos, y Angkor como su capital se convirtió en el centro social, cultural y económico del imperio, con especial incidencia entre el Sg IX y el Sg XV, pero por causas que aún no se han determinado la ciudad se abandonó casi en su totalidad a finales del Sg. XV. Pese a su abandono, en 1601 un franciscano español llamado Marcelo de Ribadeneyra habló de una gran ciudad en el Reino de Camboya y no fue hasta bien entrado el Sg. XIX, en el año 1860, cuando el naturalista francés Henri Mouhot, impresionado por la lectura del libro “El reino y las gentes de Siam” puso rumbo a estas lejanas tierras y re-descubrió la impresionante ciudad de Angkor.QUÉ VER Y HACER EN LA VISITA A LOS TEMPLOS DE ANGKOR
A priori y según gustos, dos días suele ser tiempo suficiente para disfrutar de los lugares imprescindibles del recinto de Angkor, tomando como base la ciudad de Siem Reap. La forma de preparar la visita divide Angkor en dos zonas: el circuito pequeño, que incluye la mayoría de los monumentos más conocidos, y el circuito grande que permite visitar templos más alejados y menos concurridos. Podréis elegir uno u otro o incluso los dos en base a vuestro tiempo y/o rapidez en las visitas.
Tras una larga noche de autobús nocturno desde Shihanoukville llegamos a Siem Read y sin tiempo que perder contratamos los servicios de un Tuc-Tuc para la visita a Angkor los dos próximos días. Pusimos rumbo a las ruinas que distan unos 7km sobre las 9 de la mañana, al llegar a la puerta principal pagamos la entrada y continuamos hacia el interior del recinto. Nuestra idea del primer día era recorrer el llamado circuito pequeño, pero sin parar en el Angkor Wat, ya que lo dejaríamos para ver amanecer el día siguiente junto con el conocido como circuito grande y que incluye algunos de los templos más alejados pero igualmente interesantes.
Sería casi imposible, y probablemente aburrido, abarcar en un único Post la historia y arquitectura de cada uno de los monumentos religiosos, mausoleos o edificios reales que conforman Angkor, no obstante es el mayor complejo del mundo de este tipo, por lo que creemos más conveniente limitarnos a mencionar los 10 más destacados con alguna pequeña anotación.
Angkor Wat, la joya de los Templos
Es la joya arquitectónica del Impero Jemer y el monumento más representativo de Angkor además del templo religioso más grande del mundo. Su conocida silueta representa el Monte Meru, la morada de los dioses hinduistas. Fue construido en el Sg. XII obra de Suryavarman II. Esta rodeado de un foso de de 190m de ancho de forma rectangular, destacan los más de 800m de relieves que podremos encontrar en su interior en los que se cuentan la historia del imperio. Se puede acceder al piso superior aunque la visita queda limitada a 20 minutos y son muy estrictos con la vestimenta. Cada día al amanecer y atardecer se reúnen cientos de turistas en busca de la mejor fotografía, lo que a veces resulta ciertamente agobiante.
Angkor Thom, la fortaleza de Angkor
Angkor Thom, es una fortaleza dentro del recinto, una ciudad en el interior de otra ciudad. Sus dimensiones son apabullantes y se dice que aquí llegaron a vivir hasta un millón de personas. Posee cinco entradas, todas espectaculares, aunque es la entrada sur, con una fila de 54 figuras de dioses ubicadas a lo largo del puente que cruza el foso, es la más impresionante de todas ellas.
Bayon, el templo de las caras
Probablemente el templo que más nos impactó. A día de hoy aun se conservan 37 de las 54 torres originales, todas ellas labradas con rostros en cada uno de sus lados. Sobre a quién pertenecen dichos rostros hay varias opiniones, unos dicen que es Buda mientras que otros aseguran que es el propio Rey-Dios Jayavarman II el que las mando construir a “su imagen y semejanza”. Sea como fuere la visita a Bayon es espectacular, es imposible dejar de admirar los relieves tallados en la roca que sonriendo miran curiosos a los cientos de turistas que visitan el templo.
Baphuon, el templo de Shiva
No muy lejos de Bayon, se eleva este templo de grandes dimensiones también conocido por los arqueólogos como el mayor rompecabezas del mundo, está dedicado al Dios Hindu Shiva. Se puede subir a su mirador de 7h a 15h para tener una de las mejores vistas del recinto y de la selva.
La Terraza de los Elefantes
Con sus más de 300 metros de longitud recibe su nombre de las numerosas figuras de estos paquidermos que lo rodean. Era utilizado como un gigantesco palco donde presenciar las ceremonias públicas y toda la pompa del imperio Jemer.
Terraza del Rey Leproso
Se trata de un monumento funerario, en concreto un crematorio, cuyo pabellón de 7m de alto esta coronado por una estatua del dios de la muerte Yama. Sus muros están decorados con al menos cinco hileras de apsaras, las ninfas celestiales que se encuentran en perfecto estado de conservación. La leyenda en torno a su nombre cuenta que un ministro, que se negó a postrarse ante el Rey, fue golpeado por este con su espada, al hacerlo, su saliva venenosa cayó sobre el Rey, convirtiéndolo en leproso.
Banteay Kdei, la ciudad de las celdas
Conocido también como la Ciudad de las Celdas, fue construido durante el reinado de Jayavarma VII y aunque en un primero momento se erigió como templo hinduista no tardó en pasar a manos budistas. Lo mejor es pasear por sus enigmáticas galerías y disfrutar de los relieves con tallas de divinidades y apsaras increíblemente conservadas.
Ta Prohm, el reino de los arboles
Es uno de los templos más famosos de Angkor ya que en él se rodo alguna de las escenas de la película “Tomb Raider”. Ta Prohm es la muestra más clara de cómo la naturaleza se ha apoderado de los edificios, lo que le ha dado el sobrenombre de la Capital del Reino de los Árboles. Las raíces de los arboles abrazan la roca y el musgo tapiza los muros, es así como debían estar la mayoría de los templos cuando fueron descubiertos.
Preah Neak Poan, la selva más tranquila de Angkor
Más que el templo en sí, que es de pequeñas dimensiones, lo que destaca en el es su entorno. Para acceder se hace a través de una pasarela cubierta de vegetación hasta llegar al pequeño lago en el que se erige el templo. Fue uno de los pocos templos que pudimos ver totalmente a solas y la paz y el sosiego que transmite el lugar nos cautivó.
Phonom Bakheng, atardecer en Angkor
Se trata de uno de los lugares preferidos para ver atardecer ya que ofrece las mejores vistas del Angkor Wat. Esta situado en lo alto de una colina, y es el primero de los templos dedicados a Meru, se le conoce como un templo-montaña.
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