La isla de Santo Tome, la más grande del archipiélago de Santo Tomé y Príncipe, es uno de los lugares más vírgenes de África y, sin duda, guarda una infinidad de tesoros por descubrir. Podemos dividir Santo Tomé en tres partes: la zona norte, la zona centro y el sur de la isla. En este artículo os explicaremos las mejores cosas qué ver y hacer en el norte de Santo Tome, una zona llena de plantaciones de cacao, roças, playas paradisíacas rodeadas de baobabs en las qué ver desovar tortugas marinas y aldeas de pescadores donde tomar el pulso a la población local y probar su rica gastronomía. Es posible visitar el norte de Santo Tome en un par de días, pero os aseguramos que son tantos los lugares qué ver, tantas experiencias las qué sentir y tan espectacular la carretera principal junto la costa, salvaje y fotogénica, que el “leve-leve” se transforma en una máxima. Bienvenidos al Norte de Santo Tome:

Leve-leve” es la expresión utilizada por los habitantes de Santo Tomé y Príncipe para describir su ritmo de vida. La expresión hace referencia a que la gente vive sin mayores preocupaciones, de una forma pausada y tranquila, como nos dijo un amigo de allí: “la tierra es fértil, la naturaleza es generosa y el mar abunda en peces…tranquilo hermano

IMPRESCINDIBLES QUÉ VER Y HACER EN EL NORTE DE SANTO TOMÉ

La mejor forma de descubrir los maravillosos rincones de la isla de Santo Tomé es en coche, por libre y sin ataduras de tiempo, en el artículo sobre Consejos para visitar Santo Tomé y Príncipe os dejamos toda la información sobre cómo moverse por la isla además de muchos más datos para preparar este viaje. Desde la capital, Sao Tome, hasta el túnel de Santa Catarina siguiendo la costa, hay apenas dos horas de trayecto pero se convierten en muchas más si queremos disfrutar de la zona tranquilamente. CONSEJO: Recordar que NO existe un ruta circular y que no es posible rodear por completo la isla, ya que pasado el túnel de Santa Catarina y el pueblo colindante, la carretera se corta por la presencia del Parque Nacional de Obô, teniendo que volver sobre nuestros pasos.

PUEBLOS DEL NORTE DE SANTO TOMÉ

Neves, el pueblo famoso por los centollos de Petisqueria Santola

Esta localidad de pescadores es una de las más importantes del norte de Santo Tomé. Entre sus polvorientas calles podemos encontrar pequeños comercios, un ir y venir de pescadores con sus aparejos, decenas de niños jugando o mujeres lavando junto al rio, un lugar ideal para conocer de primera mano la vida de los habitantes de la isla. En Neves se encuentra la fábrica de cerveza local del país, que curiosamente se vende sin etiqueta y que se llama “Rosema” o  simplemente “local”.

Pero para los turistas, Neves es famoso por el pintoresco restaurante Petisqueria Santola, que tiene al “Santola” (centollo) como plato estrella.  Por unos 10€ puedes disfrutar de un ejemplar enorme de centollo recién pescado y una buena cerveza (los ejemplares más pequeños cuestan 5€). En su carta también se pueden elegir una buena variedad de pescados a la brasa y langostas, que sirven acompañados de arroz, plátano frito y fruto del pan. Nos pareció todo exquisito, una joya gastronómica que bien merece una (o dos) paradas en la ruta por el país.

Micolo y su mercado gastronómico de los domingos

A menos de media hora de la capital encontramos Micolo, otro interesante pueblo del norte de la isla. Os recomendamos acercaros hasta aquí el domingo, cuando se celebra el mercado, así podremos disfrutar de numerosos puestos de pescado fresco a la barbacoa y conocer de cerca su población y sus costumbres, pues es un día totalmente festivo que los santotomenses disfrutan en familia.

