EL Castillo de Loarre se localiza en el pre-pirineo aragonés, en la comarca de la Hoya, más exactamente en la Noble y Antiquísima Villa medieval de Loarre. El Castillo de Loarre se destaca como el castillo románico mejor conservado del mundo y es considerado una de las fortalezas medievales más impresionantes de Europa. Sin embargo, a pesar de su importancia histórica y de esta magnífica carta de presentación, tanto la localidad de Loarre como su castillo se encuentran alejados de las rutas turísticas más típicas de Aragón. No cometas tú ese error, y continúa leyendo para conocer qué ver en este enclave tan espectacular.

EL CASTILLO DE LOARRE, LA FORTALEZA ROMÁNICA MEJOR CONSERVADA DEL MUNDO

LA VILLA DE LOARRE, EL PUEBLO QUE NACIÓ DEL CASTILLO

La historia de la Villa de Loarre está estrechamente vinculada a la de su emblemático castillo. Originalmente conocida como San Esteban, la villa se encontraba dentro del recinto amurallado de la fortaleza. Sin embargo, a medida que el castillo perdió su importancia defensiva en el Sg XVI y el crecimiento de la población se volvió insostenible dentro de las murallas, se decidió fundar un nuevo asentamiento. Esta nuevo pueblo se construyó en una zona más baja, a los pies del castillo, donde las condiciones climáticas eran más favorables (curiosamente, muchos de los materiales utilizados en la construcción provenían directamente del castillo).

Aunque Loarre no cuenta con una oficina de turismo, en la entrada al pueblo podemos encontrar un panel informativo con los puntos y lugares más emblemáticos del pueblo.

Lo mejor para conocer Loarre es pasear con tranquilidad por sus encantadoras callejuelas, flanqueadas por antiguas casas blasonadas y escudos heráldicos, mientras somos testigos de su rica historia. Uno de los primeros elementos que encontraremos al llegar a la villa es la emblemática Cruz de Término, datada en el siglo XVI. Estas cruces, típicas de la época, se colocaban como símbolo de piedad, y en esta en particular se representa a la Virgen con el Niño y un Cristo Crucificado. Merece la pena una visita a la Iglesia de San Esteban, la actual fue levantada en el siglo XVIII sobre un edificio anterior del siglo XVI, del que solo se conserva su torre cuadrada de estilo gótico. Destaca su bonito pórtico y un chapitel octogonal decorado con motivos florales, mientras que su interior de una sola nave cuenta con varias capillas.

La plaza en la que se levanta la Casa Consistorial de Loarre (ubicada en un antiguo edificio el siglo XVI rectangular y muy reformado) es el centro neurálgico de la villa y un lugar ideal para sentarse a tomar algo. Como anécdota, en uno de los bares (Casa Lobarre) conserva uno de los escenarios usados en la película «Irati«, exactamente es la escenografía creada en la capilla del Castillo de Loarre

Por ultimo conviene acercarse hasta el puente medieval o puente romano (de él que no hay fecha exacta de su construcción) de pequeño tamaño y desde el cual salen varias rutas de senderismo.

EL CASTILLO DE LOARRE, LA FORTALEZA DE ARAGÓN

Sin duda, el gran protagonista de una visita a Loarre es su imponente castillo, que como ya hemos comentado tiene el honor de ser el Castillo románico mejor conservado del Mundo y que gracias a su privilegiada ubicación cuenta con unas vistas increíbles a la llanura de la Hoya, en Huesca, sobre la que se levanta.

