Tras haber visitado en el archipiélago de las Cicladas y dos de sus islas más famosas como Santorini y Milos, pasamos unos días disfrutando de la belleza de Zante, también llamada Zakynthos, que pertenece al grupo de islas Jónicas.
Nada más llegar a Zante se puede ver como el paisaje cambia por completo, a diferencia de las áridas islas Cicladas, Zante se muestra con verdosas colinas y enormes extensiones de campos de olivos. Puede que sus pueblos no tengan el encanto de las anteriores pero no lo necesita, los paisajes de Zante y sus playas son sublimes, tanto que no es de extrañar que la mismísima Venus, la diosa del amor y la belleza según la mitología griega, naciera aquí.
Cómo llegar a Zante
Zante es la isla más al sur del archipiélago de las Jónicas y hay muchas y sencillas formas de llegar a ella.
en avión
El aeropuerto de Zakynthos, recibe vuelos nacionales diarios y directos desde Atenas o Tsalonica y algunos con escalas en alguna de las ciudades anteriores. También es posible encontrar vuelos internacionales desde las principales ciudades europeas aunque con mucha menor frecuencia que varía según la temporada del año.
en ferry
Para nosotros el ferry es la mejor opción para moverse entre islas o, incluso, para llegar a Zante si estamos en ruta por el Peloponeso. Desde la ciudad de Kyllini parten ferris unas 4 ó 5 veces al día, aunque varía según la época del año, y que tardan 1 hora y cuarto aproximadamente en llegar al puerto de Zante Town (capital de Zante). Además es posible embarcar un coche, una gran ventaja si ya hemos alquilado uno en la parte continental de Grecia. Podéis consultar los horarios y precios de los ferrys en esta página.
Donde alojarse en Zante
El oeste y el norte de Zante están escasamente poblados ya que se trata de una región montañosa y estéril, por lo que la mayoría de los viajeros suelen alojarse en el sur o en el este. Al sur de Zante se encuentra su capital, Zante Town, sin duda punto neurálgico de la isla, donde encontraremos todos los servicios que podamos necesitar en nuestra visita así como numerosas agencias de viaje donde contratar tours organizados que nos lleven a descubrir sus encantos. Pero como ya hemos comentado se trata de una ciudad sorprendentemente bulliciosa y grande, para tratarse de una isla griega, por lo que si contáis con coche propio y vuestra idea es estar “más tranquilos”, os recomendamos que os alojéis en la parte este de la isla, entre las playas de Alykes, Tsilivi y Alikanas. Aquí encontrareis numerosos alojamientos y una oferta amplia de restaurantes y bares.
Qué ver y hacer en Zante ó Zakynthos
Zante, sin duda, es una de las Islas Griegas más bellas, en sus 40 km de longitud podemos encontrar campos de olivos, montañas, acantilados y calas escondidas que nos invitan a descubrir la isla con tranquilidad y calma. Pero si por algo es mundialmente conocida Zante es por su magnífica Playa del Navaggio o del Naufragio, una habitual en los primeros puestos de las playas más bonitas del mundo y una de las principales razones para llegar hasta aquí. Os contamos qué ver en Zante:
Zante Town o ciudad de Zakynthos
Zante Town nos sorprendió por su enorme bullicio y el tráfico caótico de sus calles, sobre todo si lo comparamos con la tranquilidad de Milos y Santorini. Apenas visitamos Chora (el otro nombre por el que se le conoce) y casi solo la utilizamos como punto de entrada y salida a la isla, aunque fue suficiente para ver algunos bonitos edificios de estilo veneciano, la mayoría reconstruidos tras el terremoto de 1953 que arraso con gran parte de la isla. Frente al puerto destaca la Iglesia de Agios Dionysios, cuyo Campanile es el símbolo de la ciudad. La ciudad cuenta con numerosos cafés, bares y todo tipo de servicios, y el Museo Bizantino y su Biblioteca bien merecen una parada.
