Una ruta por el Peloponeso no estaría completa sin visitar las antiguas ruinas de Micenas, Epidauro y el canal de Corinto. Con base desde la bella Nauplia, nos disponemos a viajar en el tiempo para conocer más de las antiguas civilizaciones de Grecia. Os contamos qué ver y cómo llegar a estas maravillas:

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Cómo llegar y visitar Micenas y Epidauro  desde Atenas

EN COCHE: La mejor manera de conocer los restos arqueológicos de Micenas y Epidauro es alquilando un vehículo, lo que nos permitirá tener total libertad y, además, nos servirá para poder visitar otros puntos imprescindibles de la conocida como Grecia continental. A la entrada a ambos recintos encontraremos un parking amplio y gratuito.  El recorrido desde Atenas hasta Micenas es de una hora y media aproximadamente (la mayor parte por autovía) y de Micenas a Epidauro hay unos 45 minutos, por lo que en un día podremos ver ambos, aunque recomendamos dedicarle más tiempo. Para llegar a Micenas o Epidauro es necesario pasar por el canal de Corinto por lo que podemos aprovechar esta visita para ver el famoso canal.

EN BUS: Si no contamos con coche, podemos llegar también utilizando el transporte público, en concreto el autobús. Existen varias salidas al día desde la Terminal A de la estación de Kifissos, en la capital helena.

Otra opción es la de contratar un tour organizado desde Atenas. Existen salidas para visitar los tres puntos en un día u otras opciones que incluyen Delfos y Meteora, de tres o cuatro días, conocidas como «circuito clásico«. Una opción ideal para aquellos que no quieran conducir o cuenten con poco tiempo.

Micenas, qué ver en el Reino de Agamenón

Micenas, Patrimonio de la Humanidad desde 1999, es uno de los lugares arqueológicos más visitados de Grecia. El precio de la entrada al recinto es de 12€, aunque esta cantidad puede variar (existen descuentos por diversos motivos), por ello lo mejor para confirmar precios, horarios y los posibles descuentos es consultar la web oficial. Os dejamos un resumen de todo en el cuadro de INFORMACIÓN UTIL de más abajo.

Micenas, qué ver en el Reino de Agamenón

Se cree que la civilización micénica se desarrolló en varios puntos de Grecia, especialmente en el Peloponeso, entre los años 1550-1050 a.C. aunque poco se ha dejado escrito sobre ella, ha dado nombre a uno de los periodos clásicos más conocidos, el micénico, ya que se trata de la primera civilización avanzada de la Grecia continental. Para muchos historiadores, Micenas, levantada en una suave colina rodeada de olivos, fue la ciudad más influyente de su época, además del hogar de Agamenón, uno de los héroes griegos más importantes según la Ilíada de Homero, y comandante en jefe durante la Guerra de Troya. Su época de máximo esplendor fue entre los años 1350 y 1200 a.C, aunque se sabe que en el Sg. II a.C, tras años de invasiones y desastres naturales, la ciudad estaba en ruinas. Las excavaciones comenzaron en el año 1841 y dejaron al descubierto varias zonas de las ruinas de Micenas y que podemos visitar en tres partes: el Tesoro de Atreo, la ciudadela de Micenas y el Museo Arqueológico.

Tesoro de Atreo o Tumba de Agamenón de Micenas

Situada a unos 500 metros al sur de la ciudadela encontramos esta enorme tumba o “tholos”, que se estima que fue levantada entre los años 1350 y 1250 a.C. Por sus dimensiones se cree que sirvió como lugar de enterramiento para grandes reyes y personajes importantes de la época, incluso hay quien piensa que aquí se llevó el cuerpo del propio Agamenón, aunque no se sabe a ciencia cierta.

Entrada al Tesoro de Atreo o Tumba de Agamenón de Micenas, Grecia

Excavada directamente en la piedra, para acceder al Tesoro de Atreo hay que atravesar el corredor que da paso a la entrada. Ya en el interior, su bóveda de más de 13 metros de alto sobrecoge, al igual que el enorme tamaño de las piedras con las que esta levantada.

Interior del Tesoro de Atreo o Tumba de Agamenón de Micenas

Ciudadela de Micenas

Junto a la taquilla de entrada encontramos la parte del yacimiento perteneciente a la antigua acrópolis de Micenas que se encuentra rodeada por una muralla ciclópea (murallas construidas con grandes piedras y sin argamasa que las una).  La entrada se realiza por la magnífica Puerta de los Leones, símbolo de la ciudad y uno de los mayores tesoros que se conservan de la época micénica. Se trata de dos imponentes leones, en realidad leonas, rampantes de casi tres metros de alto. Su construcción data del año 1250 a.C, y se convirtió en la entrada principal de la ciudad tras la ampliación que se hizo en el Sg. XIII a.C.

Ya dentro del recinto encontramos el llamado Círculo de Tumbas A, reservado a los Reyes y donde se encontró la famosa Máscara de Agamenón que se expone en el Museo Arqueológico de Atenas.

Circulo de Tumbas de Micenas, Grecia

De la antigua ciudadela de micenas quedan restos de algunos templos, palacios como el del propio Agamenón o la cisterna, lo cierto es que queda muy poco en pie, y aunque habrá que tirar de imaginación durante la visita no debemos olvidar que hablamos de restos con más de 2200 años de antigüedad.

Museo de Micenas

Bordeando la ciudadela llegamos al Museo de Micenas, en el que se exponen, a lo largo de sus tres salas, parte de los objetos que se encontraron durante las excavaciones como vasijas, máscaras y joyas. Junto a él, se pueden visitar otras tumbas.