El Castillo de Loarre, la fortaleza de Aragón

La historia del Castillo de Loarre se remonta al siglo XI, cuando, tras la conquista de la comarca a las tropas musulmanas, el Rey Sancho III mandó levantar una torre defensiva en un rocoso peñasco a 1.071 metros de altitud. A lo largo de este siglo, otros reyes, como Ramiro I, ordenaron adosar diversas construcciones defensivas, entre ellas la imponente Torre del Homenaje, de 31 metros de altura. Fue durante el reinado de Sancho Ramírez cuando el castillo alcanzó su máximo esplendor, reformándose y ampliándose, adquiriendo la estructura que conocemos hoy en día. Gracias a la construcción del monasterio y la iglesia, el castillo de Loarre pasó de cumplir una función exclusivamente militar, que fue perdiendo con el paso de los siglos, a convertirse también en un centro espiritual y religioso. Sin embargo, esta faceta también decayó, y en el siglo XVI el castillo quedó completamente abandonado. Permaneció en este estado hasta que, ya en el siglo XX, fue declarado Monumento Nacional y restaurado, asegurando su conservación.

LOARRE, UN CASTILLO DE PELÍCULA: El Castillo de Loarre ha sido escenario de numerosas producciones cinematográficas. En «El Cid» (1961), protagonizada por Charlton Heston, se usó para representar la Edad Media. En «Los Borgia» (2006), sirvió como telón de fondo para la historia de la controvertida familia renacentista. En «Kingdom of Heaven» (2005), dirigida por Ridley Scott, se empleó para recrear batallas durante las Cruzadas. También apareció en la serie «La Corona Partida» (2016) sobre Isabel la Católica y en «El último reino» (2015-2020), basada en las Guerras Vikingas. O la reciente «La Abadesa« (2024) dirigida por Antonio Chavarrías, que cuenta la historia real de una joven de tan solo 17 años que es nombrada abadesa, y recibe el encargo de repoblar y cristianizar territorios fronterizos y en guerra con el islam. Gracias a su arquitectura medieval y su impresionante entorno, el Castillo de Loarre sigue siendo un lugar ideal para rodajes históricos.

La visita al Castillo de Loarre

En la actualidad, para acceder a la fortificación hay que contar obligatoriamente con entrada pues el aforo es limitado. Se puede visitar tanto por libre como a través de una visita guiada que sin duda recomendamos. Conviene consultar la página WEB OFICIAL donde encontrareis los horarios y precios de las visitas pues cambian a lo largo del año. Existen dos zonas de aparcamiento gratuito a escasos metros del lugar donde se reúnen los grupos para comenzar la visita.

Pequeña Nómada en el Castillo de Loarre

CASTILLO DE LOARRE CON NIÑOS: Loarre es un destino ideal para disfrutar en familia, ya que se ofrecen actividades divertidas para los más pequeños. Durante nuestra visita al Castillo de Loarre, tuvimos la oportunidad de participar en el «Mapa del Tesoro«, una emocionante aventura en la que los niños deben resolver diferentes pruebas para encontrar el tesoro perdido. Esta actividad, que se adapta a distintas edades, es una excelente forma de mantener a los más jóvenes entretenidos mientras exploran la fortaleza y aprenden sobre su historia de una manera divertida. ¡Sin duda, lo recomendamos!

Desde la Oficina de turismo del Castillo, donde hay también una pequeña tienda de recuerdos y un bar-restaurante, parte el camino, de unos 500 metros, hasta la entrada de la fortificación propiamente dicha. Por el camino tendremos las mejores vistas tanto de sus imponentes murallas como de sus 7 torreones, seis de los cuales tiene planta semicircular y uno de planta cuadrada. Una vez pasada la puerta principal lo mejor es pasear con tranquilidad por su interior del recinto e imaginarse la vida de sus moradores en la Edad Media, en busca de la Iglesia de San Pedro en la que destaca el ábside y la cupula, el aljibe, el pozo, la Torre de la Reina o la del Homenaje.

