El Antelope Canyon y el Horseshoe Bend, más conocido como la Herradura, son dos de los lugares más increíbles que guarda la Costa Oeste de los Estados Unidos. Su visita, junto con un breve paso por el Parque Nacional de Zion, pondría punto y final a nuestra ruta por esta costa antes de volar hacia Nueva York.
Llegamos a Page ya de noche después de haber recorrido el increíble Momument Valley. Habíamos reservado en el Motel 6, una cadena de hoteles que se extiende por todo Estados Unidos y que cuenta con habitaciones bastante comodas con baño y televisión a un precio razonable, unos 50$ la doble.
HORSESHOE BEND (PAGE), CÓMO VER LA HERRADURA DE ARIZONA
A unos 6km de Page encontramos el parking que da acceso a este impresionante monumento natural. Nada más aparcar el coche un cartel nos avisa de que la caminata hasta el mirador, unos 15 minutos, no es tan sencilla como parece y tiene razón, sobre todo en los meses de verano y en las horas centrales del día cuando el calor puede llegar a superar los 40 grados, es conveniente ir bien provisto de agua.
El Horseshoe Bend, es un meandro en forma de herradura del Rio Colorado creado a lo largo de miles de años por la erosión del viento y del propio rio. La vista desde los diferentes miradores es simplemente espectacular, con paredes de hasta 400 metros de altura. Lo mejor es recorrer todo el precipicio y abrir la boca en todas sus esquinas.
ANTELOPE CANYON, CÓMO VER Y VISITAR
La siguiente parada la haríamos en el famosísimo Antelope Canyon, que forma parte del sistema del Glen Canyon. La entrada se encuentra a escasas 7 millas de la Herradura por lo que llegamos en menos de 10 minutos. Hay dos lugares que se pueden visitar en el cañón del Antelope, el conocido como Upper Antelelope y el Lower Antelope, por lo que la primera duda que se nos plantea es, ¿Cuál elijo? Hay que tener en cuenta que para visitar cualquiera de los dos es necesario reservar con antelación, en nuestro caso la decisión fue fácil ya que, aunque reservamos un mes y medio antes, solo quedaban plazas para el Lower y no a todas horas. Esta es la compañia con la que nosotros reservamos, Kens Tours.
Volviendo sobre cuál de ellos es mejor visitar. El Upper es la parte más visitada del cañón. Es mucho menos estrecho, accesible para todos los públicos ya que el suelo es llano y no hay que trepar por ninguna escalera, lo que se traduce en que hay mucha más gente. El precio es también más caro rondando los 50$ y se incrementa en las horas centrales del día cuando el sol incide de manera vertical y se forman sus famosos halos de luz entre las grietas. El Lower por su parte, es menos visitado, por lo que a priori será más fácil encontrar entradas y menos agobiante la visita. El precio es también menor, 25$ por persona. Un posible contra es la accesibilidad, ya que para entrar al cañón hay que hacerlo por una empinada escalera y en su interior hay zonas estrechas, no obstante nosotros lo visitamos con un bebe de 4 meses y en ningún momento tuvimos la sensación de no poder continuar.
Como hemos dicho, nosotros visitamos la parte del Lower Antelope. La única manera de poder acceder es con un guía navajo para ello compramos la entrada con una de las muchas empresas que se dedican a guiar las visitas, Kens Tours, el precio en septiembre de 2017 fue de 25$ a lo que hay que sumar la entrada a la reserva de los indios navajos, 7$ más. Aunque teníamos la reserva a las 11:40 a.m. para poder aprovechar las horas centrales del día, no entramos hasta una hora después.
Nuestro guía nos acompañó hasta la entrada donde tuvimos que volver a esperar otra hora para poder descender por la empinada escalara metálica (donde está terminantemente prohibido hacer fotos) que nos adentra en el cañón. Durante ese tiempo llegamos a pensar que la visita iba a defraudarnos debido a la enorme cantidad turistas, pero nada más lejos, ya que una vez dentro del cañón los grupos se dispersan y solo harás la visita con el tuyo. Además los guías suelen ser muy buenos fotógrafos y te ayudan a colocar tu cámara y sacar las mejores fotos.
El Antelope Canyon es un lugar realmente mágico, según te adentras en el descubres nuevas e increíbles formaciones en las rocas y tonalidades rojizas diferentes. Es imposible dejar de fotografiarlo mientras tratas de interiorizar esa maravilla que tantas veces has soñado visitar. En muchos puntos del camino se pueden ver los rayos de luz que entran por las pequeñas aberturas de la roca y se reflejan en el polvo en suspensión. En total la visita dura unas dos horas que te dejan con ganas de más.
Si estais en Las Vegas podéis reservar las entradas para ver el Antelope Canyon, tanto el Upper como el Lower en este enlace, no os quedéis sin ellas, hay que reservar con antelación y se agotan muy rápido.
Esta sería nuestra última parada en la ruta por los Parques de la Costa Oeste antes de poner rumbo a Las Vegas, pero no pudimos resistirnos a desviarnos unos kilómetros y tomar la serpenteante carretera que atraviesa el Zion National Park, un lugar que apuntamos como pendiente para recorrer con más calma la próxima vez.
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