Keri, el pueblo más pintoresco de Zante
Los pueblos de la isla de Zante no suelen tener la belleza de las otras islas vecinas, pero la pequeña localidad de Keri es la excepción. De todas sus construcciones destaca la iglesia Panagia Kerkotissa, de estilo renacentista, y su plaza, rodeada de cafés y pequeños restaurantes que colocan sus mesas en la calle, un lugar que emana tranquilidad, ideal para tomar algo y disfrutar de la vida local.
Pero lo que realmente nos llevó hasta aquí fue alcanzar el mirador del Cabo de Keri, con unas vistas de infarto y el mejor atardecer que nos brindó la isla.
Se llega desde el pueblo por un camino lleno de pinos, que acaba siendo de tierra los últimos kilómetros. Arriba tuvimos suerte y pudimos aparcar el coche aunque nos pareció que en temporadas más turísticas sería más complicado. El camino también puede hacerse andando para los amantes del senderismo. Sin duda un lugar que recomendamos conocer por su belleza, los colores del mar que desde aquí se contemplan y que contrastan con la piedra caliza blanca de sus impresionantes acantilados.
Qué ver en el Sur de la isla de Zante
En la parte sur de la isla, la más turísticas y urbanizada, podemos encontrar numerosas playas de arena fina bañadas por aguas cristalinas y junto a ellas numerosos bares, restaurantes y hoteles. Las más conocidas son Paralia Laganas y Paralia Gerakas. Algunos llaman a esta zona el “Magaluz” de Zante, sobre todo por la presencia de turistas deseosos de fiesta, pero tenemos que decir que, aunque había más “marcha” que en otros puntos de la isla, no nos pareció para tanto.
La isla de Zante es también muy importante por su biodiversidad. Por citar un ejemplo, en sus costas vive la tortuga marina “Caretta Caretta”, actualmente en peligro de extinción. Estas tortugas desovan en sus playas y es muy habitual poder verlas cerca de la orilla o haciendo snorkel por la zona catalogada como Parque Nacional Marino (sobra decir que es obligatorio respetar su espacio y no tocarlas). El mejor lugar para verlas es la isla de Marathosis, a poca distancia de la costa de Zante, conocida como la isla de las tortugas. Son numerosas las empresas que ofertan tours hasta allí desde la localidad de Agios Sostis.Frente a la localidad de Agios Sostis, podemos llegar a la conocida como Cameo Island a través de una pasarela de madera. La entrada son 3€ y te dan un souvenir gratuito (en nuestro caso nos regalaron un llavero con la foto del grupo). Un lugar perfecto para un pequeño chapuzón y tomar algo, pues cuenta también con un bar.
Un lugar que nos encanto fue la llamada Paralia Porto Limnionas, una pequeña cala de piedra que más bien parece un “fiordo”. La playa no cuenta con esas arenas finas tan habituales en Zante, pero el paisaje es de gran belleza y el lugar magnifico para los más aventureros. Cuenta con un parking gratuito y un restaurante.
Qué ver en el Este de la isla de Zante
El este de la isla de Zante es una zona tranquila, ideal para descansar, rodeada de algunas de las playas más bellas, entre las que destacan la de Alykes, Alikanas y Tsilivi, prácticamente un continuo de arena dorada y aguas puras. La mayoría cuentan con bares, restaurantes y se pueden alquilar tumbonas y sombrillas pero sin la masificación del sur. Un buen punto para alojarse y visitar con niños.
La Playa del Naufragio y Blue Caves. Recorremos el Norte de Zante
Sin duda, el lugar más visitado de Zante es la bellísima Playa Navagio o Playa del Naufragio, la imagen más habitual de los folletos que invitan a la conocer las Islas Griegas. Llegar hasta ella y darse un chapuzón en sus trasparentes aguas solo es posible por mar, contratando una excursión en barco o alquilándolo, algo muy habitual en esta parte de la isla.