Morro Peixe. En busca de las tortugas marinas del norte de Santo Tomé

Otra agradable aldea pesquera es Morro Peixe, colina del pez en portugués. Se trata de un lugar pintoresco y lleno de vida, desde donde parten la mayoría de las excursiones para visitar las playas del norte donde desovan las tortugas marinas, una de las principales atracciones de San Tomé. Nosotros nos pusimos en contacto con una empresa local y, tras cenar en casa de una familia que nos acogió, visitamos un pequeño criadero de tortugas donde nos explicaron las diferentes especies que llegan a la costa de Santo Tome, su alimentación y comportamiento. Finalmente tuvimos la suerte de patrullar por la noche las playas del norte con Hipólito Lima en busca de alguna “mama tortuga” desovando en la arena y aunque no tuvimos suerte, fue toda una experiencia.

La posibilidad de ver desovar y el posterior nacimiento de las pequeñas Tartarugas Marinhas es una de las cosas más espectaculares que se pueden hacer en Santo Tomé y Príncipe. En el norte encontraremos varias playas en las que se cumplen las “condiciones” adecuadas para que estos animales se acerquen a la arena pero depende muchos factores como las mareas, la luz de la luna, la forma del terreno y posibilidad de obtener alimento, realmente no es tan fácil. Durante nuestra visita tuvimos la suerte de contar con el conocimiento de Hipólito Lima, el mayor experto y defensor de estos animales en Santo Tomé, un trabajo no exento de dificultades puesto que la captura de estos animales para comerse su carne aún es una práctica muy habitual entre los santotomenses. El desove suele tener lugar entre septiembre y noviembre, y las pequeñas tortugas nacen unos 90 días después. Buena parte de los huevos son trasladados a una zona apartada donde se protegen y enumeran hasta su nacimiento. Además de Tamarindos, también Praia gobernador o Praia caroceiro son buenos lugares en el Norte para ver este espectáculo de la naturaleza.

ROÇAS DEL NORTE DE SANTO TOMÉ

Roça Agostinho Neto, el pasado portugués de Santo Tomé y Príncipe

La Roça Agostinho Neto es una de las roças más importantes y grandes de Santo Tomé y Príncipe. Fue una de las mayores productoras de cacao del país pero también de café y bananas, una roça fundamental para el desarrollo de la isla. Fundada en 1865, en un primer momento llevó el nombre de Roça Rio do Ouro, pero tras la muerte de Agostinho Neto, primer Presidente de Angola y Héroe Nacional, cambio a su nombre actual.

Roça Agostinho Neto, el pasado portugués de Santo Tomé y Príncipe

Aparcamos el coche junto a la pequeña Iglesia, en la parte alta de la roça, donde enseguida se acercó a nosotros un muchacho para hacernos de guía. La visita es completamente gratuita y muy interesante. Recomendamos hacerla con uno de estos guías porque además de enseñarte los lugares más destacados, explicar la historia y la situación actual de la Roça, el guía nos llevó a varios sitios escondidos que nos encantaron. La primera parada dentro de la roça es una de las imágenes más icónicas de Santo Tomé, el hospital de Agostinho Neto al final de la avenida principal. Este hospital tenía la maternidad más importante y desarrollada no solo del país, sino de toda esta zona del continente africano, en especial durante la década de los 80. Durante años, tras la independencia de Santo Tomé y Príncipe, el hospital siguió en funcionamiento gracias a la financiación de Portugal, hasta que finalmente se abandonó e incluso en parte se derrumbó en el año 2014. En la actualidad viven dentro del edificio varias familias en unas condiciones de pobreza extrema. Caminar por el interior de sus estancias, rodeados de niños y subir por su imponente escalera, hoy en ruinas, da una idea de la importancia que tuvo durante años y deja una profunda tristeza.

Continuamos la visita atravesando varias zonas de casas, siempre acompañados de grupos niños, curiosos por todo, hasta que llegamos a la Casa del Patrón, un edificio enorme que estaba conectado por un túnel subterráneo con otras construcciones de la plantación, con el fin de que no se supiera cuando se encontraba o no en la roça. También son visibles las antiguas vías de tren por donde se transportaba el cacao, el café y las bananas.

