La aldea medieval de Sortelha es uno de los pueblos mejor conservados de Portugal, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido y en el que reina la paz y la tranquilidad. Sortelha es uno de los doce pueblos que conforman el conjunto de Aldeas históricas de Portugal, iniciativa que ayudo a su reconstrucción y mantenimiento, puesto que durante un tiempo el pueblo estuvo prácticamente abandonado. En este Post os contamos todo lo qué ver en Sortelha.

Sortelha, qué ver en una de las Aldeas Historicas de Portugal

En nuestra última visita a Portugal conocimos 4 pueblos fronterizos con la tierras extremeñas que nos encantaron tanto por su gran autenticidad: Sorteha, Monsanto, Marvao y Castelo Vide. Y es que más allá de Lisboa y Oporto, nuestro país vecino, a menudo olvidado, esconde multitud de pueblos de una gran belleza que merecen la pena visitar.

Esta preciosa aldea se encuentra levantada en una colina a 760 metros sobre el nivel mar, entre las Sierras de la Estrella y Malcata, en un entorno privilegiado. Sortelha cuenta con un tumultuoso pasado, debido a su posición estratégica, muy cerca de la frontera española, ha sido durante siglos testigo de numerosos enfrentamientos y batallas, no sólo de los reinos portugueses y castellanos, sino también con los franceses.

Sortelha, qué ver en una de las Aldeas Historicas de PortugalSortelha, qué ver en una de las Aldeas Historicas de Portugal Sortelha, qué ver en una de las Aldeas Historicas de Portugal

Cómo llegar a Sortelha (Portugal) desde España

Sortelha se ubica en el distrito de Guarda, más concretamente en el concello de Sabugal a escasos 40 km de la frontera con España. Es sencillo visitarla desde las provincias de Cáceres y Salamanca. Nosotros llegamos a ella tras conocer varios pueblos de Sierra de Gata, al noroeste de Extremadura, en concreto desde San Martin de Trevejo, desde donde tardamos aproximadamente una hora para hacer los 60 km que las separa.

Una vez llegamos a Sortelha hay que tener en cuenta que el pueblo intramuros es peatonal, por lo que habrá que dejar el coche en la explanada que hay junto a la entrada y donde encontraremos el famoso Lodao Bastardo, un árbol muy usado en Portugal en plazas y jardines. Aunque nosotros visitamos Sortelha prácticamente solos (es lo que tiene viajar en noviembre entre diario), hemos leído que durante los meses los verano conviene llegar a primera hora para encontrar sitio para aparcar.

Lodao Bastardo de Sortelha

Qué ver en Sortelha

Tras acceder por la Porta da Vila nos dejamos llevar por las calles de Sortelha  donde el tiempo se ha detenido hace mucho. Sus empedradas callejuelas son testigos de cientos de años de historia y cada rincón y plaza nos evoca a la Edad Media, pues esta pequeña aldea ha sabido mantener intacta su esencia.

Porta da Vila de Sortelha

La aldea, en la que apenas viven diez personas, está rodeada de una imponente muralla y en algunos tramos se puede caminar por ella, así podremos llegar, por ejemplo a la Torre do Facho o la Torre Sinara. Desde estas torres podremos ver un bello paisaje salpicado de curiosas formaciones graníticas como la “Pedra do Beijo” o la “Cabeça da Velha”.

Vista desde nuestro Dron Sortelha, Portugal Murallas de Sortelha Torre do Facho

El nombre de Sortelha viene del español “Sortija”, un juego medieval en el que los caballeros competían por meter la punta de sus lanzas en un anillo o sortija.

El punto más destacado de la visita a Sortelha son las ruinas de su castillo, levantado por el Rey Don Sancho II en 1228 el cual doto además al pueblo de una carta foral. Durante siglos el castillo fue testigo de innumerables batallas e incluso funciono como cárcel, hasta que las tropas napoleónicas lo destruyeron casi por completo durante la guerra de la Independencia. En la actualidad se puede visitar su interior de forma gratuita en el que destaca la torre del Homenaje y el llamado Balcón de Pilatos.

Castillo de Sortelha Entrada al Castillo de Sortelha

En la plaza que se encuentra delante de la puerta principal del castillo encontramos el famoso pelourinho de Sortelha. Se trata de una estructura con forma de picota o columna de piedra muy típico en los pueblos portugueses y que nos recuerdan a los cruceiros de Galicia, pero con un significado distinto. Los pelourinhos eran situados en un lugar público, bien visible del pueblo y representaban el poder real, señorial o municipal, sirviendo en ocasiones como lugar donde se llevaban a los ajusticiados.

Plaza Principal y el Pelourinho de Sortelha Plaza Principal y el Pelourinho de Sortelha Sortelha, qué ver en una de las Aldeas Historicas de Portugal

Otros puntos que no debemos perdernos en nuestra visita a Sortelha, son la llamada Iglesia Matriz, dedicada a la Virgen de las Nieves y que data del Sg. XIV, la Capilla de San Sebastián, la Fuente Buceo o el Antiguo Hospital de la Misericordia.

Iglesia Matriz de Sortelha Iglesia Matriz de Sortelha

El elefante de Sortelha. Caminando por sus calles nos podremos encontrar la curiosa figura de un elefante tallado en piedra granítica, conocido como el elefante de Sortelha. Se trata de un homenaje al escritor portugués José de Saramago que, durante su visita a Sortelha quedó tan encantado que no dudo en escribir sobre la “enormidad de sus murallas” en su conocida obra “Viaje a Portugal”. Más tarde, Saramago ambiento uno de sus pasajes del libro “El viaje del Elefante” entre los muros de la bella Sortelha. En él, el elefante Salomón, regalo del rey Joao II de Portugal a su primo Maximiliano de Austria, recorre el país luso.

Las casas de Sortelha están construidas con la roca granítica que se encuentra en la zona, reciben en la actualidad curiosos nombres como Casa número 1, Casa Árabe, Casa del Gobernador, Casa de la Cámara y la Cadena o Casa de los Falçao, siendo algunas de ellas en la actualidad restaurantes o alojamientos turísticos.

Casas de piedra en Sortelha, Portugal Casas de piedra en Sortelha, Portugal

Precisamente en una de estas preciosas casas, a la entrada del pueblo, encontraremos el Restaurante Don Sancho, un lugar con encanto en el que sirven platos típicos portugueses como el bacalao, el arroz con perdiz o muy buenos embutidos, todo ello regado con vinos locales. Lo recomendamos sin duda, tanto por el ambiente, como por la comida y el precio.



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