Cluj Napoca (Rumania), o simplemente Cluj como se la conocía antes de que el dictador Ceaucescu añadiera el término Napoca para dejar patente su pertenencia a Rumania, es la tercera ciudad más poblada del país y es conocida como la capital de Transilvania.

Cluj Napoca, Rumania

Habitada desde hace miles de años ha vivido un pasado convulso, repleto de guerras e invasiones que le han dotado de influencias germanas, húngaras y rumanas que han acondicionado su carácter cómo una ciudad abierta y muy cosmopolita. En la actualidad Cluj Napoca es el principal centro cultural de Rumania y una de las ciudades más animadas del país, gracias en gran parte, a su Universidad convertida en un destino habitual de estudiantes Erasmus.

Cómo llegar a Cluj Napoca

Situada en el noroeste del país, Cluj cuenta con un aeropuerto internacional en el que operan numerosas compañías de bajo coste como Vueling, Wizz air o Ryan Air que conectan Rumania con varias ciudades españolas a precios muy competitivos (en este enlace las mejores ofertas)

En nuestra ruta por Rumania, alquilamos un coche para poder descubrir a nuestro aire las maravillas que esconde el país y, realmente, consideramos que esta es la mejor opción de moverse, a pesar de que las carreteras rumanas no siempre estén en buen estado. Desde Baia Mare, capital de la región de Maramures y las iglesias de madera, hasta Cluj Napoca hay unas dos horas de viaje, y  Bucarest, se encuentra a 600 kilómetros al sur.

Qué ver y hacer en Cluj Napoca, capital de Transilvania

Cluj Napoca tiene el ambiente más animado de todo el país, la ciudad está plagada de bares y restaurantes, además,  cada año se celebran cientos de eventos culturales entre sus calles, atrayendo a muchos jóvenes turistas.

Existen multitud de Tours organizados que nos ayudan a conocer la historia y los lugares más representativos de la ciudad, si tenemos poco tiempo esta opción es perfecta para no dejarnos nada por descubrir.

La mayor parte de los lugares de interés se encuentran en su pequeño casco histórico repleto de calles adoquinadas y plazas por las que perderse. Seguramente 1 día puede ser suficiente para poder descubrir todos sus encantos, aunque nosotros recomendamos pasar 2 días en Cluj Napoca y recorrer sus calles tranquilamente, disfrutar de sus restaurantes y  vida nocturna.

Piata Unirii

La Plaza Unirii es el centro neurálgico de la ciudad y el lugar donde se llevan a cabo los eventos más destacados de Cluj como el Mercado de Navidad. Está dominada por la Iglesia de San Miguel (Biserica Sfantul Mihail), levantada a mediados del Sg. XV, siendo uno de los mejores ejemplos góticos de Rumania. Su torre, construida con posterioridad es, con sus 80 metros de alto, el elemento más destacado y visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Se puede visitar de forma gratuita todos los días de 10-19h. Delante de la Iglesia católica se levanta la estatua de Matías Corvino, nacido en la ciudad de Cluj y que fue rey de Hungría y Croacia, creando el mayor imperio húngaro de la historia.

Estatua de Matías Corvino Estatua de Matías Corvino

En uno de sus laterales encontramos la Oficina de Turismo donde podremos conseguir un plano de la ciudad y consultar su agenda cultural. También podemos visitar el Palacio Banffy, que alberga el Museo Nacional de Arte Rumano e incluso una farmacia del Sg. XIV llamada Hintz House que acoge el Museo de Farmacia.

Bulevard Eroilor (Bulevard de los héroes)

Posiblemente el Bulevard Eroilor es la arteria más conocida de la ciudad, une sus dos plazas más importantes: Unirii y Avram Iancu. Se trata de una calle comercial, repleta de bares y restaurantes, con una parte peatonal. Sus edificios son un claro ejemplo de arquitectura de la ciudad, con casas de dos o tres alturas que mezclan estilos góticos, barrocos y renacentistas.

Bulevard Eroilor, Cluj Napoca Bulevard Eroilor, Cluj NapocaBulevard Eroilor, Cluj Napoca

Piata Avram Iancu

En esta plaza se encuentran los monumentos más importantes de Cluj, la Catedral ortodoxa de Cluj Napoca, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, levantada entre 1923 y 1933 y cuya visita es gratuita, y el edificio del Teatro Nacional de Cluj, de estilo barroco-rococó, es uno de los edificios más bonitos de la ciudad, donde encontramos la Opera Nacional.

Piata Avram Iancu

Murallas de Cluj Napoca

Aunque solo se conserva una decima parte de lo que en su día fueron las murallas, podemos encontrarnos con algunos restos esparcidos por el centro histórico. Entre ellos destaca el Bastión de los Sastres, situado muy cerca de la Piata Avram Iancu, que fue levantado en honor a este gremio (algo muy típico del país ya que encontramos ejemplos en Brasov o Sighisoara). Es uno de los pocos y mejores ejemplos de la muralla que aún quedan en pie. Este bastión data del Sg. XV  y fue rehabilitado en 2007, recuperando parte de su antiguo esplendor.

Dónde comer en Cluj Napoca

Uno de los grandes atractivos de Rumania es su gastronomía, influenciada por la comida húngara, alemana y otomana, pueblos que ocuparon durante años estas tierras. Famosos son sus guisos especialmente de carne de cerdo y vegetales, además de las sopas, de las que hay una variedad apabullante. Uno de los mejores lugares del país donde disfrutar de su comida tradicional es precisamente Cluj Napoca, os recomendamos el Bistro Viena, situado en la Strada de Matei Corvin a escasos metros de la Piata Unirii, comida riquísima y muy económica.