Al caer la tarde, el guía nos acompañó a una bonita cascada que se encuentra a unos 3 kilómetros de la roça y se puede acceder a ella tanto a pie como en coche. La caída de agua, de unos 20 metros, está rodeada de una espesa vegetación y es perfecta para refrescarse un poco, un gran punto y final para la visita a una de las roças que más nos impactaron en Santo Tomé.

Roça Agostinho Neto, el pasado portugués de Santo Tomé y Príncipe

Roça Monte Forte y la Cooperativa CECAB

En la Roça Monte Forte encontramos otra de las Roças más conocidas del país. Nada más entrar veremos una antigua casona perteneciente al patrón de la plantación hoy convertida en un hotel-restaurante muy agradable en el que se tiene unas vistas de infarto tanto a la selva como al mar, ideal para descansar después del trekking a  la cascada dos Angolares de el que os hablamos más adelante.

Roça Monte Forte y la Cooperativa CECAB

Unos metros más arriba del hotel encontramos una de las cooperativas de cacao más importantes de la isla: CECAB (Cooperativa de exportación de cacao biológico). Acompañados por el presidente de la cooperativa hicimos una visita muy interesante por la plantación, en la que nos mostró el proceso de fabricación del cacao, pasando por las zonas de recolección, secado y almacenaje, toda una experiencia que os recomendamos.

Llevar el sello de cacao biológico no es nada fácil, durante nuestra visita a CECAB, nos explicaron los exigentes controles a los que se somete cada grano, que es examinado uno a uno y las altísimas sanciones si se utilizan químicos a lo largo del proceso. En la plantación en la que trabajan la inmensa mayoría de las familias de Monte Forte, se procede al secado y almacenado el cacao, se preparan en sacos de 70 kg, dispuestos para su exportación. La cooperativa no solo cubre los gastos de sanidad del empleado, sino de toda la familia, de ahí la importancia de pertenecer a ella. La totalidad del cacao aquí elaborado, se exporta únicamente a Francia, unas 1000 toneladas al año aproximadamente.
Roça Monte Forte y la Cooperativa CECAB

Roça Diogo Vaz y la escuela de arte

Continuamos nuestra visita por las Roças de Santo Tome para llegar a Diogo Vaz una de las más ligadas a la plantación y elaboración del cacao en la isla con sus más de 420 hectáreas de plantación. En 2018 el chocolate de Diogo Vaz fue reconocido y apadrinado por el prestigioso Colegio Culinario de Francia, consiguiendo que lo trabajen los artesanos pasteleros más prestigiosos franceses . Ademas, en la actualidad encontramos dentro de esta Roça la Escuela de Artes y Oficios Diogo Vaz, un lugar donde los jóvenes de la zona aprenden oficios con los que poder garantizarse un buen futuro.

NATURALEZA, TREKKING Y EXCURSIONES EN EL NORTE DE SANTO TOMÉ

Lagoa Azul. Snorkel, baobas y aguas turquesa

Situado a menos de 10 kilómetros de Neves, encontramos uno de los lugares más sorprendentes del Norte de Santo Tome, la conocida como Lagoa Azul. Para llegar basta tomar un pequeño desvío bien señalizado desde la carretera principal. El Lagoa Azul es tiene una pequeña playa de piedras donde lo que destaca es el color de sus aguas, especialmente sorprendente en días soleados. Además la Lagoa Azul es uno de los mejores puntos de la isla para practicar snorkel (OJO, mucho cuidado con los erizos de mar, hay cientos). Una vez aquí, podemos ascender a la colina anexa, donde se levanta un pequeño faro, pero lo mejor son sus magníficas vistas tanto a la laguna como a la línea de costa y la posibilidad de ver decenas de baobabs, algo realmente excepcional ya que este tipo de árboles no suelen aparecer tan cerca del mar.

