Al planear nuestros viajes siempre reservamos unos días para hacer algún trekking que nos permita conocer lugares menos visitados y disfrutar de la naturaleza. En nuestra ruta por Guatemala y Belice no iba a ser distinto. Optamos por realizar el conocido como Maya Trek, que atraviesa zonas protegidas de la selva del Peten y mezcla a la perfección aventura, naturaleza y arqueología, en un entorno increíble como es la Reserva de la Biosfera Maya, que forma la extensión de selva tropical más grande de América al norte del Amazonas. Toda una aventura que recomendamos si se tiene el tiempo suficiente para estar en la zona y de la que, dicho sea, encontramos muy poca información, pero no os preocupeis, que aquí estamos nosotros para rellenar ese hueco.
Maya Trek en Guatemala, qué es y cómo hacer el trekking
El Maya Trek consiste en un recorrido de 3 días y dos noches por la Reserva de la Biosfera Maya, partiendo de la comunidad de Cruce Dos Aguadas y finalizando en Tikal. Nosotros decidimos recortar la ruta y caminamos solo dos días, hasta llegar el lugar arqueológico del Zozt, volviendo al punto de partida. Los motivos fueron que contábamos con poco tiempo y que preferíamos dedicar a Tikal un día entero, además ese tercer día pronosticaban, como así fue, lluvias intensas lo que nos hubiera impedido disfrutar de la experiencia.
Durante el Maya Trek se recorre una de las principales rutas de comercio y comunicación que existió entre las más importantes ciudades mayas en la época prehispánica a lo largo del Valle de Buenavista.En cualquier caso, la única manera de realizar el trekking es contratar los servicios de la Comisión de Turismo de la Comunidad del Cruce Dos Aguadas, que son los únicos autorizados para hacerlo y, además de la tranquilidad que permite saber que hacemos la ruta con guías que conocen el terreno a la perfección, ayudamos tanto directa como indirectamente a cerca de 40 familias que viven en esta comunidad. Para contactar con ellos desde el mismo Hotel Los Amigos de Flores nos ayudaran.
Cruzamos la Selva del Peten. Maya Trek, día 1
Tras salir de nuestro Hotel de Flores nos trasladamos a la Comunidad de Cruce dos Aguadas en algo más de una hora de viaje. Allí conocimos al que sería nuestro guía, “Cristóbal Dos”, como el mismo se presentó, también nos acompañarían Juan, que era el cocinero y su hijo de 16 años. La expedición la cerraban dos caballos que llevarían los víveres y parte de nuestras mochilas.
Atravesamos el pequeño pueblo y pronto seguimos el desvío hasta la entrada al lugar del Biotopo Protegido San Miguel La Palotada – El Zotz, dentro del cual se encuentra el lugar arqueológico del Zotz. Esta área protegida es reconocida por ser un refugio para millones de murciélagos de más de 15 especies diferentes. También protege especies importantes como monos aulladores y monos araña, así como cientos de especies de árboles y aves.
El camino discurre por un paisaje de selva tropical espectacular en el que es fácil embobarse con los sonidos que la naturaleza nos ofrece, a lo largo del mismo “Cristóbal Dos” nos daba explicaciones sobre los diversos usos curativos o lúdicos de algunas de las plantas con las que nos cruzamos.
El desnivel a lo largo de la mayor parte del camino no es muy pronunciado, pero si es necesario estar en una forma física aceptable ya que cada día se recorren unos 20 kilómetros acompañados de un importante grado de humedad. Aunque la ruta es accesible todo el año, te aconsejan hacerla durante la época seca, ya que con lluvia el terreno se vuelve un barrizal resbaladizo y completamente impracticable. La caminata, algo más de 5 horas, continúo hasta el campamento de El Yesal, que se encuentra justo en el borde entre El Biotopo San Miguel La Palotada y El Parque Nacional Tikal. Aquel fue el lugar donde pasamos la noche.
Instaladas nuestras tiendas de campaña y después de descansar un rato nos dirigimos al anochecer a una impresionante pared caliza en la que cada día, al caer el sol, miles de murciélagos salen de sus “casas” en busca de alimento, tiñendo el cielo de negro, todo un espectáculo. De vuelta al campamento cenamos a la luz de las velas mientras nuestro guía nos contaba leyendas y cuentos populares mayas.
Leyenda de La Llorona. Se dice que esta leyenda tiene su origen pocos años antes de la conquista Española. La llorona es una joven mujer enamorada y madre de familia, que ataviada con un largo vestido blanco, larga cabellera y un velo que le cubre el rostro deambula por las calles solitarias y oscuras. Cuenta la historia, que se ha transmitido de generación en generación desde hace más de 5 siglos, que esta mujer, triste por no ser correspondida por el hombre a quien amaba, enloquece al grado de asesinar a sus hijos. Y después, atormentada por el dolor y el arrepentimiento en medio de su demencia se quita la vida. Ahora vaga eternamente en búsqueda de sus pequeños. Si tienes la mala suerte de cruzarte con ella se escucha el tintineo de unas cadenas y después un terrible grito y llanto, que se repite incesablemente.Cruzamos la Selva del Peten. Maya Trek, día 2
El segundo día de trekking comenzó temprano, al amanecer, y tras desayunar pusimos rumbo al lugar arqueológico del Zotz, aproximadamente una hora de camino nos costó llegar a este enclave maya, que se encuentr en gran parte sepultado por la espesa selva y en el que se continúan realizando excavaciones arqueológicas.
El Zotz es un sitio arqueológico mesoamericano construido por la civilización maya y situado a unos 30 km al oeste de Tikal. El sitio fue llamado de esa manera porque había muchos murciélagos en las cavernas de las laderas circundantes. Fue la sede de la dinastía Pa ´Chan y debido a su ubicación estratégica controlaba la ruta de comercio de la región. Durante esta época también fue un aliado muy importante de Tikal; sin embargo, durante el periodo Clásico Tardío se convierte en aliado del Reino Kan, enemigo férreo de Tikal, manteniendo una estrecha relación con El Perú – Waka.
Tuvimos la oportunidad de escalar a la parte superior del Templo del Sol Nocturno o Complejo del Diablo desde donde se puede observar el Templo IV de Tikal.
Continuamos recorriendo el complejo mientras nuestro guía explicaba cómo era la vida en el Zotz así como las tradiciones mayas que incluían sacrificios y bailes, uno de los cuales recreamos todos vestidos con hojas de palmera, un momento de lo más divertido e inolvidable.
De vuelta al campamento ayudamos a preparar la comida haciendo, o al menos intentado, las tortillas de maíz.
Tras comer nos empezamos a preparar para el camino de vuelta cuando los caballos (ya con las mochilas y el agua en sus lomos) se escaparon en una mini estampida que nos dejó perplejos. El camino de regreso fue mucho más duro por la falta de agua y por ir recogiendo las mochilas y resto de equipaje que íbamos encontrando. Al llegar a la comunidad, como predijo “Cristobal Dos”, los caballos esperaban cerca de su casa nuestra llegada.
El nombre de nuestro guía, “Cristóbal Dos” tiene su historia, una que el mismo nos contó. Resulta que su padre, amante del buen vino guatemalteco, celebraba con gran entusiasmo la llegada de cada uno de sus hijos y al día siguiente, aun contentísimo por esa bendición que es ser padre, debía ir al registro civil a poner nombre al recién nacido. Y así llego Cristóbal y luego Cristóbal Dos y más tarde Cristóbal Tres y a los pocos años, y por último, Cristóbal Cuatro.