Bistro Viena, Cluj Napoca Bistro Viena, Cluj Napoca

Visita al Castillo de Hunedoara o Corvino, uno de los más bonitos de Rumania

Tras conocer la animada capital de Transilvania continuamos nuestro camino hacia el sur de Rumania, en concreto a la ciudad de Sibiu pero por el camino teníamos pensado hacer dos paradas: la primera en la ciudad de Alba Iulia, famosa por el trazado de sus calles, pero la lluvia, que se volvió especialmente intensa hizo que no pudiéramos parar en ella y que continuáramos directamente a la segunda de las paradas: el Castillo de Hunedoara, uno de los más bonitos del país.

Castillo de Hunedoara o Corvino, Rumania

Cómo llegar al Castillo de Hunedoara (Corvino)

El Castillo se levanta en la ciudad del mismo nombre, a unos 14 kilómetros al sur de Deba. Hunedoara no tiene mayores atractivos, pues se trata de una ciudad industrial con numerosas fabricas de metal y acero abandonadas, por lo que la mayoría de los turistas solo paran aquí el tiempo necesario para visitar su famoso castillo.

El Castillo de Hunedoara se encuentra situado a unas dos horas y media en coche al sur de Cluj Napoca y a algo más de una hora de Sibiu, por una de las mejores carreteras del país. Lo mejor para llegar hasta aquí es contar con un vehículo de alquiler ya que las conexiones en tren o autobús no son muy buenas, aunque otra opción es contratar una  excursión organizada desde alguna de las ciudades más cercanas.

Qué ver en el Castillo de Hunedoara (Corvino)

Aunque normalmente se le conoce como Castillo de Hunedoara, por el nombre la ciudad actual en la que se encuentra, también lleva los nombres de Castillo Corvino o Castillo de Hunyad en honor a dos de los Reyes que vivieron en el.

Castillo de Hunedoara (Corvino), Rumania Castillo de Hunedoara (Corvino), Rumania

La fortaleza fue levantada hacia el año 1315 por el rey Carlos I de Hungría, en el lugar donde ya existía una fortaleza romana. Sirvió de defensa contra los ejércitos otomanos y a lo largo de los años llevaron a cabo diversas ampliaciones y modificaciones entre las que destacan las ejecutadas por Matías Corvino. Durante el siglo XX sufrió un importante incendio y quedo abandonado hasta que el 1974 que lo rehabilitaron y transformaron en un Museo.

Castillo de Hunedoara (Corvino), Rumania Castillo de Hunedoara (Corvino), Rumania

Sin duda lo mejor del Castillo de Hunedoara o de Corvino es su impresionante exterior, que mezcla estilos góticos y renacentistas y que nos recuerda a los castillos de los cuentos infantiles con sus imponentes torres puntiagudas, el puente levadizo, los balcones y el foso. Merece la pena deleitarse con su imagen desde todos los puntos posibles y en especial por la pasarela de madera que salva en rio Zlasti y que nos lleva a la entrada principal.

Castillo de Hunedoara (Corvino), Rumania

En la entrada encontraremos las taquillas donde comprar los tickets, os dejamos el link a la página oficial del Castillo ya que tanto los horarios como los precios varían de una época a otra del año. Recordar que hay que abonar una tasa extra por hacer fotografías y videos.

Aunque su interior sea menos atractivo no hay dejar de visitarlo, destaca su gran patio interior en el que se llevan a cabo conciertos y otros eventos culturales.

Existe un recorrido señalizado por las tres plantas del castillo con algunos paneles informativos en rumano e ingles. A través de los diferentes pasadizos, escaleras y salas iremos recorriendo el interior, aunque tristemente la mayoría de las habitaciones están vacías ya que los muebles de época acabaron siendo pasto de las llamas en los varios incendios sufridos en el castillo pero podemos destacar dos estancias, la primera de ellas es la Capilla del Castillo, que data del Sg. XV.

Capilla del Castillo

La segunda habitación que más nos gusto fue el Salón de los Caballeros, una sala diáfana en la que tuvimos la suerte de ver un concurso internacional de danza.

Salón de los Caballeros Salón de los Caballeros Salón de los Caballeros

También merece la pena visitar las mazmorras donde hay una pequeña representación de las torturas que se llevaban a cabo con los presos.

Las mazmorras del Castillo

Como todo castillo que se precie, el Castillo de Hunedoara cuenta con sus propias leyendas. Una de ellas, poco fiable por cierto, nos cuenta que Vlap Tepes, más conocido como el “Empalador” (personaje en el que se basa el Conde Drácula) estuvo aquí cautivo durante 7 años, pero como decimos más bien parece un intento de aprovechar la fama y el tirón que este personaje histórico tiene para el turismo en toda Rumania. La segunda de las leyendas parece más real, esta nos cuenta que el pozo de agua que hay en el patio del Castillo fue escavado por prisioneros turcos a los que se les engaño diciendo que cuando encontraran agua serian libres, pero esto no ocurrió y después de 15 largos años de trabajo se ahogaron en el mismo agua que descubrieron. A día de hoy podemos ver una inscripción en la que pone “Tendréis agua, pero no alma”, escrita por los presos antes de morir.



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