Praia dos Tamarindos, mucho más que las tortugas

Dentro de las playas “tortugueras” del Norte de Santo Tomé, la de Praia dos Tamarindos es la más famosa, pero esta playa es, además, una de las más bonitas de la zona. Su imagen de postal, con arena fina, blanca y rodeada de vegetación bien merece una visita por el día. Para llegar hasta aquí en coche es necesario recorrer varios kilómetros por un tortuoso camino de tierra y baches pero sin duda lo recomendamos. Es muy probable la playa este completamente vacía, aunque los fines de semana son algunos los jóvenes locales que se acercan a bañarse en ella. El único “pero” que ponemos es la suciedad que hay en varias zonas de la playa (una pena, más aun siendo una zona habitual de desove).

Praia dos Tamarindos, mucho más que las tortugas

Trekking a la cascada dos Angolares

Uno de los trekking que JAMAS debemos perdernos en Santo Tomé es el de la llamada Cascada dos Angolares también conocido como el  “treking de los túneles”. Esta caminata es espectacular tanto por el premio final, la brutal cascada escondida entre paredes de 30 metros, como por el camino en si, que se hace, en parte, por los viejos túneles de la central hidroeléctrica portuguesa. El agua por encima de la rodilla, la luz solo de nuestros frontales, los murciélagos…ESPECTACULAR. El inicio del trekking se encuentra a unos 30 minutos de la Roça de Monte Forte y se accede por unos caminos de tierra que normalmente estan muy embarrados, especialmente en época de lluvias, y por los que es fácil perderse puesto que no hay ninguna señalización. Por todo ello os recomendamos que hagáis el trekking acompañados por un guía local que conozca la zona. Nosotros contamos con la ayuda y guía de Paco, responsable del Jardín Botánico del Bom Sucesso, al que conocimos durante la visita al Jardín y que se ofreció a ayudarnos en varios treking por la selva y el Parque Nacional de Obô (que se conoce como la palma de su mano).

El trekking de la Cascada dos Angolares se puede hacer de dos formas; la primera y más completa que pasa por 5 túneles y que dura algo más de 4 horas pero nosotros decidimos llegar solo hasta el primero (al ir con niños tan pequeños consideramos que era la mejor opción además es, pasado este primer túnel, cuando se ve la cascada). El camino es relativamente sencillo, lo peor de la caminara es el barro que complica por tramos el recorrido. A un buen ritmo el trekking se puede hacer en unas 2 horas (ida y vuelta). Durante el paseo se atraviesan zonas de vegetación exuberante donde veremos plantas de cacao, café, cientos de lianas, bananeros, helechos… cruzaremos varios riachuelos, puentes, zonas más abiertas y otras mucho más estrechas.

Pronto llegamos a un puente de hierro que da acceso al túnel, hay que ir preparados para mojarse pues el agua te llega por las rodillas. El túnel tiene una longitud de 600 metros, la mayor parte está totalmente a oscuras (no se os puede olvidar el frontal) y es muy posible que algún murciélago se asuste a nuestro paso, pero el premio final es impresionante: un paisaje que parece sacado de las películas de Parque Jurásico y de fondo la enorme cascada de Angolares, sin duda uno de los mejores recuerdos de nuestro paso por la isla de Santo Tomé.

Trekking a la cascada dos Angolares en Santo Tomé

Túnel de Santa Catarina, el «final» de la Isla de Santo Tomé

Como ya hemos comentado, rodear por completo la isla de Santo Tomé no es posible ya que el Parque Nacional de Obô impide el paso. Si continuamos la ruta por el norte pasando por Ananbó, un obelisco que conmemora el lugar donde desembarcaron en 1470 los portugueses por primera vez, y poco antes de llegar al pueblo de Santa Catarina, cruzaremos el fotogénico Túnel de Santa Catarina, horadado en la propia montaña que llega hasta mar.

Túnel de Santa Catarina, el "final" de la Isla de Santo Tomé


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