Las excursiones a la playa del Naufragio salen desde la capital de Zante o desde Agios Nikolaos, que es desde donde la cogimos nosotros. Son muchas las empresas que ofertan la excusión en barco combinando la visita a la playa y a las cuevas azules (blue caves), otra de las grandes atracciones de Zante. Los precios (entre 20 y 25 euros) y las paradas que hacen los diferentes tours son muy similares, lo que si os recomendamos es que el barco no sea muy grande, nosotros lo contratamos con Theodosis Cruises, con capacidad para 15 personas, para intentar estar lo más tranquilos posible.
Este idílico enclave, guardado por imponentes acantilados que lo hacen inaccesible por tierra, destaca no solo por su privilegiado entorno sino por los restos de un antiguo barco encallado en su blanca arena. El nombre de este buque es «Panagiotis«, construido en Glasgow en 1937, y que tras pasar por las manos de varias empresas fue en 1975, adquirido la empresa P.Lisikatos & Co, cuando empezó su oscura historia. Según cuentan las autoridades griegas el barco era usado por la mafia italiana para el contrabando de tabaco y alcohol traído desde Turquía. El 10 de enero de 1980 la marina griega lo empezó a perseguir para abordarlo al pasar por la isla de Zakinthos y en medio de una tormenta eléctrica el buque fue arrastrado hasta la cala donde quedo encallado para siempre. La tripulación del Panagiotis intento escapar pero quedaron atrapados en la misma playa donde fueron rescatados y arrestados. Desde entonces esta olvidada cala es conocida como la playa del naufragio y ha pasado a ser uno de los lugares más fotografiados de Grecia, por encima de la Acrópolis de Atenas.Partimos del puerto de Agios Nikolaos, tras tomar algo en una de las muchas tabernas que hay en su calle principal (Taverna Porto) y comenzamos a navegar por el cabo Skinari acompañados de unas vistas increíbles del mar y los acantilados, mientras nos acercamos a las espectaculares formaciones rocosas de piedra caliza impoluta y calas escondidas.
Llegamos tras una media hora a la playa del Naufragio, aunque había algunos barcos más tuvimos suerte y pudimos disfrutar sin agobios. Nuestro barco se acercó a la orilla y tras bajarnos y se retiró a cierta distancia, como hacen todos, para que no haya aglomeraciones.
Y ahí estaba, la impresionante playa de arena fina, rodeada de un agua con un color que parece irreal, flanqueada por enormes acantilados y con el esqueleto del barco Panagiotis de fondo, una estampa de postal que supera en belleza todo lo que podíamos haber visto antes. Nos bañamos en sus frías aguas y recorrimos el naufragio en busca de la foto perfecta, hasta que nos recogió nuestro barco para continuar la travesía y el Tour.
Las siguientes paradas fueron en las numerosas cuevas, conocidas como Blue Caves, formadas por la fuerza del mar y el viento durante miles de años sobre la roca blanca caliza. En ellas el reflejo del sol, especialmente al medio día, provoca que el agua tome un color azul espectacular. Lo mejor es que pudimos bañarnos en varias de las cuevas y atravesar nadando los arcos. Sin duda una excursión que no hay que perderse si estamos visitando Zante.
Mirador Playa del Naufragio
La playa del Navagio también se puede visitar desde lo alto, en los miradores que hay en los acantilados, la vista desde allí simplemente sublime. Para llegar a ellos se puede hacer tanto en autobús /hasta el pueblo de Volimes y desde allí una caminata de unos 40 minutos), en algún tour organizado o, como os recomendamos, en coche. Hay varios parkings de tierra gratuitos, y junto a ellos un par de puestos de bebidas y recuerdos.
Muy cerca del mirador de la playa del naufragio encontramos el Monasterio Agios Georgios Gremnon construido en 1535 del que destaca la torre de 1561 (construida para la defensa contra los piratas), su magnífica biblioteca y el interior de la Iglesia.
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Preciosa isla, esas playas y el color de agua, maravilloso, y además no es una de las más turísticas o conocidas de las Islas Griegas.
Muchas gracias por compartir estos parajes.