Más allá de los grandes monumentos que podemos visitar en la ciudad de Madrid, aún es posible encontrar pequeños rincones de gran belleza poco conocidos por los turistas que llegan a la capital e incluso por los propios madrileños. Uno de los más destacados es el llamado Parque del Capricho, un jardín Histórico Artístico creado en el Sg. XVIII y el único de estilo romántico de la ciudad, un pequeño oasis de tranquilidad y belleza que bien merece la pena visitar.

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Cómo llegar y visitar el Parque del Capricho

Situado en el madrileño barrio de Alameda de Osuna, perteneciente al distrito de Barajas, llegar hasta aquí es sencillo. Lo mejor es hacerlo en transporte público ya que tanto metro (la línea 5 con parada “El Capricho”), o el autobús con las líneas 101, 105 y 151 tiene parada a escasos metros de la puerta principal. Si por el contrario venimos en nuestro propio coche, existe un parking gratuito cercano aunque es fácil que esté lleno.

Metro de Madrid, cómo llegar al Parque del Capricho

La entrada al Parque del Capricho es gratuita, pero tiene un horario bastante restringido ya que a lo largo del año solo está abierto sábados, domingos y festivos. Durante los meses de más calor, de abril a septiembre, podremos visitarlo de 9 a 21h, mientras que en invierno, de octubre a marzo, estará abierto en las 9 y las 18.30h. En cualquier caso os recomendamos visitar la web de turismo de Madrid donde tendréis toda la información actualizada. También hay que tener en cuenta que no está permitido el acceso de animales, ir en bicicleta, patines y comer en el interior.

Es posible realizar una visita guiada y Free Tour por el Parque del Capricho de unas dos horas, os dejamos opciones en este enlace.

La historia del Parque del Capricho

Los Duques de Osuna se hicieron con la finca en el Sg. XVIII, en aquellos entonces a las afueras de Madrid, con el fin levantar una finca de recreo para la alta burguesía de la ciudad. A partir de ese momento comenzaron la creación del Parque en 1787, en la se implicó especialmente la Duquesa, María Josefa de la Soledad Alfonso y Pimentel. Ella era una de las damas más influyentes de su época en la capital, y mecenas de escritores y artistas como el mismísimo Goya. La intención de la Duquesa era crear un espacio natural que fuera frecuentado por los personajes más destacados de Madrid y un lugar de reunión para intelectuales de todos los ámbitos. Aunque el diseño fue obra de Jean Baptiste Mulot, para su construcción se contó con los mejores paisajistas, escenógrafos y jardineros. La Duquesa no pudo ver terminada su obra, pues fueron necesarios más de 50 años. Posteriormente paso a manos de sus nietos momento en el que comenzó su declive, quedando prácticamente abandonado. Ya en el año 1974, el Ayuntamiento de Madrid, compro los terrenos y lo restauro para el disfrute de todos los ciudadanos.

La visita al Parque del Capricho, qué ver

En el Parque del Capricho no solo la naturaleza es la protagonista, ya que también se pueden encontrar elementos escultóricos y artísticos, como templetes, ermitas o fuentes decorativas. Muestra de su belleza es que Pascual Madoz, en su obra “Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, definió al Parque del Capricho como “una de las posesiones más hermosas y magnificas que hay en España y la única quizá que puede competir con los Reales Sitios

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En el jardín se mezclan tres estilos paisajísticos diferenciados; los parterres o jardín francés, el jardín italiano (giardino íntimos y secretos del Renacimiento) y, sobre todo, el jardín inglés. Además son numerosas las formas de agua, riachuelos, pequeños lagos y puentes creando un ambiente de fantasía muy al gusto de la aristocracia de la época.

La visita al Parque del Capricho, qué ver

Cómo comentábamos también El Capricho está lleno de elementos artísticos entre las que destacan las siguientes:

Templo de Baco. Este pequeño templete, situado en lo alto de una colonia y dedicado al Dios Baco, de forma ovalada y abierto vista preciosas al palacio y la Fuente de los Delfines.

Templo de Baco del Parque del Capricho en Madrid Templo de Baco del Parque del Capricho en Madrid

Palacio de los Duques. De estilo neoclásico, situado en la Plaza del Duque y frente a la Fuente de los Delfines. Su interior se ha utilizado para exposiciones aunque actualmente se está restaurando.

Palacio de los Duques en el Parque del Capricho de Madrid Palacio de los Duques en el Parque del Capricho de Madrid Palacio de los Duques en el Parque del Capricho de Madrid

La Exedra y la Plaza de los Emperadores. El conjunto, situado en la llamada plaza de los Emperadores fue encargado por el duque Don Pedro para honrar la memoria de su abuela, se levanta sobre una antigua fuente con templete y datada entre 1787 y 1792. La Exedra perduró intacta hasta el siglo XX, cuando diversos expolios y actos vandálicos la dejaron convertida en una completa ruina. Gracias a la labor realizada por la Escuela Taller Alameda de Osuna, que entre 1986 y 1992 se encargó de la restauración y rehabilitación de todo el conjunto del jardín.

El Abejero. Se trata de una construcción muy ingeniosa cuya peculiaridad más importante consistente en colocar unas colmenas dentro de las fachadas del propio edificio. Pero lo más llamativo es que se podía observar desde dentro del edificio, a través de unos cristales, la actividad de las abejas que entraban y salían de sus panales. Esta idea tan ingeniosa se complementaba con los jardines que rodean el Abejero, formados por las plantas preferidas de las abejas para elaborar la miel.

El Casino de Baile. De planta octogonal, aquí llegaban los invitados en barca y su interior está decorado con murales y espejos.

El Casino de Baile del Parque del Capricho El Casino de Baile del Parque del Capricho

El embarcadero. Sin duda uno de los rincones más fotogénicos del parque, se trata de un espectacular entorno, donde destacan el quiosco del embarcadero, la Casa de Cañas y el Pabellón de Estera.

El embarcadero. Qué ver en el Parque del Capricho de Madrid

El Parterre de los duelistas y el Laberinto. El Parterre de los Duelistas, o Plaza de los Cipreses, fue construido por Marín López Aguado. Aquí encontramos dos columnas de mármol sobre las que hay dos bustos que simbolizan a las personas que se van a batir en duelo. Las columnas se encuentran separadas por 40 pasos, la distancia reglamentaria para los duelos. Un lugar anclado en el tiempo y lleno de misterio. Muy cerca encontramos el Laberinto, creado con altos setos que dibujan forman serpeteantes por las que perderse. Como curiosidad, en 1946 un avión Iberia hizo un aterrizaje de emergencia nada más despegar de Barajas, y lo hizo sobre del laberinto del parque «El Capricho».

 Laberinto del Parque del Capricho de Madrid  Laberinto del Parque del Capricho de Madrid

Bunker del Capricho          

El secreto mejor guardado de El Capricho es su famoso Bunker de la Guerra Civil, único en Europa por estado de conservación y que fue el Cuartel General del Ejercito Republicano del Centro. Fue construido en 1937 y la elección del lugar no fue casual, se trataba de un lugar lo suficientemente alejado del frente de guerra, con buenas comunicaciones y donde se podía camuflar fácilmente gracias al arbolado. Con una superficie de 2000 metros cuadrados, el Bunker está situado a 15 metros de profundidad y es capaz de resistir bombas hasta de 100 kilos. Dentro del Programa Pasea Madrid, se puede realizar una visita guiada y gratuita a este espacio, aunque eso sí, los entradas vuelan.