Puntos más destacados de la Arquitectura del Castillo de Loarre

El Castillo de Loarre es una de las fortalezas medievales más impresionantes y mejor conservadas de Europa, y su estructura refleja la importancia estratégica y defensiva que tuvo a lo largo de los siglos. Estos son los puntos más destacados de su arquitectura:

  • LAS MURALLAS: Todo el conjunto del castillo está protegido por una impresionante muralla que abarca alrededor de 10.000 m² y tiene un perímetro de 172 metros. Esta muralla está formada por diez lienzos de muros de 1,30 metros de grosor, reforzados con torreones. Por otro lado, la puerta principal se encuentra en el lado oriental, con un diseño de medio punto y flanqueada por dos torreones semicirculares. Un diseño tan robusto como impresionante, que refleja la importancia estratégica y defensiva del castillo.
  • TORRE ALBARRANA: Entre la muralla y el castillo encontramos la imponente Torre del Vigía, una estructura cuadrangular que en su momento contó con tres pisos. Sus muros son lisos, salvo en el tercer piso, donde destacan tres ventanas: las de los muros este y oeste son «normales», mientras que la del lado sur es un elegante arco de medio punto. La torre está coronada por una bóveda semiesférica que descansa sobre cuatro trompas, un detalle arquitectónico impresionante. Esta torre, considerada albarrana debido a su posición separada del castillo y frente a su entrada, tenía una función defensiva.
  • EL PROPIO CASTILLO: La puerta de entrada al castillo es un magnífico ejemplo del estilo románico, con tres arcos de medio punto superpuestos. También se pueden observar restos de un Pantocrátor, aunque gran parte se perdió durante una restauración realizada en los años 40. Al cruzar la puerta, nos recibe una enorme escalera cubierta por una bóveda de cañón. A ambos lados de la escalera se abren dos arcos de medio punto que conducen a diferentes estancias. A la izquierda, encontramos la sala del cuerpo de guardia, una estancia que servía para la vigilancia. A la derecha, bajo un arco, se accede a la cripta de Santa Quintería. Esta tiene forma semicircular y sirvió como lugar de enterramiento. En la parte sur, conocida como la zona más militar del castillo, encontramos el patio de armas, donde se ubicaba la Iglesia de Santa María, anterior a la fundación del monasterio. Destacan aquí el aljibe, con una capacidad de hasta 8.000 litros de agua, las estancias militares, las cocinas y los restos de la torre norte, que actualmente está destruida. En cuanto a las torres, sobresalen dos: la Torre de la Reina, que protege la entrada a la parte militar, y la imponente Torre del Homenaje, de 22 metros de altura y cinco plantas. Esta última estaba conectada con el resto del castillo mediante un puente levadizo, reforzando su carácter defensivo y estratégico dentro de la fortaleza.
  • LA IGLESIA DE SAN PEDRO: Sobre la cripta de Santa Quintería se encuentra la Iglesia de San Pedro, una joya del románico a la que se accede por dos estrechas escaleras. Esta iglesia cuenta con una única nave y un ábside semicircular. Su bóveda de cañón está adornada con una cenefa de ajedrezado jaqués, característica del estilo arquitectónico de la época. Lo más impresionante es su cúpula, que alcanza los 26 metros de altura, ubicada entre la nave y el ábside. A la derecha de la iglesia se encuentran las dependencias de los canónigos y los nobles que residieron en el castillo. En esta zona también se encuentran el antiguo calabozo, que también fue usado como almacén, y la sala de armas.

DENTRO DEL CASTILLO DE LOARRE: VER, OÍR Y CALLAR

Al cruzar las puertas del Castillo de Loarre, llama la atención un curioso detalle en una de las columnas de la entrada. Allí, esculpidos en la piedra, tres monos observan en silencio: uno se cubre los ojos, otro la boca y el último los oídos. Pero estos no son simples adornos, es un aviso: Todo lo que ocurra dentro de estas murallas debe permanecer en absoluto secreto. Ver, oír y callar eran las reglas de este lugar, y aquellos que osaran romper ese pacto de silencio enfrentaban un destino aterrador: la condena a muerte. ¿Cuántas historias se habrán perdido para siempre entre sus piedras?

Castillo de Loarre en Huesca




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