Museo de Micenas Museo de Micenas

INFORMACIÓN UTIL PARA VISITAR MICENAS

  • HORARIOS
  • Enero a Marzo de 8.30 a 15.30h
  • Abril a agosto: de 8 a 20h
  • 1º quincena de septiembre: de 8 a 19:30h
  • 2º quincena de septiembre: de 8 a 19h
  • 1º quincena de octubre: de 8 a 18:30h
  • 2º quincena de octubre: de 8 a 18h
  • CERRADO: 1 de enero, 25 de marzo, 1 de mayo, Domingo de Pascua, 24 y 25 de diciembre
  • PRECIOS
  • Adultos: 12€
  • Reducida: 6€ (de noviembre a marzo)
  • Entrada gratuita siempre para menores de 18 y estudiantes de la Unión Europea.
  • Gratuito para todos los visitantes: 6 de marzo, 18 de abril, 18 de mayo, último fin de semana de septiembre, 28 de octubre y primer domingo de mes entre noviembre y marzo.

Epidauro y su magnífico Teatro

Patrimonio de la Humanidad desde 1988, las ruinas de la antigua ciudad de Epidauro, situadas en la región de la Argólida, destacan por su espectacular Teatro, posiblemente es más impresionante de la antigua Grecia, tanto por su acústica como por su estado de conservación y un imprescindible a visitar en una ruta por el Peloponeso. El precio del ticket de entrada normal al recinto es de 12€, aunque existen descuentos, y su horario varía según la temporada, por ello lo mejor es visitar la web oficial (ver cuadro de INFORMACIÓN UTIL)

El Teatro de Epidauro

El Teatro de Epidauro fue construido en el Sg. IV a.C por Policleto el Joven, destacan el escenario u orchestra de forma circular de unos 20 metros de diámetro y las 55 filas de asientos, las primeras 34 son originales. El Tetaro tenía (y tiene) una capacidad para cerca de 14.000 personas.

No podemos visitar Epidauro y no hacer estas dos cosas: colocarse en el centro del escenario y entonar algo, para alucinar con la acústica del teatro, y subir a la última fila de asientos para comprobar sus dimensiones. A día de hoy aún se siguen realizando representaciones durante el Festival de Verano.

La antigua ciudad de Epitauros

La antigua Epitauros, como se cree que era conocía en origen, fue famosa desde Sg. XVI a.C por ser el lugar donde se rendía culto a diversas divinidades sanadoras. Durante el periodo clásico la fama de Epidauro fue creciendo gracias a que se consagro un santuario dedicado  Asclepio, hijo de Apolo y dios de la medicina. Hasta él se acercaban peregrinos de otras polis en busca de curación, conocimiento o, simplemente, dar culto. Aunque su Teatro, sea la principal razón para visitar Epidauro, en el recinto podemos encontrar varios restos de edificios y templos levantados fundamentalmente en el Sg. IV a.C.

Ruinas de la antigua ciudad de Epitauros, Peloponeso

El Tholos, de planta circular, fue levantado en el año 335 a.C, y contaba con 40 columnas de mármol de las que se conservan algunas en pie. También destacan el Kategogein, donde se daba alojamiento a los peregrinos y hotel para los enfermos , que llego a contar con 160 habitaciones aunque hoy en día apenas se conserva nada.  El Abaton o el Estadio, cuya pista central tenía una longitud de 180 metros y en el que se celebraban cada cuatro años los juegos Asclepia.

Museo Arqueológico de Epidauro

Epidauro también cuenta con un pequeño Museo Arqueológico donde se exponen un gran número de vasijas, estatuas e inscripciones que fueron apareciendo durante las excavaciones y que merece la pena conocer.

Museo Arqueológico de Epidauro Museo Arqueológico de Epidauro

INFORMACIÓN UTIL PARA VISITAR EPIDAURO

  • HORARIOS
  • Enero a Marzo de 8 a 17h
  • Abril de 8 a 19h
  • Mayo a agosto de 8 a 20h
  • Septiembre de 8 a 19h
  • Octubre a Diciembre de 8 a 17h
  • CERRADO: 1 de enero, 25 de marzo, 1 de mayo, Domingo de Pascua, 25 y 26 de diciembre
  • PRECIOS
  • De abril a octubre: 12€
  • Resto del año: 6€
  • Entrada reducida: 6€
  • Gratuito para todos los visitantes: 6 de marzo, 18 de abril, 18 de mayo, último fin de semana de septiembre, 28 de octubre, primer domingo de mes de noviembre a marzo.

Canal de Corinto

Esta obra de ingeniería que separa la Península del Peloponeso con la Grecia central, es uno de los lugares más conocidos de esta parte del país. Ya el tirano Periandro de Corinto tuvo de idea de abrir un canal para cruzar el istmo en el año 630 a.C, pero debido a las innumerables dificultades técnicas que se encontraron no fue posible hasta el año 1893 cuando se terminó la obra que permitiría unir, al fín, el Golfo de Corinto con el Mar Egeo.

Canal de Corinto

El Canal de Corinto tiene un poco más de 6 kilómetros de largo, 25 metros de ancho y poco más de 8 metros de altura. Gracias a él, los barcos que transitan esta zona, se ahorran cerca de 700 kilómetros, evitando así dar un enorme rodeo. Lógicamente, debido a sus dimensiones, no todos los baros caben por el Canal. Muy cerca del canal podemos ver varios bunkers de la II Guerra Mundial.

Todo aquel que pretenda ir desde Atenas al Peloponeso o viceversa, tiene que pasar por el Canal, por lo que se trata de una parada imperdible, gratuita y que nos llevará menos de media hora.



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